Entra en una cueva, sácate una foto dentro y estarás incurriendo en un delito. Recoge una pieza, entrégala y es posible que estés incurriendo en un delito (por prospectar visualmente). Revela información de una intervención arqueológica o prospección en curso antes de que tenga la Consejería el informe final y estarás incurriendo en un delito (así quedó reflejado en la última modificación de la Ley de Patrimonio de Cantabria, más propia de blindar posibles "lindezas y malas praxis" de la administración y ayuntamientos que no de blindar el Patrimonio). Destruye un yacimiento Inventariado, incluido en tu Plan General de Urbanismo y que figura en tu página web, intenta por todos los medios presionar (presuntamente) a la Comisión que estudia el caso e incluso a tu partido y al Gobierno de turno. Hazte el tonto alegando desconocimiento. Espera a que la denuncia que te ponen en la Fiscalía prescriba sin que se haga mucho ruido (otros ayudarán a que así sea) y no pasará nada. Bueno, miento. Obtendrás una ayuda de 2,5 millones de € para arreglar un palacio fantástico en tu pueblo haciendo entrever (más bien queriendo hacer ver, que ya poco) que te interesa la Cultura de tu municipio.
Esta es la historia, resumida en un párrafo, de lo que puedes hacer y lo que no en Cantabria y de las consecuencias que ha tenido hasta nuestros días la destrucción del único núcleo poblacional de época romana en Suances y uno de los pocos en Cantabria, que confirmaría la presencia de Portus Blendium en la localidad. Es decir, absolutamente ninguna consecuencia. El caso más documentado y mediatizado de destrucción de Patrimonio en Cantabria se salda con humo. Y ahora, en 2022, ve la luz un interesantísimo artículo en la publicación "Sautuola XXIV-XXV, año 2019 2020" que no hace más que refrendar lo que todos sabíamos: No estábamos ante "cuatro ladrillos y trozos de teja" como querían hacernos ver algunos. Estábamos ante un núcleo poblacional romano. Veremos a continuación toda la información de un excelente yacimiento que ha acabado siendo un parking y que no tiene vuelta atrás. "Parking Blendium" como habéis leído en este portal en demasiadas ocasiones.
El potencial arqueológico de Huerta Quintana o "Huerta del cura" es conocido desde hace décadas. En el año 1967 Miguel Ángel García Guinea, por aquel entonces director del Museo de Prehistoria y Arqueología, realizó una pequeña intervención arqueológica en el lugar donde obtuvo materiales de cronología romana y medieval. Entre ellos destacaba un denario de Plata del emperador Augusto, datado entre el 28-26 a.C. Es a partir de este momento en el Huerta Quintana adquiere peso entre las publicaciones arqueológicas de mediados / finales del siglo XX (Garcia Bellido et allí; 1970, Vega de la Torre, 1982, Bohigas Roldán 1986, Iglesias y Muñiz 1992, Fernández Ochoa y Morillo Cerdán 1994 , Ortiz en 1997 y un largo etc entre pequeñas citas y otros apuntes). Por este motivo se incluyó en el Inventario Arqueológico de Cantabria y en el propio Plan General de Ordenación Urbana del municipio en el año 1991. A partir de entonces, salvo las romerías celebradas en la conocida huerta, absolutamente nada dada la protección del lugar por la Ley de Patrimonio de Cantabria.
Y es en este punto donde, a finales de 2017, explota todo: Se inicia la construcción de un parking en el yacimiento sin pedir NINGÚN TIPO DE PERMISO a la Consejería de Cultura de Cantabria con lo que las obras se paralizan. Coincide este momento con la difusión por parte de este portal de la noticia..algo que se quería "tratar" en el mayor de los silencios, le estalla entre las manos a la Consejería y el Consistorio de Suances. Ambos controlados por dirigentes del PSOE. A partir de este momento, presión mediática, escritos oficiales donde la exconsejera advertía de las "diligencias" que se abrirían contra el consistorio y que nunca se abrieron, denuncia que se alarga en el tiempo hasta prescribir, más presión mediática ahora Nacional (en el periódico El País y La Sexta TV), presunta presión en la Comisión de Cultura que tenia que decidir si continuar o no con la obra, cartas a la Consejería de diferentes entidades (entre ellas incluidas la Asociación Profesional de Conservadores-Restauradores de España), etc. Y al final para darte cuenta de que, aún contando con ABSOLUTAMENTE toda la información habída y por haber, las pruebas perfectamente documentadas y detalladas y toda la opinión publica a favor de que se tomasen medidas legales sobre el parking de la infamia, la politización de la cultura y los favores políticos hacen que la Ley sea para unos y no para otros. Si esta es la Cantabria Infinita que nos venden, donde se sale impune de destruir uno de los pocos núcleos poblacionales romanos de la región, ya se la pueden meter…por debajo del Parking.
Cabe destacar que toda la información referente a la parte arqueológica y científica de la entrada puede encontrarse en el artículo "Nuevos hallazgos de una población romana en Suances" firmado por Javier Marcos Martínez, Lino Mantecón Callejo, Eva María Pereda Rosales, Belén Miguel Amo y Vicente Bayarri Cayón dentro de la publicación "Sautuola XXIV-XXV, año 2019 2020" que ha visto recientemente la luz. En ningún momento los firmantes hacen referencia directa a nada más que su intervención arqueológica, estudio, posterior restauración e interpretación de los materiales y estructuras hallados. Una excelente publicación arqueológica digna de poner en valor para todo aquel que no opte a este tipo de libros especializados.;
Realizaron la investigación una vez decenas de camiones con tierra y materiales fueron llevados, esparcidos y tapados con otros escombros en el punto limpio municipal, encontrándose el equipo arqueológico con un yacimiento prácticamente descarnado y parcialmente removido. Llama la atención la documentación aportada sobre la tesis doctoral del ya fallecido Ramón Bohigas donde se recogía la potencia y profundidad del yacimiento en la pequeña intervención arqueológica realizada en 1967 donde "el nivel bajo, situado entre -70 cm y -1,40 metros proporcionó abundantes tegulae, fragmentos de terra sigilata, cerámica común romana y conchas de lapas". El equipo que tuvo que realizar la intervención de urgencia del año 2017 tan solo encontró una potencia de 45 cm hasta llegar al suelo geológico. Es decir, 95 cm de tierra (de la cual 25cm tenían materiales romanos) fue arrasada del yacimiento, llevada al punto limpio y tapada con escombros. Ojo, de toda una finca.
La estratigrafía de esos 45 centímetros se divide en:
Su labor principal fue realizar un sondeo arqueológico de unos 19 metros cuadrados en el que tuvieron que ampliar rango de actuación dada la fertilidad en cuanto a materiales y estructuras que se iban encontrando, si bien es cierto que no hubo ni el tiempo ni el interés suficiente para que se pudiese avanzar más en la intervención de urgencia.
Sin duda, Huerta Quintana es uno de los yacimientos más prolíferos de época romana en Cantabria en relación la superficie excavada (apenas 19 m2). Se contabilización 582 fragmentos de pintura mural, dejándose los de mayor volumen y dimensión en el propio yacimiento dado que la premura de la intervención de urgencia no lo permitió. No obstante, los trozos más pequeños y sueltos de estuco fueron extraídos, llamando poderosamente la atención la gama cromática de muchos de ellos: Rojo pompeyano, ocre, Blanco, Azul oscuro, verde, marrón..Por parte de los mismos se tiene la certeza de que el panel pictórico extraído poseía algún tipo de diseño artístico (más allá de las líneas), pero los fragmentos obtenidos no permiten identificar una temática concreta.
Se identificó también un alto volumen de material constructivo en el sondeo, destacando en número los fragmentos de tegulae (teja romana) y la aparición de más de 20 Opus Reticulatum que aparecieron prácticamente a ras de suelo tras pasar las excavadoras.Estos últimos, con forma romboidal, también fueron hallados en mucha menor medida en la excavación de Miguel Ángel García Guinea en el año 1967. La aparición en gran cantidad de estos "ladrillos romboidales" se suele dar habitualmente en edificios con algún tipo de uso termal, donde se pavimenta creando una red de rombos. Con relación a una posible estancia termal, apareció también un fragmento de ladrillo de suspensura (hypocaustum), utilizado en los suelos del sistema de calefacción romano.
No podemos olvidar, aunque su hallazgo (por pequeño que sea) pueda parecer banal, la aparición de una tésela que unida a las ya aparecidas en el año 1967 nos muestran inequívocamente que en la Huerta Quintana hay mosaicos romanos.
El ayuntamiento de Suances, cumpliendo con las exigencias de la Consejería de Cultura del Gobierno (ni mucho menos por interés propio) contrató la elaboración de una prospección física mediante georradar cuyo informe final fue presentado en Julio de 2018. El informe presentado no hizo más que refrendar que no estábamos ante un hallazgo aislado sino que el entramado urbanístico que contiene el parking, principalmente en su sector Norte y Este, es de grandes dimensiones. La memoria del estudio presenta 107 perfiles tanto longitudinales como transversales, detectándose zonas con elementos de interés con rellenos homogéneos y heterogéneos. Tan solo en la zona meridional de la parcela se detectaron estructuras que se definen como de "cimentación moderna", correspondiendo a edificaciones que se pueden apreciar en la fotografía aérea de 1956/57. No obstante, por debajo de las mismas, el georradar arroja señales de interés a un metro de profundidad, sin poder determinarse la cronología de las mismas.
Todos los hallazgos, tanto materiales como estructurales (apoyados por el estudio del georradar) nos llevan inequívocamente a pensar que estamos ante un núcleo poblacional romano que se extiende no solo en la Huerta de Quintana sino en las fincas colindantes (e incluso puede que por debajo de la iglesia). La cercanía con la ribera de Suances (mucho más próxima que actualmente, existiendo mapas de mediados / finales del siglo XVIII que atestiguan la llegada del mar más al interior), o incluso la existencia de un área portuaria en la zona denominada "El Esquilar" (una ría colmatada hoy no existente pero si presente en mapas antiguos), nos llevan a pensar que si, que estamos ante Portus Blendium. Y lo más importante de todo: Que nos lo han robado de un modo televisado sin que pase absolutamente nada.
Nadie puede visitar ya el yacimiento de Huerta Quintana (Portus Blendium) ya que el ayuntamiento de Suances contruyó encima un parking. Desde Regio Cantabrorum te pedimos que respetes el yacimiento y su entorno, ya que es deber de todos mantener viva la historia de Cantabria.
Según denuncias de vecinos de Suances los posibles y únicos restos de lo que se cree Portus Blendium son arrasados para construir un parking. ¡Qué bonito todo!
Pocas eras las evidencias encontradas que pudiesen situar el puerto romano de Portus Blendium en las inmediaciones de Suances, de hecho no han existido nunca grandes hallazgos (pequeñoS sí) que situasen el yacimiento en esta localidad. Una paradójica situación muy similar al Portus Victoriae Iuliobrigensum, que si bien es cierto que todo apunta a que se encontrase en Santander, nunca ha podido confirmarse al 100%.
De todos modos, tanto hallazgos fortuitos (monedas, tégulas, etc), el entorno y la accesibilidad, yacimientos cercanos y las fuentes escritas nos llevan a pensar que es más que posible que se encontrase en Suances. De hecho, existe un lugar llamado la Huerta de Quintana (o Huerta del Cura como la conocemos muchos) que nos lleva a pensar que justo al lado de la Iglesia parroquial podría existir algún vestigio de la presencia romana en la localidad. Sobre manera porque la pared de piedra que rodea (o rodeaba) la finca está plagada de fragmentos de tégula - teja romana - que antaño se utilizaron para levantar dicha pared.
Incluso en la década de los años sesenta, Miguel Ángel Garcia Guinea realizó un sondeo arqueológico en la zona encontrando y recuperando fragmentos de Terra Sigillata, cerámica común y muchas más tégulas que fechó entre los siglos I y II d.C. Años más tarde, en 1970 J. R. Vega de la Torre publica la descripción de una moneda de tiempos de Augusto, años en los que el yacimiento se da a conocer y que hacen que arqueólogos como Ramón Bohigas lo recogen su tesis doctoral publicada en el año 1986. Materiales inequívocos de que aquí, en el corazón de Suances hubo presencia romana importante, fuese Portus Blendium o no.
Eso sí, no se observa resto estructural alguno en superficie. Además, a buen seguro, la masificación y urbanización en torno a la iglesia a finales del siglo XX hacen que lo poco que puede quedar en torno a este potencial yacimiento fuese o bien destruido o bien sepultado por toneladas de hormigón. Tan solo queda a modo de pequeña capsula de tiempo el interior de la Huerta de Quintana… o más bien quedaba.
Vecinos de la localidad nos indican que la finca fue cerrada para que nadie observara lo que se hacía allí. Pero en su interior se veía una gran máquina excavadora que cargaba decenas de camiones, llevándose presuntamente gran parte de los 2.000m2 del yacimiento a la escombrera. Todo ello sin la pertinente excavación arqueológica previa o seguimiento.
Es al parecer cuando ahora, una vez hecho el daño, no sé muy bien si el propio ayuntamiento o la Consejería de Cultura ha puesto freno. Algún vecino que se ha acercado ver el desaguisado ha sido reprendido por la policía municipal, llegando a pedirle el carnet de identidad. Repito, estamos ante un yacimiento ya inventariado, ya estudiado en el pasado y cuyo cierre de piedra está plagado de tejas romanas. Parece ser que si un zapatero no viene a verlo y a poner dinero, no cuenta. Tanto el yacimiento romano de La Cabaña como ahora los posibles restos de Portus Blendium se han destruido sin que nada pase, aun siendo todas las instituciones conscientes de su presencia. Una pena de región..sigamos con el Plan de Arte Rupestre.
Una vez finalizado el conflicto del Bellum Cantabricum et Asturicum, era momento de sentar las bases territoriales y comenzar a dotar al antiguo territorio de los cántabros de diferentes infraestructuras: Vías de comunicación, señalización y en definitiva, organización para mantener y potenciar su naciente núcleo administrativo: Juliobriga. Y claro, justo después de las Guerras Cántabras, quien mejor para poder realizar esta tarea que la Legio IIII Macedónica, llegados en los últimos años de la contienda para dar carpetazo a este "incomodo conflicto". Básicamente porque, a diferencia de lo que muchos piensan, las legiones eran la clave en las batallas, pero tal vez aún más a la hora de comenzar a construir las calzadas romanas y las citadas infraestructuras. Y claro, tener a tu disposición para tal cometido cerca de 5.000 hombres pues es de agradecer.
Pero eso sí, el orden territorial tenia que estar perfectamente establecido para lo civil y para lo militar. Siguen existiendo dudas y más dudas sobre la base en la cual se asentó esta Legión: Históricamente se habla de Pisoraca (¿Herrera de Pisuerga?) por la gran cantidad de hallazgos que se han producido en sus inmediaciones. Además, esta teoría siempre ha sido sustentada por los términos de los que hoy hablamos. La "triangulación" entre los términos augustales encontrados tanto en el Sur de Cantabria (Valdeolea y Valdeprado del Río principalmente) como en la romana "Sesigamo" (Sasamón, Burgos) nos llevan a la zona de Herrera de Pisuerga. Pero al igual que con Juliobriga, se tienen serias dudas de que la ubicación de Pisoraca sea la citada localidad Palentina. Pero…¿Qué son los términos augustales?
Los términos augustales son unos hitos o mojones de piedra cuyo campo epigráfico hace referencia a los límites entre las praderas de las que dispuso (en este caso) la Legio IIII Macedónica y el territorio adyacente a la ciudad de Juliobriga. Es decir, una especie de "frontera" entre las praderas de la legión y los campos propios de la urbe. Anteriormente hemos citado municipios que están muy lejos de la actual Juliobriga (Retortillo), ¿entonces?. La respuesta es sencilla: La actual Juliobriga tiene todas las papeletas para no ser lo que dicen que es. Y en este caso, los términos augustales encierran prácticamente a la perfección una sección de Cantabria en la que justo en el medio de este círculo imaginario se encuentra…Camesa Rebolledo. La aparición de milarios, aras funerarias, monedas, el oppidum del Monte Ornedo por encima de esta urbe, el edificio termal de La Cueva, el más que posible edificio público (foro o plaza) que hace décadas fue interpretado probablemente de un modo erróneo (como un "barracón")..todo hace pensar que Camesa Rebolledo sea la Juliobriga de verdad.
Pero, como casi siempre, hay miedo al fracaso y al ridículo institucional. Y ya no solo hablamos de ego, sino al desastre de haber invertido miles y miles de € públicos en el lugar erróneo. ¡Ojo!. Totalmente de acuerdo: A día de hoy no hay nada certificado al 100% de que el yacimiento de Camesa Rebolledo sea Juliobriga, pero ocurre lo mismo con Retortillo.
Veamos a continuación el "circulo imaginario" que trazan estos términos augustales en torno a Camesa Rebolledo, lo que significan, y en que circunstancias fueron encontrados parte de ellos. ¿No sería más fácil que cercasen Juliobriga en vez de hacer un círculo imaginario totalmente alejado de Retortillo?. Pues eso…¡Por esto nos gusta la arqueología!
La Pátera de Otañes es, sin lugar a dudas y con todos los respetos hacía el resto de los materiales de la misma cronología, el objeto romano con mayor relevancia dentro de los hallazgos coetáneos de Cantabria. Su la monumentalidad de sus escenas, su contenido, su epigrafía (tanto en el anverso como en el reverso, que muchos desconocen), el entorno de su aparición y, en definitiva toda ella, nos llevan a realizar la primera afirmación. Además, el halo de misterio y las incógnitas que aún alberga su texto epigráfico, la hacen mucho más llamativa.
Quien vería las caras de aquellos jornaleros que a finales del siglo XVIII fueron a sacar piedra al Pico El Castillo para construir las paredes del caserío del Prado, situado a los pies del citado monte y propiedad de Antonio Zacarías de Otañes. Tal fue el revuelo histórico que produjo este hallazgo (y el de otras piezas de plata que fueron vendidas a plateros de Bilbao, además de 7 miliarios) que el Ayuntamiento de Castro Urdiales se vió obligado a remitir un acta notaria a la sede de la Real Academia de Historia en el año 1826 para aclarar el hallazgo. Este documento, titulado "Información ad perpetuam rei memorimam de las antigüedades romanas halladas en el Valle de Otañes" (Leg. 1809, expediente 2, año 1826) posee todo tipo de detalles sobre las declaraciones de los testigos que décadas antes habían asistido a su hallazgo. Y ya aquí, comienzan las primeras contradicciones. El primer testigo alude que la Pátera junto otros objetos aparece en la falda Sur del pico mientras que Antonio Maria de Otañes (depositario de la pieza) había oído siempre a su padre que la pieza apareció entre las ruinas de un edificio antiguo demolido: La Torre de Lastramala. Esta fortaleza, cuyo origen se remonta al siglo XIII, estaba totalmente en ruinas y fue históricamente propiedad de la misma familia Otañes que siglos después descubriría la pieza.
A partir de este momento la Pátera de Otañes despierta un increíble interés entre la comunidad científica. En 1895 fue trasladada a Madrid para su estudio y posterior exposición en la Real Academia de Historia. No sería hasta un siglo después, en 1999, cuando volviese a ser mostrada al público en la exposición "Los Cántabros. La génesis de un pueblo" que se realizó en el Museo Diocesano de Santillana del Mar. Poco después, entre el año 2001 y 2003 estuvo depositada en el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, volviendo a manos de la familia Otañes (propietaria desde su descubrimiento) quien la tiene custodiada en una entidad bancaria.
No cabe duda de que estamos hablando de la pieza con Mayúsculas del periodo romano en Cantabria. Si bien la teoría más aceptada de su hallazgo la lleva a las ruinas de la fortaleza del Pico Castillo…¿podría ser cierto que fue hallada en la falda Sur y la familia lo ocultó? ¿Dónde se encuentra el manantial de donde manan de las aguas de Umeri? ¿Qué otros objetos de plata se encontraron junto a ella?. No es solo la pieza, sino las incógnitas históricas que guarda y que aun la envuelven en su halo de misterio.
La mina de Setares es el ejemplo perfecto de explotación minera de época romana en Cantabria. Y uno de los pocos junto con Morero I (en Peñacabarga), ya que del resto de minas de origen romano tales como mina Numa, mina de San Bartolomé o las minas de Reocín / Mercadal fueron destruidas debido a la incipiente actividad de finales del siglo XIX hasta mediados del XX. Al menos nos quedan testimonios escritos y documentados de las mismas, además de una importante cantidad de materiales romanos que atestiguan la presencia del Imperio en nuestro subsuelo. En el caso de la galería de Setares, aún no investigada en profundidad, no han aparecido materiales concretos, pero es fácil entender el porqué de la aparición de varios miliarios y hallazgos romanos en las inmediaciones de la misma: En Otañes. La incipiente actividad de la cercana colonia marítima de Flaviobriga (en la cual poder cargar el mineral) y la vía que atravesaba la cercana localidad de Otañes, hacían que su ubicación fuese la idónea.
No en vano, la extracción de hierro en la enorme montaña se prolongaría a lo largo de la historia hasta terminar su actividad en el año 1965. Cual sería la envergadura de la mina de Setares en época contemporánea que en el año 1900 la localidad ubicada en el corazón de la mina tenia cerca de 1.500 habitantes, reduciéndose a 200 en el momento de su cierre. Callado está dicho que todos abandonaron la localidad (hoy en ruinas) en el preciso instante que las bombas se apagaron. Pero es cuanto menos curioso que la galería romana de Setares no corriese la misma suerte que las citadas previamente con el boom de la minera. Y eso que estuvo a punto dado que se cree en el año 1945 estuvo a punto de ser convertida en salida de emergencia de la conocida Mina Carmelita (contemporánea), con lo que parte de las pequeñas modificaciones y la inscripción que hoy vemos son debidas a esta circunstancia.
Su valor arqueológico fue descubierto por Javier Marcos Martinez en 1997 durante una de las prospecciones arqueológicas autorizadas por la Consejería de Cultura para evaluar el impacto ambiental relacionado con la instalación de un vertedero de residuos. Se publicaría en diferentes ocasiones a finales del siglo XX y principios XXI en varios artículos relacionados con la minera preindustrial, si bien es cierto que fue ganando peso paulatinamente como mina romana. Y desde entonces hasta nuestros días, nada de nada. Ni una panelización, ni una investigación mayor, ni interés por la misma. Allí está, inerte bajo maleza sin un futuro cierto. Más o menos como el túnel romano de Gerijuela, muy cerca de Velilla del Río Carrión, donde van a invertir 52.000€ para ponerlo en valor. Aquí, en Cantabria, invertiremos en poner un parque acuático (en la Comunidad Autonóma con menor horas de sol de España) del Paleolítico, mucho más cultural y beneficioso, donde va a parar..
En este caso, y para no entrar en confusión con el edificio termal situado a escasos metros en el también denominado como sector de "La Cueva", llamaré a esta entrada por el segundo topónimo por la que se conoce: Los Trigales. Si bien es cierto que la primera edificación romana encontrada en este sector fue esta. Lejos queda ya el tiempo donde Camesa Rebolledo (y todo su entorno) era una auténtica desconocida. Donde un fragmento hallado en la década de los 70/80 con la inscripción "LEG", que ahora sabemos que es CAEC -de Caecilius probablemente - nos transportaba por aquellos años a que estábamos cerca, muy cerca, de un emplazamiento asociado a la Legio IIII Macedónica. Ello unido al descubrimiento de parte del edificio que hoy nos ocupa y de la aparición (durante décadas) de términos augustales en Valdeolea, apuntaban a pensar que este enclave poco o nada tenia que ver con algo "civil" y si con algo "militar". Quién sabe si estábamos (en pasado) en los prata de la Legio IIII Macedónica o en la desaparecida Octaviola. ¡Ojo! Esta última hipótesis no esta totalmente descartada por muchos investigadores, ya que si tratamos la arqueología como la definición estándar de la ciencia que estudia las sociedades antiguas a partir de sus restos materiales, estos nos dicen que Retortillo y Camesa Rebolledo son dos poblamientos romanos y ya está. Donde esté ubicada Juliobriga verdaderamente no se sabrá hasta que un hallazgo epigráfico o mural nos lo diga con certeza.
Pero como informaba Jose María Robles en los "Cuadernos de Campoo", con pelos y señales, quien sabe si seguimos ante un yacimiento romano más importante del tratamiento que ha recibido y, sin embargo, totalmente desconocido. Las estructuras de La Cueva (o Los Trigales como también se conoce) fueron encontradas entre mediados y finales del siglo XX. Se tiene constancia de que en esas tierras de cultivo se han sacado a la luz históricamente, monedas, piedras de afilar y un largo etc de materiales.
De hecho, como el mismo narra en los citados cuadernos: "En otra ocasión, mis familiares y vecinos de Camesa me relataban su sorpresa ante el hallazgo de un gran depósito de cerámicas a la altura del futuro yacimiento durante los trabajos de ensanche del antiguo camino de La Cueva realizados por ellos en los años 60, restos que volvieron a enterrar sin apreciar su valor"
Todo ello le llevó a él y a su tío Abel Gómez (descubridor de lo que hoy conocemos como el arqueo sitio de Camesa Rebolledo) a realizar una prospección por todas las fincas, descubriendo en verano de 1974 cerámicas y muros de lo que parecía una gran estructura romana. Realizaron diferentes catas siguiéndolos hasta que consiguieron obtener una idea aproximada de la su extensión. Con mejor o peor criterio (seguro que los puristas se rasgan las vestiduras. yo le entiendo en parte visto lo visto) ocultó el hallazgo durante años para no perjudicar a los propietarios de las fincas. Tuvo que "oficializarlo" en Octubre de 1983 dado que las máquinas excavadoras y arrasaban una parte de la finca cuando se arreglaba el acceso a la localidad de Camesa.
Poco después, en los veranos de los años 1986, 1989 y 1991 este yacimiento fue excavado por el equipo de Miguel Ángel García, quedando al descubierto gran parte de las estructuras que años antes habían identificado J.M. Robles y su tío. Ya desde sus inicios se especuló entre otras teorías con que el lugar era el idóneo para el emplazamiento de un edificio de gran extensión (un foro o una gran plaza) o agrupación urbana, o incluso que estábamos ante un gran barracón militar, teoría que ha ido fluctuando el tiempo incluso para los mismos autores en momentos diferentes.Todo ello situándolo cronológicamente entre los siglos II y III d.C. por la aparición numismática de Antoninos y Severos (Robles,1985: 204). Y a partir de aquí, salvo contadas citas, poco más que contar salvo problemas burocráticos y de mala gestión administrativa con el/los propietarios de la finca..y viceversa por lo que dicen (en un problema así entiendo que pueda haber dos culpables, quien sabe) . De ahí que dijese anteriormente que "entendía en parte" que el hallazgo en sus comienzos fuese ocultado para no afectar a sus propietarios, dado que la gestión en Cantabria de este tipo de "conflictos" entre propietarios y administración siguen siendo la tónica reinante y acaban muchas veces como el rosario de la aurora.
Parafrasearé textualmente las palabras de Robles que, décadas después, son perfectamente argumentables que la situación es exactamente la misma: "Las estructuras exhumadas, de gran interés por su originalidad en el ámbito de nuestra región, han quedado desde entonces a la intemperie, causando mayor destrucción en ellas el abandono que todos los trabajos de laboreo realizados sobre esos mismos terrenos durante tantos siglos…Si su descubrimiento sólo ha servido para que acaben desapareciendo totalmente y no para que la comunidad científica amplíe sus conocimientos…ni para que disfrute de ellas el público, debo concluir que mejor han estado sepultadas y que no hay que darse prisa para exhumar el resto".
No puedo estar más de acuerdo con esta reflexión, con la salvedad de que el edificio termal encontrado en 2013 a escasos metros nos lleva a pensar que el la estructura inconexa pueda cambiar el devenir de una antigua "Octaviolca" a una nueva Juliobriga en pocos años. Se convierta o no, tanto da si el abandono de yacimientos como este es habitual en Cantabria.
Todos recordamos la vergüenza del hallazgo en diferido del edificio termal del conocido sector de La Cueva en el yacimiento de Camesa Rebolledo y que hoy nos ocupa. Fue una cacicada, otra más, de la arqueología de Cantabria. Y según parece, lejos de rectificar, existen documentos como el anexo que citaremos dentro de la bibliografía (no perdamos la elegancia, la info de las pinturas murales viene de ahí) que siguen diciendo que el edificio fue identificado por el equipo de catedrático José Manuel Iglesias (Universidad de Cantabria) entre el año 2015/2016, quien dirige el proyecto "Paisaje Arqueológico Campoo Los Valles" y que sin tardar dará (también en diferido) con otros mosaicos en las inmediaciones, acercando así Juliobriga a estos hermosos y milenarios parajes. Fue tal la vergüenza por aquel entonces (2015) que el Diario Montañes abría portada un Domingo con dicha noticia (sin rectificación alguna) y tras la publicación en Regio Cantabrorum no editó la noticia en su versión web.
Pero volviendo al enclave, estamos ante un edificio cuya importancia no solo estriba en lo que significa como entidad única y los materiales que contenía y contiene. Su descubrimiento cambió por completo la percepción de otro sector ubicado a escasos metros que hace décadas fue interpretado como un barracón romano (entre otras cosas) y que por su tipología podría llegar a ser el "lateral" de una gran plaza o incluso, porque no, un foro. Si si, un foro normal, no como el que se ha "querido" crear en Retortillo (totalmente atípico). Claro, porque antes del descubrimiento de este edificio termal, no había ninguna edificación pública cerca de dicho "foro", con lo que no tendría sentido…¿y ahora?. Sería bastante extraño encontrar un edificio con pinturas murales y mosaicos a escasos 20 metros de una gran estructura militar (por ejemplo) y no seguir excavando y estudiando toda la zona. Cosas más raras se han visto/inventado en Cantabria. Solo el tiempo y alguno de los hallazgos ya realizados y que parece se guardan con celo, nos dirán que se esconde realmente entre El Coventón (otra gran villa termal) y el sector de La Cueva.
Nos queda, antes de entrar en materia, agradecer públicamente el trabajo previo del equipo dirigido por Pedro Ángel Fernández Vega (antiguo director del MUPAC y director del proyecto por aquel entonces), y de arqueólogos de renombre como Lino Mantecón Callejo, Rafael Bolado del Castillo o Joaquín Callejo Gómez, quienes participaron en la excavación de 2013 que realmente identificó el edificio termal y que parece que a veces son una realidad incómoda de cara a vender los éxitos pasados y futuros. Vuestro ímpetu y buen hacer abrió la posibilidad de seguir descubriendo un yacimiento que dará pié al equipo actual (y a otros que vendrán) para cambiar parte de la historia de Cantabria.
Hace unas semanas me llegó un whatsapp con un mensaje más o menos como este "Oye, no sé si sabrás que han retomado las obras en el parking de Suances y que van a taparlo". Mi respuesta fue algo así (lo siento los borro, que si no escribiría exactamente lo que ponía): "¿Y que quieres que yo le haga?, sino puedes hacer nada tú…imagínate yo". Podéis llegar a pensar por el contexto que quien lo enviaba podía hacer mucho más que yo desde las instituciones, tal vez ocupa un cargo directivo que le permitiese acceder a mucha más gente que yo. Mi respuesta, un poco borde y cortante, tiene sentido porque en esta comunidad autónoma es más fácil que alguien de la cara y se lleve las tortas que no darla uno mismo. Eso si sale mal, porque si sale bien entonces salimos todos en la foto.
No solo por un yacimiento que ha sido totalmente destruido mientras quienes podían arreglarlo no han hecho absolutamente nada, sino porque además se ha hecho todo lo posible por taparlo (no solo en lo físico)…y eso..esta muy feo (¡uy! que políticamente correcto). Bueno, más que políticamente correcto podemos decir que el escenario planteado en la Huerta de Quintana (Suances, Cantabria) es apolíticamente correcto. Sintetizando: Se comienza la obra de un parking en una parcela inventariada en el INVAC (Inventario Arqueológico de Cantabria) que nunca debió comenzarse, se realiza sin ser comunicado a la Consejería de Cultura ni tener seguimiento arqueológico (se realizó una intervención de urgencia semanas después una vez se quitó una potencia de 50 cm de tierras), se consigue el presunto beneplácito de un catedrático de la UC y de un ingeniero para que presuntamente den el OK (presuntamente, repito) a una conservación soterrada bajo un parking (¿¿¿?¿??¿) y se continua adelante. Es decir, los artículos 4, 5 y 6 de la Ley de Patrimonio Cultural 11/1998 de Cantabria se fueron a la misma escombrera que los materiales de medio metro de tierra de un total de 0,21 hectáreas de futurible yacimiento a estudiar. Y todo, vete tu a saber a cambio de qué.
Nuevamente un bombazo arqueológico (en diferido) sacude Suances. Y ya no solo por los acontecimientos desarrollados esta última semana, con la denuncia ante la Fiscalía que C’s Cantabria ha interpuesto al Ayto de Suances y su alcalde, sino porque gracias a la corporación local del PRC de Suances se ha podido tener acceso a gran parte del Informe Final que nadie en la Consejería de Cultura quería hacer público anteriormente (aun siendo su obligación en el Parlamento de Cantabria)..supongo que porque lo que contiene deja aún más en evidencia una presunta cacicada de las de alto nivel. No olvidemos que el PRC de Suances fue quien inició en primera instancia la solicitud a nivel local de toda la documentación del yacimiento, obteniendo casi siempre la callada por respuesta. Cierto es que fue C’s Cantabria quien elevó la consulta en el Parlamento de Cantabria y que, al mismo tiempo, el caso "explotó" a nivel nacional en televisión y en diferentes medios como El País. Pero al Cesar lo que es del Cesar. Y en este caso, sea por lo que fuere, todas las agrupaciones locales se han involucrado en que uno de los mayores hallazgos de la Cantabria romana en las últimas décadas.
El informe, fechado a 20 de Septiembre de 2018 (luego hablaremos de "fechas" y del Parlamento de Cantabria) ratifica dos cosas y abre una duda increíblemente preocupante. La primera certeza es que estamos ante un yacimiento excepcional (eso ya se sabía). La segunda es que, efectivamente, se han destruido parcialmente zonas soterradas del conocido entramado urbanístico romano (hablar solo de "villa romana" tal vez se quede pequeño) . Y no solo eso, sino que en las diferentes actuaciones llevadas a cabo en el seguimiento arqueológico de una obra que nunca debió continuar, siguieron apareciendo materiales de incalculable valor como el que aparece en la foto de bajísima calidad del informe proporcionado por el Partido Regionalista de Cantabria: Un fragmento de terra sigillata (cerámica) con un grabado en latín. Estaríamos ante el primer soporte/documento escrito en latín realizado ya no solo en la localidad de Suances (y que sigue acercándola a "Portus Blendium"), sino en el bajo Besaya. Un espectacular hallazgo encontrado en superficie, que atestigua que el yacimiento ha sido dañado considerablemente. Y la duda increíblemente preocupante recogida en el informe, que no puede ser ni mucho menos tratada como una certeza pero que abre una posibilidad enorme (más que normal viendo como tratan el patrimonio en Suances): Un operario municipal afirmó sin poder confirmarlo con total rotundidad (seamos consecuentes) que una sección del punto limpio donde se concentraron una bolsada de materiales de construcción de época romana, pertenecían al derribo y a excavación del terreno de una casa en la zona de la playa, no a la zona del Parking. ¡¡¡¡Comoooooooo!!!. Habría que ser muy cauto con esta afirmación, ya que podrían ser materiales que de un modo u otro (a lo largo de miles de años) han podido ser reutilizados, traídos de otra zona, etc. Pero tan solo esta afirmación, y que la citada casa este cerca de la costa y en las proximidades de la zona de "El Esquilar" pueden abrir un nuevo horizonte.
Antes de entrar en materia, y resumir los puntos más interesantes del mismo, no quiero dejar pasar por alto que dicho informe fue entregado y fechado ANTES de la petición en el Parlamento de Cantabria que C’s Cantabria registró el 19/09/18 y que fue admitido a trámite el 28/09/18. No olvidemos que la Directora de Cultura dijo en una entrevista del 31/10/18 que la documentación se retraso en su entrega dado que C’s lo había pedido a la Consejería equivocada (¿¿?¿?), circunstancia que levantó ampollas nuevamente ya que dicha información no fue solicitada a ninguna Consejería, sino al parlamento de Cantabria. Es decir, desde el 20 de Septiembre al 31 de Octubre de 2018 hubo más de 1 mes para incluir este contundente informe…¿Porqué no se incluyó en la documentación publica?. Algo huele, pero muy mal, en este escándalo que esperemos que la Fiscalía meta mano lo antes posible. Eso si, con todas las pruebas posibles, que viendo la "presunta ocultación" de información a la que se juega…mal vamos (serían muchos delitos, no solo contra el Patrimonio). No me canso de decirlo, el alcalde es el primer responsable por mucho que él intente defenderse como gato panza arriba argumentando que "no sabía nada" (que lo sabia). Pero en este caso, la ocultación y la premeditación de no hacer pública TODA la información hace dudar y mucho de nuestras instituciones, concretamente sitúan todas las miradas en una Consejería (de Cultura) del mismo color político que el citado alcalde. Pero, así es y si alguien no lo cambia, así seguirá siendo. Cantabria Infinita lo llaman…
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