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Cueva de Las Monedas

Es increíble como la casualidad nos brinda la oportunidad de ver esta maravilla. En el año 1952 el guarda forestal de la zona, D. Isidro Blanco, se encontraba realizando una roza para plantar eucalipto. Él y el guarda de las cuevas, Don Felipe Puente (que le acompañaba) recordaron que de niños jugaban en la entrada mientras cuidaban de su rebaño de ovejas. En un primer momento se llamo Cueva de los osos, debido a la gran cantidad de restos óseos de los mismos encontrados en su interior. Su nombre cambio pronto ya que allí se encontraron monedas de la época de los Reyes Católicos, dando a si lugar a pensar que estas grutas eran conocidas desde hace muchísimos años. Posee unos 800 metros de longitud, lo que hace de ella la más extensa del yacimiento. Poco después de su entrada nos podremos encontrar una sala con un valioso conjunto de pinturas, del cual cabe destacar sus cuatro pinturas de un reno (realizadas en negro) y la imagen de un oso. Esto nos da ha entender que estas pinturas se realizaron en una época fría, ya que estos animales poblaban esta región en el Magdaneliense Superior (hace 12.000 años). Cabe destacar que, junto a la Cueva del Castillo, Las Monedas es la otra cueva visitable del yacimiento. Tanto La Pasiega como Chimeneas estuvieron abiertas en la antigüedad, pero la erosión y el desgaste que provocaban estas visitas en las pinturas hicieron que las grutas se cerrasen al público. Tan solo investigadores y visitar muy puntuales pueden acceder a su interior.

 

VEA TAMBIEN

  • CUEVA DE EL PENDO

    La cueva de El Pendo es una de las maravillas del municipio de Camargo. Posee una gran boca de entrada, que da paso a un enorme vestíbulo. Allí se encuentra un yacimiento arqueológico que nos sorprende a cada paso que se da en él. En el interior podemos ver dos grandes salas y un divertículo descendente que se estrecha ante nuestros pies. Sin ser una cavidad excesivamente profunda, alcanza los 180 metros aproximadamente. Fue descubierta por el ilustre Marcelino Sanz de Sautuola en el año 1878, aunque los grabados fueron localizados por otro ilustre en el año 1907: Hermilio Alcalde del Río. El gran tesoro de El Pendo tuvo que esperar oculto hasta el año 1997, cuando en el transcurso de unas excavaciones dirigidas por Ramón Montes Barquín, el topógrafo Carlos González Luque y los arqueólogos José Manuel Morlote y Angeles Valle descubrieron el enorme friso que hoy es icono ya no solo de la cueva sino del arte rupestre en Cantabria. Los densos trabajos en la segunda mitad del siglo XX han puesto a la luz uno de los mayores yacimientos arqueológicos de toda la región. Debemos de destacar que la cueva alberga en sus entrañas restos y datos que abarcan desde el Paleolítico Medio (84.000 años de antigüedad) hasta la Edad Media, estando representadas todas las fases de desarrollo de la Prehistoria Cantábrica. No solo la pintura o los grabados sorprenden por su calidad y belleza, sino también el arte mueble Magdaleniense, que posee su estandarte en el conocido "rey de los cetros paleolíticos". Además de este bastón de mando existen otros 11 de espectacular estructura. Los grabados forman una pequeña, pero no menos importante, parte de todo el conjunto. Aquí quedaron plasmados para la eternidad un alca gigante y un cuadrúpedo, ambos en el divertículo final que antes mencionábamos. Las pinturas se encuentran en un gran friso entre las salas I y II. Representadas en color rojo, en El Pendo nos encontramos con ciervas principalmente, aunque no debemos de olvidar las cabras, dos caballos y un cuadrúpedo, además de signos. Tanto los animales como los signos se realizaron con la técnica del tamponado y la "tinta plana", y se cree que pudiesen tener unos 20.000 años de antigüedad. De los grabados no se tiene tanta información, aunque existe la teoría de que pudiesen pertenecer a una época posterior (Magdaleniense Inferior).

  • CUEVA DE LAS AGUAS

    La cueva de Las Aguas es otra de las grandes desconocidas de Cantabria. Y no será en este caso por no haber sido estudiada y citada a fondo, siendo uno de los referentes en el ámbito académico. Más aún cuando fueron publicadas en el año 2016 las conclusiones del proyecto de investigación "Los Tiempos de Altamira", monográfico de 850 páginas donde se resumía el increíble trabajo llevado a cabo por el equipo dirigido por José Antonio Lasheras Gurruchaga en el entorno de la conocida cueva (concretamente en las cavidades de Las Aguas, Altamira, Cualventi y El Linar) y publicado poco después de su fatídica muerte. Muy a tener en cuenta que Las Aguas comparte ciertas similitudes con Altamira en cuanto a los materiales hallados en su interior (cerámicas prehistóricas, huesos y lapas análogas) y sin olvidar una circunstancia de extremada relevancia: Está a menos de 6 kilómetros en línea recta de la misma, lo que nos puede dar a entender que los núcleos poblaciones existentes en época Magdaleniense tal vez fuesen los mismos o, como poco, estuviesen bien comunicados.

    Fue descubierta en Febrero del año 1909 por Herminio Alcalde del Río, quien dejó su impronta en gran panel donde aparecieron las manifestaciones rupestres en forma de graffiti en carboncillo. Por aquel entonces, quien sabe, tal vez tenia "miedo" de que alguien llegase un poco más tarde y se atribuyese el mérito de su hallazgo. Pasa hasta hoy en día, con "ciertas personalidades" (lo de atribuirse hallazgos que no son suyos), como para no tener miedo en la época dorada de los descubrimientos rupestres en Cantabria ?. Prácticamente a continuación fue estudiada por el propio Alcalde del Rio, Henri Breuil y Lorenzo Sierra, quienes publicaron los resultados en la conocidísima publicación "Les Cavernes de la Région Cantabrique" (1911). Ya se mencionaban dos bisontes rojos parcialmente grabados, que se pusieron en contexto y relación con los de Altamira (ya aceptados y confirmados como "validos" en el año 1902), además de la documentación de los diferentes signos rojos aparecidos por aquel entonces: Uno en forma de parrilla (en la imagen principal), un curioso grupo de pequeños puntos dentro de un bivalvo fósil (una almeja fosilizada) en la pared, un signo en forma de T y la existencia de algunos grabados sin mayor estudio por su parte. Documentaron también la aparición de los materiales citados previamente: Cerámicas prehistóricas encontradas en el vestíbulo, huesos y lapas.

    Pasaron cerca de 40 años hasta que los camineros de la Diputación Provincial abrieron varias pequeñas catas en diferentes puntos, encontrando materiales asignables al Magdaleniense, además de encontrar fragmentos de cerámica de la Edad del Bronce. Estos últimos fueron depositados por V. Gutiérrez Cuevas en el MUPAC hacia el año 1969, pero a día de hoy están desaparecidos. Ese mismo año, Gutierrez Cuevas hizo dos calicatas en el abrigo de la entrada (accesible hoy en día) sin encontrar ningún tipo de resto arqueológico. Pero a diferencia de estas catas, otras dos realizadas en el interior de la cueva si dieron el resultado esperado: Se encontraron casi en superficie abundante material óseo, restos de hogueras e industria lítica. Poco después, miembros del Seminario Sautuola encontraron nuevamente cerámicas prehistóricas en su interior. Ya en la década de los 80 del siglo pasado, un equipo de la Universidad de Cantabria dirigido por Cesar González Sainz y Manuel González Morales revisó el arte rupestre conocido hasta entonces, encontrando figuras inéditas y reinterpretando otras (González Morales y González Sainz, 1985). Por último, ya inmersos en el siglo XXI, miembros de CAEAP (Colectivo para la Ampliación de Estudios de Arqueología Prehistórica) y del Gabinete arqueológico GAEM han añadido nuevos hallazgos de arte parietal desconocidos hasta entonces (C.A.E.A.P., 2003; Montes, Muñoz y Morlote, 2005).

    Como hemos podido observar, estamos ante una cavidad estudiada desde hace prácticamente un siglo con muchos parones. Sin ser unas investigaciones de envergadura, las diferentes revisiones siempre han arrojado nuevos hallazgos de arte rupestre y materiales, apreciándose una clara línea evolutiva desde la "fijación" inicial por encontrar figuras monumentales hasta revisar el detalle de las paredes en busca de pigmentos y pinturas desdibujadas por el paso de los milenios. No cabe duda de que una revisión global de todo lo conocido hasta hoy daría sorpresas más que agradables en toda Cantabria, como ha ocurrido recientemente en El Pendo o el Monte Castillo. Cavidades mucho más estudiadas y que, aun así, siguen sorprendiéndonos.

    Agradecimientos: GAEM Arqueólogos

    Bibliografía: "Proyecto de Investigación Los tiempos de Altamira. Actuaciones arqueológicas en las cuevas de Cualventi, El Linar y Las Aguas". Monografías del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira, 2016.
  • LA CUEVA DE SOVILLA

    Muy cerca de la cueva de Hornos de la Peña, una de las joyas arqueológicas de nuestra región, nos encontramos con lo que queda de esta maravillosa y desconocida (para el gran público) cavidad. Un pequeño vestigio de la grandeza que, aun ubicándose en un espacio reducido, pudo tener la majestuosidad que tanto los sondeos de la cantera adyacente como aquellos que no respetan el patrimonio, se llevaron por delante desde hace décadas. Hablamos de la cueva de Sovilla, la cual se ubica en el barrio que le da nombre y que antaño, antes de una voladura en los años 50, albergaba vestigios prehistóricos de gran relevancia. Lo que hoy observamos no deja de ser algo testimonial, prácticamente sin vida..grabados del Magdaleniense Superior entre otros contemporáneos que han hecho que el estudio de los mismos haya sido complicado, prácticamente imposible. Paneles totalmente deslucidos por rayaduras, nombres y un sinfín de despropósitos…como si los hombres prehistóricos y sin raciocinio fuesen los del siglo XXI.

    Poco o nada se sabe de la cavidad antes de su destrucción parcial, si bien es cierto que se ha intentado reproducir su morfología inicial basándose en testimonios que la conocieron antes de ser dañada por la cantera. Actualmente nos encontramos con una pequeña galería de unos 3.30 metros de anchura por unos 70 cm de altura que desciende hacia una única sala de forma ovalada de unos 9 metros de anchura por 5.50 de altura donde se encuentra el yacimiento principal. A principios de los años 70 fue superficialmente estudiada en superficie por J.A. Barquín, si bien es cierto que a finales de la década de los 80 (año 1987) sería el C.A.E.A.P. - Colectivo para la Ampliación de Estudios de Arqueología Prehistórica – quien visitase la cavidad y encontrase una buena colección de objetos y los primeros grabados no figurativos. La industria lítica encontrada consta de abundantes buriles, láminas y raspadores de silex , algunos cantos rodados con marcas de uso y fragmentos de azagayas. Se estudiaría en profundidad en el año 1991 por un equipo conjunto de la UC (César González Sainz) y miembros del citado colectivo (Ramón Montes Barquín y Emilio Muñoz). Estas investigaciones arrojaron un nivel estratigráfico muy dañado por la citada voladura, además de los diferentes paneles de grabados que veremos a continuación, afectados en gran parte por inscripciones actuales.

    Presenta varios paneles tanto de representaciones animales como de líneas no figurativas. El panel más destacado lo encontramos en el sector central, donde podemos ver dos ciervas y un caballo..y la inscripción TONI destruyendo su majestuosidad. No podemos olvidar la figura de un reno, un bisonte con raspado interior para darle volumen (y muy dañado), un caballo, una cierva y un cuadrúpedo indeterminado. En total 8 representaciones animales que por su morfología nos transportan al Magdaleniense Superior Final, es decir a una antigüedad de 12.000 años.

    Poco o nada se puede hacer ya por remediar las acciones vandálicas en la cueva de Sovilla. Debemos de entender que la concienciación por parte de la sociedad en general y por las empresas se produjo mucho después de su voladura, incluso más tarde de su descubrimiento. No se puede culpar a quien no tiene conciencia de hacer algo malo…otro caso es que quien lo hizo/haga sepa a ciencia cierta que con sus actos está privando al resto de miles y miles de años de historia. Y eso amigos, se llama delito. Y aunque parezca mentira, sigue ocurriendo hoy en día en Cantabria…otra cosa es que salga a la luz.

    Agradecimientos: GAEM Arqueólogos
    • CUEVA DE ALTAMIRA

      Podemos definir la cueva de Altamira como una de las grandes joyas,ya no solo de nuestra región, sino de toda la Peninsula Ibérica. Quién le iba a decir a M. Sanz de Sautuola que su nombre quedaría grabado en las paredes de esa enorme cavidad al igual que las decenas de representaciones pictóricas allí encontradas. Fue descubierta en el año 1875, y el propio Sautuola realizó las primeras excavaciones. Durante 4 años (1875-1879) encontró los grandes cuadrangulares negros del fondo de la cueva, aún sin saber que su hija daría un vuelco a la historia. Ese último año María (así se llamaba su hija), en un acto inocente, descubrió los maravillosos policromos que hoy ilustran miles de libros de historia. En el año 1880 Sautuola dio a conocer el resultado de sus investigaciones, siendo la comunidad científica muy escéptica en un primer momento. El posterior hallazgo de conjuntos rupestres en Francia a finales del XIX motivó que la cueva fuese reconocida por fin. A lo largo del siglo XX se han realizado diferentes estudios para profundizar más acerca de la cueva. Por ejemplo en 1906 H. Alcalde del Río publicó un estudio sobre las pinturas y las excavaciones en el vestíbulo. El trabajo/tratado más completo realizado hasta la actualidad vio la luz en el año 1935, y fue escrito por los arqueólogos H. Obermaier y H.Breuil. J. Gonzalez Echegaray ha sido de los últimos en estudiar el arte de la cavidad (sin incluir al CSIC ni a la comisión de investigación actual, ya que sus estudios se basan en la conservación). Se puede dividir en varias partes: En el vestíbulo se han encontrado niveles del Solutrense Superior y del Magdaleniense Inferior, con importantes restos de arte mobiliar (bastones de mando y huesos grabados). La zona denominada "cola de caballo" (galería final de la cueva) es la zona de mayor concentración de arte paleolítico. La Sala de los Polícromos es mundialmente conocida. Contiene un gran conjunto de bisontes de considerable tamaño, acompañados de una gran cierva y caballos. Las representaciones no solo son de animales, ya que también aparecen manos en negativo, signos antropomorfos e infinidad de elementos que han hecho que Altamira sea denominada como la "Capilla Sixtina del Arte Cuaternario". En la galería interior y en la sala central son frecuentes los grabados animales o naturalistas, como ciervos y caballos. En definitiva la cueva alberga arte y representaciones desde el Solutrense (18.000 a.C) hasta el Magdaleniense Inferior (16.500-14.000 a.C) de increíble calidad, las cuales al día de hoy no pueden ser visitadas por cuestiones de conservación.

  • CUEVA DE CULLALVERA

    La cueva de Cullalvera (Barrio de Anciruela, Ramales de la Victoria) es una de las cavidades más impresionantes de toda Cantabria. Posee una profundidad de varios kilómetros y durante la época de lluvias un riachuelo discurre por sus frías piedras. Aunque su importancia arqueológica es conocida desde 1906, no fue hasta el año 1954 cuando un equipo dirigido por J. Carballo encontró la joya que albergaba dentro. No hace mucho tiempo la gruta volvió a sorprender con nuevos descubrimientos. En el vestíbulo de la cueva fue hallada una aguja del Paleolítico Superior. Además sigue conservando dos pequeños testigos aislados en el vestíbulo. Las primeras representaciones es encuentran a unos 120 metros de la entrada. A unos 700 metros de la boca existe una salita lateral donde hay un panel con pinturas de color rojo y negro, creadas básicamente a base de símbolos y signos. Aproximadamente a 1 km de la entrada también existe un panel elevado con representaciones rupestres de color negro, destacando unos hermosos caballos completos de gran tamaño Unos 100 metros más adelante encontramos una serie de puntos rojos de pequeño tamaño. En este tramo estamos en la manifestación rupestre más profunda de toda Cantabria. Estilísticamente todo el conjunto pertenece al periodo Magdaleniense Medio/Superior (unos 13.500 años de antigüedad) .

    Agradecimientos: Tanea Arqueología
  • CUEVA DE LA PILA

    Estamos ante una de las historias más aberrantes (yo diría la más aberrante) de destrucción de patrimonio prehistórico de Cantabria. Si, cierto es, han pasado ya más de 3 décadas. Puede haber algún lumbreras que pueda decir "eran otros tiempos", "el sentimiento de protección del patrimonio en la sociedad no era el mismo" o un "no había ni leyes ni colectivos que lo protegiese". Las mismas escusas baratas, los mismos argumentos y el mismo modus operandi que en nuestros días. Y con todo, hoy tenemos leyes (Ley de Patrimonio 11/1998 e Inventario Arqueológico de Cantabria – INVAC), tenemos más colectivos (ACDPS es una de las Asociaciones más "longevas" de Cantabria y sigue activa, además de otras tantas) el sentimiento de protección del patrimonio en la sociedad es mayor que en los años 80…pero en Cantabria sigue pasando exactamente lo mismo: Se siguen destruyendo yacimientos, las Consejerías no hacen mucho ante el clamor de colectivos que con pruebas irrefutables lo argumentan, y la prensa sigue tapando este tipo de escándalos. No hemos evolucionado mucho la verdad, se intenta disipar con humo del estilo "¡esta legislatura construiremos el MUPAC!" una realidad verdaderamente preocupante en Cantabria: Nadie en Cantabria, NADIE (ni siquiera los Directores que dicen "no te preocupes, que de la arqueología me encargo yo") se atreve a gestionar el problema del patrimonio y de nuestros yacimientos.

    Pero volviendo a la cueva de La Pila y su entorno, hagamos una afirmación que ningún arqueólogo, prehistoriador o colegiado podrá negar: La cueva de La Pila y su entorno fue sin lugar a duda el yacimiento más rico del Paleolítico Inferior de toda Cantabria. Miles (si si, miles) de piezas líticas donde destacaban hendedores, bifaces, choppers y un largo etc que aparecían dispersos y en concentraciones importantes por todos los pequeños cerros kársticos de las inmediaciones. Y hoy, gracias a la Cantera de Solvay (ya inactiva) de Cuchía tanto la cueva como el yacimiento ya no existe. Pero veamos cronológicamente todos los acontecimientos. La cantera de Cuchía fue desde 1927 el principal proveedor de caliza (el carbonato cálcico es una de las materias primas para hacer carbonato sódico) de la archiconocida Solvay de Torrelavega. Como se puede apreciar en la imagen aérea del año 1956-57, la cantera "crecía" de Oeste a Este en dirección contraria a la ría de San Martín de la Arena. Todavía son evidentes los diferentes promontorios karsticos citados previamente donde iban apareciendo de las miles de piezas de industria lítica. La cueva fue "descubierta" y sondeada en estas fechas (década de los 50) por el equipo de Camineros de la Diputación, si bien es cierto que los vecinos de la localidad serían los primeros en conocer su importancia arqueológica ya que al realizar extracciones de arcilla en su interior, se toparon con varios enterramientos (se cree que de la Edad del Bronce). Años más tarde, en la década de los 70, tanto miembros del Seminario Sautuola en primera instancia como miembros del CAEAP - Colectivo para la Ampliación de Estudios de Arqueología Prehistórica y de la ACDPS - Asociación Cántabra para la Defensa del Patrimonio Subterráneo a finales de la misma, investigaron y prospectaron la zona. Sería en este momento (finales de los 70/principios de los 80) en el mayor auge de hallazgos tanto en la cueva como en su entorno, cuando ambos colectivos denunciaron el avance de la cantera hacia este excepcional espacio.

    El 5 de Septiembre de 1980 la ACDPS envío un informe a la Delegación Provincial de Cultura con los resultados de las citadas prospecciones y hallazgos conjuntos, con el único y urgente objetivo de iniciar la tramitación del expediente para declarar la cueva (al menos) Monumento de Interés Histórico-Artístico. Casi tres meses después desde su registro, se notificó a Solvay el cese de las voladuras en la zona de la cueva. "¡El Sistema funciona!" pensarían algunos. Nada más lejos de la realidad...la empresa realiza una voladura más en la primera quincena de Diciembre de 1980, algo que no destruye la cueva pero que si afecta al suelo de la cavidad más próximo a la cantera que se acercaba a su boca. El 20 de Enero de 1981 aparece una estrambótica noticia en el Diario Alerta (pagina 8) que reza lo siguiente: "Unos 700 millones (de pesetas) puede costar a Solvay si declaran Monumento Histórico-Artístico la cueva de la Pila, en Cuchia". Bajo este alarmista titular se hace mención a que el informe había sido elaborado por la Consejería Provincial de Bellas (totalmente falso, ya que fue entregado por la ACDPS) y concluía con un apartado que el periodista titulaba "La cueva prácticamente destruida" (también falso). Más adelante, en dicho apartado, comentaba que había tenido una entrevista con el Delegado de Cultura donde se afirmaba (también falso) "A renglón seguido le hicimos ver, porque el Delegado lo desconocía, que la cueva estaba prácticamente derrumbada y no ofrecía valor arqueológico alguno". Periodismo del bueno..como en pleno siglo XXI. Debido al escándalo que supuso, la Delegación de Cultura propuso una visita conjunta a finales de mes en la que participaban representantes de la citada Delegación, ingenieros de Solvay, miembros de la ACDPS y del Colectivo Negro Camargo y el por aquel entonces Director del Museo Provincial de Prehistoria de Santander (hoy MUPAC), Miguel Ángel García Guinea. En esa visita se certificó que la cueva se encontraba en perfecto estado aún.

    En Septiembre de 1981, con las voladuras paralizadas y cuando todos esperaban la declaración de Monumento Histórico-Artístico, se publica una noticia no oficial en la prensa de Cantabria diciendo que el expediente de tramitación había sido archivado por la Subdirección de Arqueología y que por lo tanto Solvay podía seguir con la Cantera. ¿Cooooooomoooo?. A mi me recuerda al caso de Parking Blendium. Un mes más tarde, cuando se localizan manchas de pintura roja al final de la misma, se detecta en la misma visita que ya están perforando muy muy cerca para hacer una voladura. Entre los años 1983-1985, en condiciones ya difíciles, se realiza una intervención de urgencia dirigida por C. Gutiérrez Sáez y F. Bernaldo de Quirós antes de que se pierda absolutamente todo. A finales de la citada década, la cueva y su entorno ya habían desaparecido. Es curioso además, que la voladura de La Pila sería de las ultimas realizadas en ese frente de la cantera, hay testigos (y antiguos trabajadores de la cantera) que dicen que se voló "Por sus santos cojones, no porque hiciese falta". A partir de aquí, sacad vuestras propias conclusiones y sigamos absortos por ver donde construyen el MUPAC. Cantabria Infinita lo llaman..

    Bigliografía:"Memorias 1980-1981. ACDPS - Asociación Cántabra para la Defensa del Patrimonio Subterraneo" -Emilio Muñoz Fernández, Virgilio Fernández Acebo y Carmen San Miguel.
  • CUEVA DE LA LASTRILLA

    La cueva de La Lastrilla es uno de los iconos de la prehistoria, ya no solo del municipio de Castro Urdiales, sino de toda Cantabria. Esta majestuosa cavidad, conocida (como veremos a continuación) desde hace milenios por los pobladores de Samano e inmediaciones, es una maravilla tanto geológica como arqueológicamente. No en vano, hasta los antiguos moradores de la colonia de Flaviobriga (en el actual núcleo urbano de Castro Urdiales) eran sabedores de su existencia, constatándose restos de cerámica romana en el vestíbulo de la misma.

    No obstante, su valor arqueológico fue puesto en valor a mediados del siglo pasado. Concretamente en la década de los 50 y 60, donde La Lastrilla se prospectó por el equipo de Camineros de la Diputación. Años más tarde sería prospectada y excavada por Felix Gonzalez Cuadra, quien localizaría el primer panel de grabados (además de excavar los enterramientos que citaremos más adelante). No debemos olvidar que, gracias al ego y la titulitis universitaria y administrativa del sector más "académico" de Cantabria, nos hemos visto privados de recuperar para la ciudadanía la colección Gonzalez Cuadra (ya fallecido). Esta colección estuvo a punto de ser recuperada y expuesta en Castro Urdiales y finalmente no se pudo llevar a cabo. No olvidemos que esta colección privada alberga increíbles piezas que ni siquiera alberga el propio Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria posee. Además, se perderá y diluirá por completo (en subastas y ventas privadas) dada la ineptitud e ineficacia de aquellos que quisieron (y quieren) demonizar todo aquello que hizo Gonzalez Cuadra hace ya más de 50 años. Volviendo a las investigaciones, a partir del año 1975 se encarga de su exploración el Grupo Espeleológico La Lastrilla (G.E.L.L.), quienes han realizado diferentes hallazgos tanto de manifestaciones de arte rupestre como de materiales arqueológicos de gran interés. A finales del siglo pasado, gracias al trabajo de divulgación y documentación realizado por Juan Tomás Molinero Arroyabe y Jose Francisco Arozamena Vizcaya, se publican diferentes documentos donde se indaga aún más en las investigaciones de la cavidad. Por último, ya en este siglo XXI, se ha llevado a cabo un gran proyecto de documentación y estudio global de las manifestaciones artísticas de la cavidad (Molinero y Arozamena 1993; Molinero 2000; Molinero et ali 2002; Montes et ali 2007; Garcia Diez et ali 2007), además de alguna que otra pequeña intervención arqueológica en el vestíbulo de la misma (Rasines, P.; Morlote, J.M. 2006).

    No cabe duda de que nos encontramos en una cueva espectacular prácticamente desconocida fuera del ámbito académico. Una cueva que, incluso (dada su ubicación), podría ofrecernos algo más en relación a poder mostrar al público algo más que una "verja". No obstante, en Cantabria nos gusta mucho más presumir de trenes que nunca llegan, de minas de zinc que no existen…y en definitiva, de mucho humo y poca inversión cultural más allá de los proyectos de cabecera "afines" (que tapan mucho, por cierto). Cantabria Infinita lo llaman…

    Bibliografía: "Carta Arqueológica de Castro Urdiales (Cantabria). Paleolítico-Edad del Hierro. Ayuntamiento de Castro Urdiales". Juan Tomas Molinero Arroyabe, 2000.
    Fotografías y agradecimientos: GAEM Arqueólogos.
    • EL OTERO

      La cueva de El Otero (Secadura, Voto) es una cavidad que marcó un antes y un después en el estudio de las cuevas en Cantabria y en el Norte Peninsular. Y no, es probable que nunca hayas oído hablar de ella fuera del ámbito más científico o solo la conozcas si vives en las inmediaciones del valle de Aras. Pero no debemos perder el foco, ya que sus excavaciones (dirigidas por Joaquín González Echegaray y Miguel Ángel García Guinea) en el año 1963 y lo atípico de sus grabados hacen que estemos en un lugar muy especial.

      Fue descubierta por el ilustre padre Lorenzo Sierra en 1908, si bien siempre se ha atribuido su hallazgo un año después (en 1909). Fue citada por Hugo Obermaier en "El Hombre Fósil" (1916), extendida publicación sobre la comisión de investigaciones paleontológicas y prehistóricas y ampliamente difundido a principios del siglo XX y que nos hablaba de un abundante depósito magdaleniense. Años más tarde, el padre Carballo haría referencia a la misma y nuevamente a la importancia de su material magdaleniense. Sería en el año 1963 cuando fuese excavada por el Seminario de Prehistoria y Arqueología Sautuola del Museo de Prehistoria de Santander. Bajo la dirección de Joaquín Gonzalez Echegaray y Miguel Ángel García Guinea se realizaría un planteamiento de estudio multidisciplinar (estudio arqueológico, paleontológico y polínico) pionero para la época, quedando reflejados sus resultados en la publicación "Excavaciones Arqueológicas de España nº53 – Cueva del Otero" en el año 1966. Verdaderamente un referente en su momento (y en nuestros días). Pasarían dos décadas desde la intervención arqueológica hasta que miembros del Colectivo para la Ampliación de Estudios de Arqueología Prehistórica – CAEAP descubriesen en 1983 unos finos grabados al fondo de la cueva que destacaban enormemente por su sencillez y sobre todo por la rareza de su tipología, más propia del arte mueble que del arte rupestre.

      No cabe duda de que El Otero fue pionera por varios de los aspectos citados (metodología multidisciplinar y lo inusual de sus grabados). Desgraciadamente, como ocurre con gran parte de las cuevas en Cantabria que no "interesan turísticamente", no tiene cabida en la sociedad en general ni en el interés de aquellos que nos gobiernan. Más interesados en crear aquaparks paleolíticos (chiringuitos más bien) que en difundir la cultura del Paleolítico Superior. Cantabria Infinita lo llaman..

      Bibliografía: "Excavaciones Arqueológicas de España nº53 – Cueva del Otero" (1966). Joaquín Gonzalez Echegaray y Miguel Ángel García Guinea.

      "Los grabados rupestres paleolíticos de la cueva del Otero (Secadura, Cantabria)" Sautuola IV (1985). Emilio Muñoz Fernández, Carmen San Miguel Llamosas y Cesar González Sainz.

      Agradecimientos: GAEM Arqueólogos

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    HORARIOS

    Cerrado el 1 y 6 de Enero, el 24, 25 y 31 de Diciembre.

    Temporada baja: Del 1 de noviembre al 28 de febrero

    • Lunes y martes CERRADO.
    • Miércoles a viernes de 9:30h a 15:30h (última visita 14:40h).
    • Sábados y domingos, el 1 de noviembre y 6 de diciembre de 9:30h a 14:30h (última visita 13.40 h) y de 15:30h a 17:30h (última visita 16:40 h).

    Cerrado el 1 y 6 de enero, 24, 25 y 31 de diciembre.

    Temporada media: Del 1 de marzo al 14 de junio y del 16 de septiembre al 31 de octubre

    • Lunes y martes CERRADO.
    • Miércoles a domingo de 9:30h a 14:30h (última visita 13:40h) y de 15:30h a 18:30h (última visita 17:40h).

    Temporada alta: Del 15 de junio al 15 de septiembre

    • Lunes CERRADO
    • Martes a domingo de 10:30h a 14:30h (última visita 13:40h) y de 15:30h a 19:30h (última visita 18:40h).

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