cargando

Hace unas semanas me llegó un whatsapp con un mensaje más o menos como este "Oye, no sé si sabrás que han retomado las obras en el parking de Suances y que van a taparlo". Mi respuesta fue algo así (lo siento los borro, que si no escribiría exactamente lo que ponía): "¿Y que quieres que yo le haga?, sino puedes hacer nada tú…imagínate yo". Podéis llegar a pensar por el contexto que quien lo enviaba podía hacer mucho más que yo desde las instituciones, tal vez ocupa un cargo directivo que le permitiese acceder a mucha más gente que yo. Mi respuesta, un poco borde y cortante, tiene sentido porque en esta comunidad autónoma es más fácil que alguien de la cara y se lleve las tortas que no darla uno mismo. Eso si sale mal, porque si sale bien entonces salimos todos en la foto.

No solo por un yacimiento que ha sido totalmente destruido mientras quienes podían arreglarlo no han hecho absolutamente nada, sino porque además se ha hecho todo lo posible por taparlo (no solo en lo físico)…y eso..esta muy feo (¡uy! que políticamente correcto). Bueno, más que políticamente correcto podemos decir que el escenario planteado en la Huerta de Quintana (Suances, Cantabria) es apolíticamente correcto. Sintetizando: Se comienza la obra de un parking en una parcela inventariada en el INVAC (Inventario Arqueológico de Cantabria) que nunca debió comenzarse, se realiza sin ser comunicado a la Consejería de Cultura ni tener seguimiento arqueológico (se realizó una intervención de urgencia semanas después una vez se quitó una potencia de 50 cm de tierras), se consigue el presunto beneplácito de un catedrático de la UC y de un ingeniero para que presuntamente den el OK (presuntamente, repito) a una conservación soterrada bajo un parking (¿¿¿?¿??¿) y se continua adelante. Es decir, los artículos 4, 5 y 6 de la Ley de Patrimonio Cultural 11/1998 de Cantabria se fueron a la misma escombrera que los materiales de medio metro de tierra de un total de 0,21 hectáreas de futurible yacimiento a estudiar. Y todo, vete tu a saber a cambio de qué.

 

Cata arqueológica totalmente sepultada por el parking

Con esta información, me acerqué finalmente a Suances. Es curioso como a tan solo 20 metros está el Colegio de Educación Pública “Portus Blendium”. Paradójicamente en una localidad donde se enorgullecen de su pasado sin conocerlo y cuando aparecen vestigios reales hay personas que dicen que “unos gilipollas han encontrado trozos de tejas y ladridos”. Cierto es que esto es una opinión aislada, pero a buen seguro que muchos lo piensan. Bueno, una vez al lado de la huerta/parking, me di cuenta de que era cierto: Están ya rematando el parking. Pensé al menos que los 10 metros cuadrados donde hicieron la intervención de urgencia estarían destapados..¡Qué va! Todo tapado…me sentí desgraciado. Más aún cuando en uno de los pequeños terraplenes que separan el parque vi el pequeño fragmento de 1cm de terra sigillata. Lo fotografíe y pensé: “Lo notificaré”, o incluso “lo marcaré en el GPS y lo entrego quien corresponda”. Pero en ese momento levanté la cabeza, miré a mi alrededor y pensé..no merece la pena. Curioso que a mi la misma ley que se han saltado todos (Ayuntamiento, Consejería, etc) me podría dar para el pelo por no notificarlo, o incluso podrían argumentar que estoy haciendo una prospección visual sin permiso cuando realmente estaba grabando este vídeo…increíble. Allí se quedó. Mientras quienes pertenecen al mismo partido que co-gobierna tienen impunidad ABSOLUTA sobre 0,21 hectáreas, las personas de a pie que diésemos con un hallazgo (por ir a grabar un video) de 1cm..podríamos tener problemas. Naturalmente, la Consejería de Cultura y Deporte del actual ejecutivo es del mismo partido que gobierna Suances, del PSOE. Imaginemos un escenario en el que el PP hubiese ganado las elecciones en Cantabria hace 4 años. Estoy seguro al 100%..perdón, al 200% que la Huerta de Quintana no hubiese sido un parking. Ojo, y esto no lo digo por afinidad con unos u otros, lo digo porque la gestión del Patrimonio en Cantabria es desde hace años la mayor arma arrojadiza y la mayor mierda de esta nuestra región. Hubiese sido el argumento perfecto para descalificar la gestión de un municipio contrario, independientemente del daño arqueológico.

Fui a pedir además a Patrimonio Cultural (solicitándolo en el Registro) el informe arqueológico correspondiente, pagado con el dinero de todos. Me dijeron que no era posible, que solo un arqueólogo podría solicitarlo y, en segunda instancia, ser aprobado por un comité si así fuese. Yo le respondí que como un periodo como el Diario Montañes puede tener acceso al mismo y un ciudadano no. Supongo que sea por que el propio consistorio o la consejería se vio obligada a salir del paso sacando la noticia, pero no los hallazgos, si así fuese les pararían la obra definitivamente. Salí de allí bastante desconcertado y desanimado. Del mismo modo que algunos vecinos se pueden sentir ofendidos por no tener un parking, yo me siendo ofendido por perder el único yacimiento romano conocido en Suances hasta hoy. El resultado de todo esto será una mierda de expediente sin mayores consecuencias y listo.

Es curioso cómo, al llegar las elecciones, ya existe gente que se empieza a acercar a Regio Cantabrorum como ya pasase hace 4 años. El mensaje será el mismo: Si hay voluntad de cambiar algo de verdad, contad con mi apoyo. Si se sigue tapando a gente, si se sigue teniendo conocimiento de que hay ilustrísimas personalidades que hace firmar a estudiantes para que consten en actas de excavación cuando nunca han estado y no se hace nada, si se sigue alimentando esta mafia que se ha convertido la arqueología y la cultura en Cantabria…venid si, y pasad de largo. Llamadme apocalíptico si queréis, escogí el camino menos fácil y a la vez el camino más reconfortante: el de la verdad. En el momento que se haga público (si se hace) el informe con los materiales hallados en la última intervención, acordaros de este post. De nada vale lo encontrado por Guinea y otros tantos..nunca aparcaré allí, os lo aseguro.

Es el parking de la infamia, no solo arqueológica, sino política de Cantabria.