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Mosaicos del Caldarium - Museo de Badalona

Para muchos de nosotros, la actual Badalona es la gran desconocida del mundo romano. Y no hablo tan solo de Cataluña, donde la sombra que proyecta Tarraco, Barcino y Ampurias es demasiado larga para cualquiera, sino a nivel nacional. La gente de a pie no solemos incluir este destino como referente a visitar en nuestro itinerario cultural romano..un gran error. Porque, a diferencia de su vecina Barcino, en el centro de Badalona (Baetulo) se respira Roma a cada paso que das. Algo que muchos tal vez no perciban entre las calles, tiendas y cafeterías, pero que sí hacemos aquellos a los que nos apasiona la historia. El primero de los ejemplos es la parada de metro Badalona – Pompeu Fabra (L2) donde, nada más salir de la misma, nos encontramos con una enorme infografía contemporánea que rodea toda la estación y que reza: "BAETVLONIS AMPHORAE DAEMONIIQVE ET SANCTI ANASTASII FABVLAE..". Algo como "Las ánforas de Badalona, los demonios y las leyendas de San Anastasio..". Más adelante veremos como las ánforas tuvieron mucha importancia en la antigua ciudad.

Nada más salir de la estación, nos dirigiremos por la Vía Augusta (otro ejemplo más) hacia el Museo de Badalona. No os preocupéis, está a tan solo 500 metros de la misma. Por el camino, encontraremos calles como Carrer del Temple o cafeterías con nombres ligados a su milenario pasado..vamos por el buen camino. No olvidéis que, muy cerca del Museo de Badalona tenemos otros grandes ejemplos de arquitectura civil romana que veremos otro día: La Casa de los Delfines y el Jardín de Quinto Licinio. Bueno, pues ya hemos llegado a las puertas del museo..cerrad los ojos y preparaos para visitar uno de los mejores yacimientos romanos musealizados de toda la Península..

 

Exposición permanente del Museo de Badalona

Inaugurado en 1966, el Museo de Badalona sufre una importantísima remodelación e inversión económica gracias a los descubrimientos realizados en 2008 por las obras de la línea L2 del metro: Aparecen los restos de Baetulo. Para quien no la conozca, fue una importante ciudad romana fundada alrededor del año 80 a.C. , de una extensión aproximada de unas 10 hectáreas, y cuya actividad principal se centraba en el comercio y la exportación de vino. De ahí la importancia de las ánforas en la ciudad, encontrándose en el yacimiento varias que conservaban aún el nombre de uno de los principales empresarios locales: Marcus Porcius (inscrito como MPORCI). Incluso Plinio el Viejo haría referencia directa al vino local no tan bueno como el de Tarraco” pero con notable presencia en el mundo romano. Curioso como la ciudad más relevante, en sus inicios, era la antigua Badalona y no la cercana colonia de Barcino (Barcelona), separadas físicamente por el río Besos y fundacionalmente unos 70 años aproximadamente.

Volviendo al presente, nos encontramos ante unos 3.400 m2 musealizados que abrieron sus puertas en 2011. La visita en el subsuelo del edificio comienza en un conjunto termal del siglo I a.C., uno de los más importantes a nivel nacional si atendemos a su cronología, estado de conservación (prácticamente completo) y características constructivas. Conserva las tres salas de baños, el "frigidarium", el "tepidarium" y el 'caldarium' con los mosaicos y pavimentos originales, así como la palestra. Llama poderosísimamente la atención que la visita se inicia a través de una pasarela metálica (perfilada con una hilera continua de leds azules) sobre las ruinas prácticamente a oscuras, con una luz muy tenue. Es increíble cómo, al acercarte a cada uno de los sectores, la luz va en aumento, poniéndose en marcha a la par el sonido ambiente con diferentes representaciones acústicas de la vida cotidiana en cada una de las estancias. ¡Una autentica pasada!. Definitivamente consigue que te transportes al pasado de un modo diferente. Esto, unido a la panelización (en varios idiomas) y a la accesibilidad de la misma, en lenguaje Braille, hacen de este museo uno de los mejores que he visitado.

Además de la citadas termas, en el yacimiento de Baetulo encontraremos los restos de pequeños comercios y casas particulares, el sistema de alcantarillado, pequeños tramos del decumanus Maximum, el cardo Maximum y un cardo minor. En definitiva, un pequeño/gran extracto de la estructura urbana en la zona más próxima al foro junto a la antigua muralla. Complementando estos restos estructurales, una increíble exposición permanente exquisitamente musealizada, con una disposición y unos audivisuales interactivos de gran calidad. ¡100% recomendable su visita!

Exposiciones temporales

Exposicion temporal "Juegos y Juguetes de la antigüedad"

El museo alberga durante todo el año diversas exposiciones temporales relacionadas con el mundo romano. Yo he tenido la gran suerte de coincidir con una de las más llamativas: “Jocs i joguines a l'Antiguitat” (Juegos y Juguetes de la antigüedad). Verdaderamente es un aspecto al que, en mi caso, pocas veces había prestado atención. Recuerdo haber hablado sobre ello en alguna ocasión, coincidiendo con el hallazgo de alguna canica vaccea en el yacimiento de Dessobriga. Pero aparte de esto, nunca había hecho tanto hincapié en este tema, tan importante en la vida de adultos y sobre todo..de los niños.

Esta exposición se compone de una recopilación de piezas que recorren más de 1.000 años (desde la época helenística hasta la Edad Media) de juegos y juguetes. Recoge un total de unas 130 piezas procedentes de 13 museos de toda Cataluña. Destacan algunas como un sonajero de bronce del Museo Nacional de Arqueología de Tarragona, una muñeca helenística del Museo de Arqueología de Cataluña-Empúries o una figurita de caballo del Museo de Tàrrega. Sorprende ver como muchos de los juguetes actuales (consolas y chorradas aparte) tienen un origen tan antiguo.

La exposición permanecerá en el Museo de Badalona hasta el 28 de Febrero, cuenta con diferentes actividades para poder disfrutar en familia y está dotada, atención, de una “ludoteca antigua” justo al lado de la exposición. Para que los peques disfruten en una “mini-domus”, en una cocina romana, o formando parte de una tropa auxiliar mientras tu visitas este espacio.

Info

HORARIOS

  • Martes a sábado de 10:00h a 14:00h y de 17:00h a 20:00h.
  • Domingos de 11:00h a 14:00h

Imagenes

DESTACADOS

  • DE IVLIOBRIGA A BARCINO - DIA I

    Muchos se preguntarán que relación tiene la actual Barcelona con el territorio de Regio Cantabrorum. Son cientos y cientos los kilómetros que separan las citadas ciudades romanas, más aún cuando no se sabe con certeza donde se encuentra la civitas cántabra (le pese a quien le pese). Independientemente de si hablamos de Retortillo o Camesa Rebolledo, existe un punto de unión que mucha gente desconoce y que poco o nada tiene que ver con pactos de hospitalidad, restos arqueológicos o arquitectura romana. De hecho todos sabemos lo difícil que es conocer con certeza nuestra milenaria historia, muchas veces más "interpretada" que por desgracia investigada y/o excavada. Todo lo contrario que Barcino (nombre resumido de la Colonia Iulia Augusta Faventia Paterna Barcino), de la cual existe mucha más información obtenida tanto de las fuentes escritas como del afán del ayuntamiento por poner en valor su increíble pasado.

    En este pequeño artículo intentaré mostraros las maravillas que en menos de 500 metros nos ofrece la actual Barcelona, donde no solo podemos comer paella en Las Ramblas (típico) o ir a un tablao flamenco (¿típico?). Todo basado en mi propia experiencia personal, donde la casualidad me llevo a las puertas del Templo de Augusto en una extraña carambola que muchos llamarían destino. En tan solo una mañana, y por un precio más que asequible, tuve la oportunidad de visitar varias de las sedes del MUHBA (Museu d’Historia de Barcelona) relacionadas con la antigua colonia que, por resumir, citaré a partir de ahora solo como Barcino. Llegados a este punto muchos se preguntarán: "Vale, ¿Pero dónde leches está el nexo de unión entre Iuliobriga y la antigua Barcino?". Muy fácil: En su fundador, en su fecha aproximada de fundación y (tal vez) en ser consecuencia directa del Bellum Cantabricum et Asturicum, al menos conceptualmente. No olvidemos que tanto Barcino como Iuliobriga nacen de ocupaciones previas (en el primero de los casos se cree que desde el año 218 a.C.) y que hablamos de su "romanización oficial". Respecto al primer nexo, como no, estoy hablando del emperador Augusto. Como todos sabemos fundó decenas y decenas de ciudades por todo su imperio cual hada del bosque con su varita mágica haciendo "chaaasss"..y ciudad y/o colonia que bautizaba. Vamos igualito al actual presidente del Gobierno, que inaugura pantanos funcionando desde hace meses se queda tan ancho. Porque amigos, Barcino no comenzó su andadura tras su "fundación", sino que la actual Barcelona tiene un pasado conocido que nos remonta hasta finales del neolítico. Lo que hoy conocemos como Montjiuc, alberga evidencias desde esa época en adelante, destacando la importante presencia de un poblado Íbero tal y como podemos ver otro día en el Museu d’Historia de Barcelona.

    Dejando de lado las diferentes interpretaciones, más bien leyendas, que atribuían la fundación de la ciudad a Amicar Barca (año 230 a.C.), padre de Anibal (el del Equipo A no, el otro) o incluso en su versión romana a Hércules (400 años antes de la fundación de Roma), nos centraremos en Augusto y su fundación de Barcino: Entre el 15 y 10 a.C., fecha muy similar a la de la puesta de largo de Iuliobriga (entre los años 15 a 13 a.C.). Podría ser una simple casualidad, no sería complicado. Lo que sí es más que difícil es que pudiesen ser consecuencia directa del mismo conflicto bélico. Todo el mundo sabe que Iuliobriga nace tras Las Guerras Cántabras como capital administrativa de Regio Cantabrorum. Lo que mucha gente no conoce es que Barcino fue consecuencia directa de la distribución de tierras entre los soldados del ejército (de rango mayor) que participaron en las mismas guerras. ¿Sorprendidos? :) Veamos ahora ese pequeño paseo que recomiendo a todos los amantes de la historia de Roma


  • PEÑA CUTRAL

    La calzada de Peña Cutral (Campoo de Enmedio, Cantabria) es el máximo exponente viario de tipología romana en Cantabria. Se sitúa en el paso abierto entre las cumbres de La Rasa y Cotio, punto estratégico a la hora de acceder desde el sur de Cantabria hasta la cuenca del rio Ebro. Ya no solo eso, sino que su importancia también estriba en ser la vía de comunicación que nos deja a las puertas de la ciudad de Iuliobriga, siempre y cuando la urbe esté ubicada en el yacimiento de Retortillo.

    Ya en el siglo XIX, Ángel de los Ríos hizo hincapié en la posible importancia arqueológica de este paso, citando la existencia de una calzada en las inmediaciones (Ríos y Ríos, 1889). Este sería el punto de partida para que, a mediados de la década de los 50, A. García y Bellido trabajase sobre el terreno y se convirtiese en el primer investigador en describir los hallazgos romanos localizados en el entorno de la propia vía, entre los que destacaban restos cerámicos y un as de Augusto acuñado en Celsa. Tendrían que pasar más de treinta años hasta que se realizase la primera intervención arqueológica como tal, concretamente entre los años 1988 y 1989 de la mano de Juan Antonio Muñiz y José Manuel Iglesias Gil. Seria este trabajo el que sacase a la luz el potencial arqueológico de la calzada, obteniendo de sus resultados todo el conocimiento que hasta nuestros días se tienen de Peña Cutral. Llevaron a cabo una prospección y diversos sondeos (que luego veremos en detalle) del collado donde se pudo confirmar inequívocamente el carácter romano de la vía, coincidiendo el tiempo además con la localización de un milario dedicado al emperador Caro en el entorno de Celada Marlantes.

    De los aproximadamente 4 kilómetros conocidos de su trazado, solo se aprecia su firme original en los sondeos practicados en la citada intervención, sin contar con el tramo que se conserva a su paso por el yacimiento de Retortillo. Desde este punto hacia el collado de Peña Cutral la calzada discurre encajada en la ladera, con suaves pendientes y un trazado más o menos rectilíneo. Todo lo contrario ocurre con su vertiente Sur, zona mucho más escalonada (con pendientes parciales del 9%) donde la infraestructura realiza varios cambios bruscos de dirección para superar estas curvas de nivel. De lo que no queda duda, a diferencia de las otras "calzadas romanas" de Cantabria, es las características técnicas y constructivas de Peña Cutral responden a la perfección a la tipología romana de época imperial en Hispania. No hablamos por lo tanto de estrechos caminos entre montes y brañas, sino de una calzada de una plataforma que oscila entre los 6/7 metros, con un firme consistente en varias capas de zahorra (suelos granulares) de guijo calizo o canto rodado según la zona y necesidad, todo ello contenido en una estructura de roca arenisca y gruesos cantos que dan forma a los margines de esta espectacular construcción.

    Fuente: "Prospecciones y excavaciones arqueológicas en el collado de Peña Cutral" (Juan Antonio Muñiz - José Manuel Iglesias Gil)
    "Peña Cutral (Cantabria). La vía y los campamentos romanos" (Juan José Cepeda Ocampo)
    Agradecimientos: Lino Mantecón Callejo

  • EL CERRO DE LA MAZA

    El oppidum del Cerro de La Maza (Pedrosa de Valdeporres, Burgos) es uno de los yacimientos arqueológicos más impresionantes de Regio Cantabrorum. Su posición estrategica , dominando los pasos de la Cordillera Cantábrica hacia el área del nacimiento del Ebro y el valle septentrional del Pas, sus defensas naturales y su enorme extensión, hacen de este enclave un lugar icónico para el conocimiento de la Edad del Hierro y, más que probablemente, de su contextualización en el conflicto por antonomasia: Las Guerras Cántabras. No olvidemos que se encuentra a escasos kilómetros de otro de los yacimientos más importantes de la zona, el campamento romano de La Muela.

    Desgraciadamente la falta de apoyo institucional tras el descubrimiento y estudio de ambos ha permitido que durante más de una década tanto La Muela como el Cerro de La Maza hayan sido olvidados, llegando a buen seguro parte de su milenaria historia a manos privadas. Y no solo eso, ya que en el caso del oppidum la instalación de antenas de telefonía en los últimos años ha destruido información vital para la comprensión del mismo. Esto, unido al abandono y otras prácticas dependientes de la administración tales como canteras, pistas agropecuarias sin control, explotaciones forestales, etc, son una agresión constante en decenas de yacimientos tanto Cantabria (Monte Cildá, Espina del Gallego, El Cueto, Peña de Sámano, Las Eras de Cañeda, El Cantón, etc), Palencia (Monte Bernorio, Cildá, etc) o Burgos (El Castro)..una auténtica pena que haya que realizar decenas de hipótesis en el conocimiento de los antiguos cántabros en vez de apoyar el estudio e investigación de los mismos in situ.

    Volviendo al oppidum, se encuentra dentro de una gran zona amesetada (vagamente triangular y con pendiente) de unas 40 hectáreas de superficie. Mide unos 900 metros de largo por 500 de ancho en la parte más oriental, estrechándose hacia la occidental hasta llegar a los 130-140 metros. Como se puede observar en la imagen, los acantilados que engloban la parte superior son una magnífica defensa natural, si bien es cierto que la acrópolis también estuvo dotada de líneas de muralla al igual que vertientes más desprotegidas (como la norte). Fue descubierto por Miguel Ángel Fraile López y posteriormente, gracias al patrocinio de la Fundación Marcelino Botín y al permiso de la Junta de Castilla y León, el equipo dirigido por Eduardo Peralta Labrador pudo realizar diversas actuaciones entre los años 2000-2003. En ellas se pudieron obtener resultados de lo más clarificadores y que contextualizaron el yacimiento como uno de los más importantes de la zona.

    Bibliografía: "Los Cántabros antes de Roma" - Real Academia de Historia. Autor: Eduardo Peralta Labrador

    Documentación gráfica y agradecimientos: Eduardo Peralta Labrador


  • ESTELAS DE LOMBERA

    Las estelas de Lombera (Los Corrales de Buelna, Cantabria) podrían ser consideradas por muchos las "hermanas pequeñas" de las estelas discoideas en Cantabria. Y no por sus grandes dimensiones, en muchos casos equiparable a las estelas de Barros o a la estela de Zurita, sino porque sus representaciones pueden ser consideradas (erróneamente) inferiores en cuanto a contenido poco figurativo o incluso a ser más común que las citada anteriormente. Independientemente de esto, nos encontramos nuevamente ante una serie de elementos iconográficos que marcaron un antes y un después en la arqueología e historia de Cantabria.

    Estamos ante un conjunto de 3 estelas muy característico, con una apariencia que en el caso de la estela de Lombera I y II podría parecer muy similar, pero a la que diferencian una serie de matices que veremos a continuación. Sobre la estela de Lombera III ("La Esteluca" como también se la conoce) poco se puede aportar, ya que hablamos de un pequeño fragmento central hallado en el año 1995 formando parte de un cierre ganadero. Paradójicamente, su aspecto poco tiene que ver con sus "hermanas", más bien tiene cierto parecido con la estela de Barros I. Se puede observar en su anverso cuatro crecientes lunares rematadas en círculo, incluso en la parte inferior derecha se atisba lo que parece otro gran circulo que rodearía el conjunto. Entre los brazos se aprecia la existencia de triángulos equiláteros, claro elemento diferenciador respecto a la de Barros I que posee círculos. Llama poderosamente la atención que el reverso del fragmento es totalmente liso, característica que también la hace especial por ser la primera de este conjunto y el de Barros que no posee anverso definido. Los investigadores, basándose en esta pieza, creen que pudo haber tenido un diámetro de unos 1,30 metros y 0,15 de grosor.

    A continuación nos centraremos en las más monumentales del conjunto. Tanto su tamaño como las representaciones que albergan nos vuelven a transportar (al menos en esencia) a la Cantabria más milenaria. De todos modos, al igual que con el resto de las estelas discoideas, no se sabe con certeza su cronología. Históricamente se ha asignado una adscripción basada en sus motivos figurativos y/o representaciones, muy amplia eso sí. La gran mayoría de investigadores hablan de fechas comprendidas entre el siglo I a.C hasta el siglo I-III d.C sin llegar a concretar, afirmándose incluso (los que menos) son de época medieval. Lo que está claro sin lugar a dudas es que nos encontramos ante unos elementos que han sido, son y serán, estandarte de la cultura en Cantabria.

    Bibliografía: "Cántabros, origen de un pueblo". (Edita ADIC y Los cántabros). Autores: Angel Ocejo, Rafael Bolado del Castillo, Enrique Gutiérrez Cuenca, José Angel Hierro Gárate y Juan Carlos Cabria Gutiérrez.
    "Los Cántabros - Desde los orígenes a las Guerras Cántabras". Autores: Rafael Palacio Ramos, Narciso Herreros Cleret de Langavant y Rafael Guerrero Elecalde.


  • COTOLINO-ARCISERO

    El recinto defensivo de Cotolino-Arcisero (Castro Urdiales, Cantabria) es sin duda uno de los mayores exponentes arqueológicos de la costa oriental arrasados por el denominado "pelotazo urbanístico"de hace unas décadas, eso sin siquiera ser un referente en cuanto a hallazgos o estructuras se refiere. En realidad poco o nada se sabe de este lugar, salvo su cercanía con la antigua colonia de Flaviobriga y otros castros de importancia como el de Sámano, además de las lineas defensivas y restos materiales encontrados en su entorno. El problema es que poco más se podrá aportar al conocimiento de su pasado, cubierto en parte por toneladas y toneladas de cemento y ladrillo. Y si, existen enclaves mucho más relevantes en riesgo por este tipo de actividades u otras relacionadas (Cueva de Cudón rodeada de urbanizaciones, canteras en los castros de la Sierra del Dobra, Cuevas del Monte Castillo y su ridículo perímetro de protección), pero no por ello deben caer en el olvido administrativo.

    Los restos del posible recinto son conocidos por los lugareños desde antaño. Aún así la primera publicación relacionada no se realizaría hasta 1979, año en el que J.F. Arozamena incluiría un croquis de las estructuras (1979: fig. 53) dentro del "Informe de las cuevas de Castro Urdiales. Memorias de la ACDPS" sin aportar más información. No sería hasta el año 1983 cuando se escribiese realmente sobre el yacimiento, concretamente de la mano de de F. González Cuadra. Seria él mismo quien tiempo antes realizase una prospección sobre el terreno, de cuyos resultados no se han podido confirmar o constatar los hallazgos materiales por desconocerse su paradero. Ya en el año 2000, los datos son revisados por Molinero (1998: 58-60; nº 38; 138-140) quien confirma la existencia de las estructuras. Desgraciadamente, estos son todos los datos relativos a estudios o intervenciones sobre Cotolino-Arcisero, siendo uno de los motivos (desconocimiento, desinformación o desinterés) por los cuales las obras de urbanización en las inmediaciones del monte Cotolino no tuvieron ningún tipo de traba.

    Respecto a su cronología existen muchos interrogantes. González Cuadra lo identificó como un castro enmarcable en la Edad del Hierro (1983: 12), aunque esta afirmación genera muchas dudas en nuestros días. Quedaría pendiente una evaluación del estado actual de monte Cotolino y su entorno, valorándose posteriormente una futura intervención arqueológica. Es lo menos que se debería hacer por este maltatrado y parcialmente destruido yacimiento.

    Agradecimientos: Francis Suárez - Denarios Ibéricos
    Bibliografía: Castros y castra en Cantabria. (Edita ACANTO)