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Grabado en la Cueva de Las Chimeneas

La Cueva de las Chimeneas fue descubierta por Alfredo García Lorenzo (ingeniero de Diputación) en el año 1953, cuando se abría paso hacia Las Monedas y La Pasiega. Los accesos a la misma son bastante eran bastante complicados (hoy en día existen escaleras), ya que las dos partes de la caverna se encontraban separadas por grandes conductos verticales. En su interior se pueden ver claramente tres zonas decoradas. En la primera, donde se cree que se encontraba la entrada, contiene maravillosas figuras de animales, creadas con la técnica del grabado digital. En la segunda zona (hacia el fondo) existen una serie de símbolos rectangulares creados en color negro. Y en la tercera y última zona encontramos representaciones de cabras, uros y ciervos, todos ellos representados en negro. Debemos de destacar también las maravillosas formaciones (estalactitas y estalagmitas) que alberga la planta inferior (20 metros por debajo de la primera). La antigüedad de las pinturas ha sido calculada en un período situado entre los 16.000 y 20.000 años, correspondiente al Solutrense Superior y Magdaleniense Inferior.

 

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  • CUEVA DE LOS MARRANOS

    La cueva de Los Marranos es una cavidad que a buen seguro puede ofrecer alguna sorpresa más a corto/medio plazo. Y no será porque su actual yacimiento no tenga importancia dentro de la prehistoria de Cantabria, todo lo contrario. Es debido a que hace un par de años (2017) se realizo un estudio en cuevas donde ya se conocía la existencia de arte rupestre, apareciendo nuevamente gracias a técnicas de análisis multiespectral conjuntos de pinturas prácticamente borradas por el tiempo. Y Los Marranos, al igual que La Llosa (Villaescusa), Micolón o Porquerizo (ambas en Rionansa), será una de las candidatas a albergar nuevos conjuntos en el estudio que sino se está realizando ya..poco le falta.

    Al igual que decenas de cavidades de nuestra comunidad fue reconocida en los años 50 por los camineros de la Diputación, quienes realizarían por aquel entonces un pequeño sondeo en su interior. Se cree, ya que no hay nada documentado como tal, que uno de los lotes de materiales que se conserva en los archivos del MUPAC pertenece a dicha excavación. No sería hasta la década de los 70 cuando el Speleo Club Cántabro se adentrase en sus entrañas y encontrase, además de materiales arqueológicos, las manifestaciones rupestres que hoy todos conocemos.

    No cabe duda de que Los Marranos nos deparará alguna que otra sorpresa sin mucho tardar. Los diferentes estudios que se están realizando con técnicas de análisis multiespectral en estos últimos años en Cantabria están arrojando unos resultados espectaculares, ahondando en cavidades estudiadas al milímetro (como las del yacimiento del monte Castillo) y encontrando restos pictóricos donde a simple vista el ojo no alcanza. Es por esto por lo que Los Marranos será, casi con toda certeza, candidata a copar alguna que otra portada ?

    Bibliografía: "Las cuevas con arte paleolítico en Cantabria (2002)". A.C.D.P.S.
  • CUEVA DE ALTAMIRA

    Podemos definir la cueva de Altamira como una de las grandes joyas,ya no solo de nuestra región, sino de toda la Peninsula Ibérica. Quién le iba a decir a M. Sanz de Sautuola que su nombre quedaría grabado en las paredes de esa enorme cavidad al igual que las decenas de representaciones pictóricas allí encontradas. Fue descubierta en el año 1875, y el propio Sautuola realizó las primeras excavaciones. Durante 4 años (1875-1879) encontró los grandes cuadrangulares negros del fondo de la cueva, aún sin saber que su hija daría un vuelco a la historia. Ese último año María (así se llamaba su hija), en un acto inocente, descubrió los maravillosos policromos que hoy ilustran miles de libros de historia. En el año 1880 Sautuola dio a conocer el resultado de sus investigaciones, siendo la comunidad científica muy escéptica en un primer momento. El posterior hallazgo de conjuntos rupestres en Francia a finales del XIX motivó que la cueva fuese reconocida por fin. A lo largo del siglo XX se han realizado diferentes estudios para profundizar más acerca de la cueva. Por ejemplo en 1906 H. Alcalde del Río publicó un estudio sobre las pinturas y las excavaciones en el vestíbulo. El trabajo/tratado más completo realizado hasta la actualidad vio la luz en el año 1935, y fue escrito por los arqueólogos H. Obermaier y H.Breuil. J. Gonzalez Echegaray ha sido de los últimos en estudiar el arte de la cavidad (sin incluir al CSIC ni a la comisión de investigación actual, ya que sus estudios se basan en la conservación). Se puede dividir en varias partes: En el vestíbulo se han encontrado niveles del Solutrense Superior y del Magdaleniense Inferior, con importantes restos de arte mobiliar (bastones de mando y huesos grabados). La zona denominada "cola de caballo" (galería final de la cueva) es la zona de mayor concentración de arte paleolítico. La Sala de los Polícromos es mundialmente conocida. Contiene un gran conjunto de bisontes de considerable tamaño, acompañados de una gran cierva y caballos. Las representaciones no solo son de animales, ya que también aparecen manos en negativo, signos antropomorfos e infinidad de elementos que han hecho que Altamira sea denominada como la "Capilla Sixtina del Arte Cuaternario". En la galería interior y en la sala central son frecuentes los grabados animales o naturalistas, como ciervos y caballos. En definitiva la cueva alberga arte y representaciones desde el Solutrense (18.000 a.C) hasta el Magdaleniense Inferior (16.500-14.000 a.C) de increíble calidad, las cuales al día de hoy no pueden ser visitadas por cuestiones de conservación.

  • CUEVA DE EL CASTILLO

    Con una fecha aproximada de 40.800 años, las pinturas de la cueva del Castillo de Cantabria han sido datadas como una de las primeras realizadas por los humanos modernos, aunque también pudieron haber sido realizadas por los Neandertales. Según señala A. Pike, investigador arqueólogo de la Universidad de Bristol (Reino Unido), basando estos resultados en las dataciones realizadas por su equipo, tras estudiar docenas de pinturas de un total de 11 cuevas del norte de España.

    Esta gruta es un icono de gran valor para conocer como vivían los cantabros de la prehistoria. En Europa es una de las más relevantes, no solo por la antiguedad de las pinturas que alberga, sino por cualquiera de sus elementos. Se debe destacar su nivel de estratificación, ya que posee 25 niveles diferentes, lo cual hace de esta cueva algo increíble. Su descubrimiento se produjo allá por el año 1903, por el señor Hermilio Alcalde de Río. El descubridor no quiso poner el peligro todo lo que allí acontecía, hasta que en el año 1906 comenzó ha mostrar al mundo su gran hallazgo. El patrimonio arqueológico que había en Puente Viesgo llegó a oídos del Príncipe Alberto I de Mónaco, gran amante de la prehistoria y de los yacimientos arqueológicos. Este decidió, en el año 1910, apadrinar la investigación que seria dirigida por el propio Hermilio Alcalde del Río y otros colaboradores como Herny Breuil, Paul Wernert y Hugo Obermaier. Las excavaciones iniciales durarían 4 años, descubriéndose infinidad de materiales y pinturas rupestres. La primera Guerra Mundial truncaría las investigaciones, pero hasta entonces se habían descubierto diferentes niveles estratigráficos (unos dicen que 25 y otros que 26) que demostraban la existencia de ocupación humana a lo largo de 150.000 años. Al terminar la guerra no se reanudaron los trabajos y hubo que esperar al año 1980 para que de nuevo hubiese actividad en la cueva del Castillo. En esos años Victoria Cabrera y Federico Bernardo de Quirós se pusieron manos a la obra, centrando sus investigaciones en la franja que agrupa entre los 50.000 y los 36.000 años. Sus investigaciones dieron a conocer teorías tan impresionantes como que los neandertales y los humanos modernos llegaron a coexistir, revocando así la teoría tradicional que dice que ambos no poseían interrelación. Todos estos descubrimientos se realizaron en el yacimiento encontraron en el “exterior” de la cueva, justo a la entrada que hoy en día conocemos. Las obras que se han realizado para la mejora de los accesos e instalaciones han dato lugar a una cubierta artificial sobre la cueva tal y como era en la antigüedad. Justo debajo de esta cubierta se encuentra el gran yacimiento estratigráfico, el cual posee una altura de entre 18 y 20 metros. Una vez adentrados en su interior nos encontramos una cavidad fascinante. Posee alrededor de 759 metros de profundidad, de los cuales 500 metros son de recorrido en la visita. Los restantes solo están a disposición de privilegiados investigadores. En su interior existen unas 300 pinturas rupestres, de las cuales 200 son de animales, 50 de signos y otras tantas de manos en negativo. Para realizar las manos en negativo tan solo ponían su mano y soplaban a través de pajas oxido de hierro, abundante en la zona. De ese medio centenar de manos la gran mayoría son manos izquierdas, lo que da a entender que los hombres o mujeres que lo pintaron eran diestros. En su interior cabe destacar el lugar conocido como “techo de las manos”, donde vemos una gran agrupación de las mismas junto a figuras de bisontes, caballos, ciervas, etc. Además muchas formas encontradas en su interior (una hilera de puntos de oxido o diversas formas geométricas) dejan lugar a la imaginación. Sus pinturas y grabados, con variedad de estilos y técnicas, hacen deducir a los expertos que pertenecen a varias épocas del Paleolítico Superior, entre 20000 y 13000 años de antigüedad. Esta cueva es la gran joya de todo el conjunto.

    • CUEVA DE LAS MONEDAS

      Es increíble como la casualidad nos brinda la oportunidad de ver esta maravilla. En el año 1952 el guarda forestal de la zona, D. Isidro Blanco, se encontraba realizando una roza para plantar eucalipto. Él y el guarda de las cuevas, Don Felipe Puente (que le acompañaba) recordaron que de niños jugaban en la entrada mientras cuidaban de su rebaño de ovejas. En un primer momento se llamo Cueva de los osos, debido a la gran cantidad de restos óseos de los mismos encontrados en su interior. Su nombre cambio pronto ya que allí se encontraron monedas de la época de los Reyes Católicos, dando a si lugar a pensar que estas grutas eran conocidas desde hace muchísimos años. Posee unos 800 metros de longitud, lo que hace de ella la más extensa del yacimiento. Poco después de su entrada nos podremos encontrar una sala con un valioso conjunto de pinturas, del cual cabe destacar sus cuatro pinturas de un reno (realizadas en negro) y la imagen de un oso. Esto nos da ha entender que estas pinturas se realizaron en una época fría, ya que estos animales poblaban esta región en el Magdaneliense Superior (hace 12.000 años). Cabe destacar que, junto a la Cueva del Castillo, Las Monedas es la otra cueva visitable del yacimiento. Tanto La Pasiega como Chimeneas estuvieron abiertas en la antigüedad, pero la erosión y el desgaste que provocaban estas visitas en las pinturas hicieron que las grutas se cerrasen al público. Tan solo investigadores y visitar muy puntuales pueden acceder a su interior.

  • LA CUEVA DE LA LLOSA

    Hace miles de años el actual municipio de Villaescusa y su entorno eran un lugar propicio para la vida. Cavidades en el entorno de La Castañera, La Peñona o el Mazo Morín (cueva de Morín y cueva del Oso) nos recuerdan su importancia desde los albores de la humanidad, ya no solo en cuanto a los hábitats ocupacionales de sus cuevas en la prehistoria, sino de la importancia de los ritos funerarios e incluso de la presencia romana milenios más tarde. La actividad minera en todo el entorno del macizo de Peña Cabarga, la cercanía y navegabilidad hasta La Concha de Villaescusa (aunque hoy en día no lo podamos apreciar) hicieron que el imperio romano también tuviese peso en la zona. Todo ello conocido ya por los antiguos pobladores de Cantabria en las inmediaciones del macizo en una de las etapas más apasionantes de nuestra historia: La Edad del Bronce y la Edad del Hierro. Como olvidar el Caldero de Cabárceno, uno de los iconos de nuestra tierra. ¿Qué porque esta pequeña síntesis espacio/temporal? Muy sencillo: Porque en menor medida, pero no por ello menos importante, la Cueva de la Llosa posee vestigios de todas estas épocas entre sus paredes. Y es curioso que, fuera del ámbito académico, sea una total desconocida.

    No existe una fecha exacta sobre su descubrimiento, si bien se tiene la certeza de que fueron los miembros del CAEAP - Colectivo para la Ampliación de Estudios en Arqueología Prehistórica - quienes pusieron en auge su valor arqueológico a principios de la década de los 80 del siglo pasado. Años más tarde, en 1996, dentro de la elaboración del Inventario Arqueológico del municipio de Villaescusa, el gabinete arqueológico GAEM descubriría en su interior manifestaciones rupestres. De este modo se reafirmaría la importancia del yacimiento paleolítico encontrado en superficie previamente. Poco después se realizó una investigación en profundidad (tanto del arte rupestre como de los materiales hallados) donde participaron miembros del citado gabinete (Emilio Muñoz / Ramón Montes) y de la Universidad de Cantabria (César González Sainz / Roberto Cacho Toca). En los últimos años se ha hablado de la posibilidad de retomar los estudios (ver aquí) en la cavidad y así poder contextualizar diferentes estaciones rupestres pre-magdalenienses con similitudes, pero sin concretarse de momento nada de nada.

    Nuevamente, y como ocurre en decenas de yacimientos de Cantabria, nos encontramos con una cavidad que aún alberga potencial en cuanto a su investigación y desarrollo arqueológico. Además, tal y como veremos a continuación gracias a sus materiales, con un arco cronológico que nos traslada desde el Paleolítico Superior hasta época romana.

    Agradecimientos: Omar Dominguez Marcos

  • LA CUEVA DE CUDON

    La cueva de Cudón (Miengo, Cantabria) es una de las joyas olvidadas de nuestra región. Imaginemos el arco Cantábrico en el Gravetiense arcaico: una época fría en toda nuestra vertiente donde abundaban especies como el mamut y los capridos. Hablando de una cueva con arte rupestre podríamos atar cabos y, sin saber mucho más, pensar que en su interior existen diferentes representaciones animales capaces de dejarnos con la boca abierta..pues no, en Cudón no. "Que desilusión" pensarán muchos, sin siquiera saber que los últimos estudios en su oscuro interior nos acercan a una hipótesis de lo más fascinante. Una tendencia única y diferenciada en una época que, por definición, asociamos siempre a grandes artistas prehistóricos. Estamos hablando del aniconismo, una total ausencia de representaciones gráficas relacionadas con alguna creencia o elemento naturalista (animales, personas, etc) en particular. No confundir con "iconofobia", donde existe miedo o recelo a las imágenes o figuras citadas previamente, pudiendo incluso llegar a destruir cualquier representación de aquello que no comparte. De hecho, tras muchos estudios e interpretaciones, se cree que esa más que posible tendencia "anicónica" convivió con arte rupestre coetáneo a su época relacionado con motivos animales. Esto nos habla de una variante socio-cultural diferenciada, tal vez más unida a lo sensorial (como luego veremos) y espiritual…a su modo.

    Volviendo a la cavidad, se sitúa por debajo de la carretera que une las localidades de Requejada y Miengo, justo en el núcleo urbano de Cudón (viva el entorno de protección). Se trata de un sumidero con una longitud total de unos 2 kilómetros, conformándose en su interior unas paredes y techos prácticamente lisos. Descubierta en 1929, fue posteriormente investigada por Alcalde del Río, H. Breuil, Obermaier y Carballo, quienes ya por aquel entonces hicieron hincapié en la existencia de algunas pinturas y del yacimiento arqueológico existente (sobre todo en el vestíbulo). Hasta la década de los años 80 del pasado siglo no fue documentada con cierto detalle (Muñoz, San Miguel y Gómez 1991), encontrándose de igual modo otro gran número de manifestaciones de arte rupestre. Desde el año 2011 el gabinete arqueológico GAEM lleva a cabo un estudio sistemático de esta cavidad tanto en el yacimiento arqueológico como en el análisis de las manifestaciones pictóricas, siendo ellos quienes plantean la hipótesis aniconista (con gran acogida) no solo de esta cueva, sino de otras cavidades coetáneas de la vertiente Cantábrica con representaciones similares que apoyan esta teoría.

    Al día de hoy conocemos que su boca permaneció sellada como tal hasta su descubrimiento en 1929, realizándose pequeñas incursiones a través de pequeños accesos durante la Tardoantigüedad y la Alta Edad Media. Esta información se conoce sobre todo gracias a la datación de una serie de pinturas negras (carbonosas) datadas por Carbono 14 en esas épocas históricas y por algunos materiales hallados (en paradero desconocido) en las primeras excavaciones de los años 30. Los últimos estudios, dirigidos por Ramón Montes Barquín, revelan que el acceso desde el vestíbulo a las zonas interiores de la cueva pudo estar cegado durante el tramo final del Paleolítico Superior, pudiendo ser esta la razón por la cual no existe en esta zona registro grafico posterior al período Gravetiense. Todo lo contrario que en el citado vestíbulo, muy dañado por las excavaciones en los años 30, donde se encuentran niveles del Paleolítico Superior y Medio. No debemos olvidar una cita de Alcalde del Río (1934) donde también menciona la presencia de evidencias Magdalenienses, de las que tan solo se conserva una azagaya en el MUPAC.

    Estamos, en definitiva, ante un increíble yacimiento que permanece en el olvido administrativo. Un ejemplo clarificador: Este mismo año (2014), en plena campaña electoral se dio a conocer el hallazgo de una pequeña cavidad con arte rupestre en el desfiladero de La Hermida, la cueva de Aurea. Menos de 20 m2 en una escarpada pared, prácticamente inaccesible, que fue visitada por el Presidente de Cantabria, el Consejero de Cultura y decenas de medios de comunicación. Video-reportaje incluido nos explicaron cómo las 2-3 representaciones pictóricas (esquemáticas) que albergaba serían uno de los motores económicos y de investigación del municipio de Peñarrubia…Cudón está al pie de la carretera y tiene más de 700 representaciones entre representaciones y grabados…y nadie se acuerda de ella.

    Bibliografía: "El conjunto rupestre de la Cueva deCudón (Miengo, Cantabria) y otros conjuntos análogos del centro de la Región Cantábrica: ¿Evidencias de aniconismo en el arte rupestre paleolítico?" - Ramón Montes Barquín, Emilio Muñoz Fernández, José Manuel Morlote Expósito Silvia Santamaría Santamaría y Antonio J. Gómez Laguna.
    Agradecimientos: GAEM Arqueólogos
  • CUEVA DE CULLALVERA

    La cueva de Cullalvera (Barrio de Anciruela, Ramales de la Victoria) es una de las cavidades más impresionantes de toda Cantabria. Posee una profundidad de varios kilómetros y durante la época de lluvias un riachuelo discurre por sus frías piedras. Aunque su importancia arqueológica es conocida desde 1906, no fue hasta el año 1954 cuando un equipo dirigido por J. Carballo encontró la joya que albergaba dentro. No hace mucho tiempo la gruta volvió a sorprender con nuevos descubrimientos. En el vestíbulo de la cueva fue hallada una aguja del Paleolítico Superior. Además sigue conservando dos pequeños testigos aislados en el vestíbulo. Las primeras representaciones es encuentran a unos 120 metros de la entrada. A unos 700 metros de la boca existe una salita lateral donde hay un panel con pinturas de color rojo y negro, creadas básicamente a base de símbolos y signos. Aproximadamente a 1 km de la entrada también existe un panel elevado con representaciones rupestres de color negro, destacando unos hermosos caballos completos de gran tamaño Unos 100 metros más adelante encontramos una serie de puntos rojos de pequeño tamaño. En este tramo estamos en la manifestación rupestre más profunda de toda Cantabria. Estilísticamente todo el conjunto pertenece al periodo Magdaleniense Medio/Superior (unos 13.500 años de antigüedad) .

    Agradecimientos: Tanea Arqueología
    • CUEVA DE LA GARMA

      La Garma no solo es un icono del Paleolítico, sino un estandarte en la historia de Cantabria. El castro que albergó el monte del mismo nombre, la ocupación de sus cuevas. Su gris e inerte piedra ha sido testigo de infinidad de acontecimientos que cambiaron nuestro destino y el de los antiguos cántabros. Veamos parte de lo que supuso y supone la cavidad: Es una increíble surgencia de 3 pisos fósiles y abundantes formaciones kársticas, muy típicas de la zona. En el piso superior se encuentra la única entrada transitable al día de hoy, la cual nos lleva por un pequeño vestíbulo hacia una sinuosa galería. Al llegar al final de esta encontramos una sima que nos lleva hasta el piso intermedio, el cual tuvo entrada hace miles de años y es más amplio que el primero. Si recorremos entero este nivel vemos que existe al final de la galería otra sima que nos llevaría hasta la parte central del piso inferior. Este nivel posee corredores y salas de un tamaño considerable, sobre todo la zona que pudo ser el antiguo vestíbulo en la Prehistoria. Desde el piso inferior podemos descender por una tercera sima hasta el nivel activo de la surgencia, por donde transcurre un río subterráneo.

      El hallazgo de la cueva se produjo fruto de la casualidad a principios de los años 90 del siglo pasado. Con motivo del descubrimiento de otra cavidad, La Garma B, los componentes del G.E.I.S. Carballo y Raba dieron con la boca y el yacimiento del piso superior. A partir de aquí las sorpresas vendrían de manera continua. En el año 1996, un año después del descubrimiento y durante el transcurso de una intervención arqueológica dirigida por Pablo Arias y Roberto Ontañon (actual director del MUPAC), se descubre la galería de pinturas en el piso inferior. Fruto de la casualidad dos miembros del equipo, J.M. Ayllón y A. Serna, hallaron las representaciones durante sus trabajos de topografía del yacimiento.

      Al día de hoy los trabajos de documentación continúan por parte del Dpto de Ciencias Históricas de la Universidad de Cantabria. Los niveles estratigráficos del vestíbulo son de gran valor, con niveles de enterramientos humanos y de habitación del Mesolítico y del Paleolítico Superior y Antiguo. En el piso intermedio se han encontrado diferentes restos paleontológicos de osos e industrias del Paleolítico Inferior. Hasta aquí parece impresionante el contenido de La Garma, pero nada más allá. Lo más increíble es que en el piso inferior existen tres yacimientos diferentes totalmente intactos. Se han documentado un yacimiento de habitación magdaleniense en el antiguo vestíbulo con estructuras complejas. Debajo de los paneles principales de pinturas existe otro yacimiento paleolítico en superficie, y justo debajo de la sima que comunica la galería intermedia con la galería intermedia existen restos de varias inhumaciones de la época altomedieval. Sencillamente impresionante. Las manifestaciones rupestres están por casi todo el piso inferior. Al tener tantísima información y documentación que estudiar, el arte paleolítico es todavía poco conocido. Dentro del antiguo vestíbulo, entre las manifestaciones, destaca la presencia de un gran caballo pintado en negro y de gran naturalismo, así como un gran número de signos representados en rojo. Más al interior, en el piso inferior, aparece un gran panel con pinturas rojas con el contorno grabado, representando el tren delantero de un bóvido, un cérvido y varias cabras. Desde aquí, hasta una pequeña sala, podemos ver infinidad de símbolos y manos en negativo. Todas las manifestaciones aquí encontradas engloban un abanico de periodos estilísticos: II, III y IV de Leroi-Gourhan, abarcando un arco cronológico de entre 29.000 y 13.500 años.

    HORARIOS

    Las Chimeneas NO ES VISITABLE. El horario del resto de cuevas del yacimiento es el siguiente. Cerrado el 1 y 6 de Enero, el 24, 25 y 31 de Diciembre.

    Temporada baja: Del 1 de noviembre al 28 de febrero

    • Lunes y martes CERRADO.
    • Miércoles a viernes de 9:30h a 15:30h (última visita 14:40h).
    • Sábados y domingos, el 1 de noviembre y 6 de diciembre de 9:30h a 14:30h (última visita 13.40 h) y de 15:30h a 17:30h (última visita 16:40 h).

    Cerrado el 1 y 6 de enero, 24, 25 y 31 de diciembre.

    Temporada media: Del 1 de marzo al 14 de junio y del 16 de septiembre al 31 de octubre

    • Lunes y martes CERRADO.
    • Miércoles a domingo de 9:30h a 14:30h (última visita 13:40h) y de 15:30h a 18:30h (última visita 17:40h).

    Temporada alta: Del 15 de junio al 15 de septiembre

    • Lunes CERRADO
    • Martes a domingo de 10:30h a 14:30h (última visita 13:40h) y de 15:30h a 19:30h (última visita 18:40h).

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