Todo el mundo ha oído hablar del derrumbe de la Peña (o Peñona) de Caranceja allá por el año 1930. Existen documentos gráficos y testimonios que nos hablan de aquella espectacular caída de toneladas y toneladas de piedra que sacó cantidades ingentes de agua del Rio Saja y que hizo temblar las cercanas casas de Golbardo, además de posibilitar la pesca de truchas y anguilas en las huertas cercanas. Una espectacular historia. Igual de espectacular es la historia del puente de Golbardo (prácticamente enfrente), construido entre 1902 y 1903 y que es el primero de España en emplear armadura rígida portante como soporte de hormigón. Por todo ello, fue declarado Bien de Interés Cultural. Otra historia digna de recordar.;
Y a tan solo unos metros, contemplando la construcción de uno y el derrumbe de la otra, la cueva de La Peñona de Caranceja. Una cavidad cuya historia nadie recuerda, aun albergando miles de años en sus entrañas sin que nadie haga hincapié en ella. Y no será porque no tuvo un pasado prehistórico digno de recordar, sino porque como casi todo lo relacionado con Cantabria que verdaderamente importa a nivel histórico, lejos de Memorias Históricas que dejan de lado a unos o lábaros de finales del siglo XX (no de los cántabros), queda aparcada en una cuneta. Y en el caso, no solo en sentido figurado. En La misma orilla de la carretera Nacional 634 (que en sucesivas ampliaciones ha ido destruyendo parte del yacimiento) se encuentra la cueva de La Peñona de Caranceja. Fue descubierta por Hermilio Alcalde del Río el 19 de Abril de 1903, recogiendo materiales en superficie desde el primer momento y reconociendo al instante el yacimiento paleolítico que albergaba. Meses después tanto él como Luis Sierra volvieron al yacimiento y realizaron diferentes sondeos donde diferenciaron dos niveles (Superior e Inferior) como veremos posteriormente. Décadas más tarde, en los 60, el grupo de la Sección de Espeleología Seminario Sautuola realizó varios sondeos en la primera sala sin obtener grandes resultados. A finales del siglo XX, el Colectivo para la Ampliación de Estudios de Arqueología Prehistórica – CAEAP identificó en un corte exterior una estratigrafía de ocupación más detallada. Y a partir de entonces, salvando la multitud de citas en diferentes publicaciones desde principios de Siglo XX..absolutamente nada.
Es curioso como el material utilizado en el puente declarado como Bien de Interés Cultural, es el culpable (junto con parte de la autovía A8) de la destrucción de otro espectacular yacimiento en lo alto de la Peña y del entorno de esta cueva (y otra denominada Peñona de Caranceja II): La mina de hormigón. Una paradoja que siempre nos lleva a la misma conclusión: Cantabria es una tierra con un potencial arqueológico increíble cuyos yacimientos sufren un abandono total si no tienen pinturas, grabados, o un Director palmero. Aún así, la llaman Infinita..
La cueva de la Peñona de Caranceja posee una boca de unos 4 metros de alto y ancho que se abre hacía el Noreste. Desde aquí pasamos a una amplia galería, con pequeñas salas a izquierda y derecha, que se prolonga unos 20 metros hacia el interior. En el suelo se puede apreciar las diferentes catas realizadas en el pasado. La primera intervención conocida (y documentada) fue la realizada por Luis Sierra en colaboración con Alcalde del Río, quedando plasmada en las actas y Memorias del Primero Congreso de Naturalistas Españoles celebrado en Zaragoza en 1908. En esta publicación recogía dos niveles estratigráficos (no se sabe muy bien de que sondeo de los varios de la cueva) en los que decía:
También nos habla de huesos trabajados, pero no sabemos de que nivel exactamente dado que cita una punta cilíndrica y 3 pedazos de otras tres.
El CAEAP profundizó más en la estratigrafía de la cueva en un corte de la misma boca donde distinguía 3 niveles además de un gran número de útiles líticos:
La cueva de La Peñona de Caranceja no es un yacimiento visitable como tal. Desde Regio Cantabrorum te pedimos que respetes el yacimiento y su entorno, ya que es deber de todos mantener viva la prehistoria de Cantabria.
La cueva de Los Murciélagos es una de esas cavidades que no destaca ni por su monumentalidad ni por contener arte rupestre como tal. Que le vamos a hacer, nunca tenga un hueco entre las ilustres. Pero esto no quita para que los materiales encontrados en su interior tengan una información vital para saber que durante milenios (si si, milenios), tuvo actividad humana tanto en la vida…como en la muerte.
Conocida desde hace décadas por los vecinos tanto de Mercadal como de entorno más próximo, su valor arqueológico fue descubierto por el C.A.E.A.P - Colectivo para la Ampliación de Estudios de Arqueología Prehistórica a principios de los años 80 del pasado siglo. Realizaron una prospección en superficie donde aparecieron gran parte de los materiales que citaremos más adelante. En el año 1996 se incluye en la Carta Arqueológica de Torrelavega y su comarca, revisándose años más tarde (a principios del siglo XXI) e incluyéndose directamente en la Carta Arqueológica del municipio de Cartes.
No cabe duda de que en las inmediaciones del Gurugú (curioso topónimo que se repite por toda la geografía nacional, incluso en la propia Cantabria donde existe además un yacimiento) existió muchísima actividad en la antigüedad. La proximidad de los yacimientos de La Cuevona y la cueva del Gurugú III, ambas a menos de 100 metros de distancia, nos dan a entender que el municipio de Cartes es aún un gran desconocido hasta que se pueda (o se quiera, que será lo más improbable) abordar un estudio más exhaustivo. Hasta entonces, la maleza, zarzas y monte bajo no se sabe muy bien si "protegen" o si son el resultado de las que desidia absoluta. Cantabria Infinita lo llaman..
El abrigo de La Castañera (Obregón de Villaescusa) es uno de los ejemplos más claros de toda Cantabria de la falta de compromiso con nuestro patrimonio. El resumen podría ser el siguiente: El yacimiento con una de las estratigrafías más importante y amplia del Calcolítico/Edad del Bronce de toda Cantabria ha sido utilizado hasta no hace muchos años como vertedero y aliviadero de una piscina. Así de duro, así de simple..y no se hace absolutamente nada. Fue reconocida en los años 50 del siglo pasado por el equipo de Camineros de la Diputación, quienes realizarían una excavación en la cavidad. De la mano de R. Rincón Vila, en el año 1975, fue excavado por el equipo del Museo Regional de Cantabria quienes diez años después (1985) publicarían la síntesis y resultados de los trabajos allí realizados. Poco después, en la misma década de los 80 y tal y como recoge el libro "Las Cuevas de Villaescusa", muchos vecinos realizaron intervenciones sin permiso con el fin de recolectar fragmentos cerámicos y otras piezas que en algunos casos (en otros no) fueron entregados al museo. Tuvo la grandísima suerte de que, entre el año 2011 y 2013, un equipo multidisciplinar dirigido por Cristina Vega Maeso aborda nuevamente el estudio del yacimiento y hoy en día vuelve a parecer un abrigo en vez de un vertedero. Se limpia y se estudia nuevamente su estratigrafía además de ampliarla. Entre los nuevos materiales encontrados destacan niveles de abono y más restos animales, algo que junto con el resto de restos óseos (principalmente de cabras y cerdos) abrió la hipótesis bastante acertada de que nos podemos encontrarnos ante un corral (con otros usos posteriores) de época calcolítica. Poco después (2016), el mismo equipo, realiza un análisis geofísico del área de la Castañera para poder encontrar restos de un posible asentamiento al aire libre ligado a dicho "corral". En la denominada como zona M1 (en la vega justo por debajo) el equipo conformado por Eduardo Carmona Ballestero, Cristina Vega Maeso, Oscar López Jiménez y Victoria Martínez Calvo, encuentran a través del georadar diferentes anomalías con formas geométricas con el georadar. Una de ellas es redondeada y con una pequeña anomalia en su centro..¿nos encontramos ante una vivienda y el agujero de su poste central?
No cabe duda de que el abrigo de La Castañera es otro de esos lugares especiales de Cantabria que se ha "salvado" in-extremis por pura casualidad (más bien interés de un equipo arqueológico), no por la protección del mismo por parte de nuestras instituciones. Os dejo el artículo 133 apartado d) de la Ley de Patrimonio de Cantabria 11/1998, donde dice "Serán responsables de las infracciones previstas en la presente Ley: d) Los funcionarios o responsables de las Administraciones públicas que, por acción u omisión, permitan o encubran las infracciones". Está claro que todos tenemos la responsabilidad de cuidar y respetar nuestro patrimonio (ese mismo artículo recoge la responsabilidad de todos los ciudadanos en los apartados a, b y c), pero es curioso que a quienes pagamos por hacerlo (Consejería de Cultura y Servicio Cántabro de Patrimonio) no lo hagan..Cantabria Infinita lo llaman algunos.
Conocida con ambos nombres, incluso como cueva de Entrambasaguas, es uno de los ejemplos arqueológicos más atípicos de nuestra región. Muchos de los materiales hallados en su interior son, a groso modo, bastante comunes en otros yacimientos de la zona, bien en interior de cavidades o incluso al aire libre..a excepción de uno de ellos como veremos más adelante.
Posee una longitud total de unos 2.345 metros aproximadamente, si bien es cierto que su superficie "practicable" (que no seca) es de unos 600 metros, distancia que separa sus dos bocas entre sí. Por la principal emerge el rio Riaño, conducido a través de angostas galerías subterráneas y aflorando en este punto. Es aquí donde la cavidad adquiere unas dimensiones de unos 2 metros y medio de ancho por unos 6 de longitud, sector por el que continuamos a través de una galería que en su punto más profundo se bifurca. Curiosamente, ambas galerías a derecha e izquierda proporcionaron materiales arqueológicos de diferentes características, circunstancia que coincide con la morfología de las dos salas..una seca y otra inundada. La primera de ellas es más amplia, de suelo ascendente y con bastantes bloques rocosos en su interior, localizándose en su interior varios fragmentos de dos grandes vasijas de cerámica a mano en superficie. En la sala inundada (en una represa natural) el espeleógo ingles Dave Linton descubrió en el año 1975 la hoy conocida como Espada de Ruchano, uno de los iconos de la arqueología cántabra relacionados con posibles depósitos rituales de armas en la Edad del Bronce.
No obstante el yacimiento como tal era conocido desde principios de los años 70, cuando miembros de la Sociedad Espeleológica de Manchester (M.U.S.S.) llevaron a cabo una prospección superficial y encontraron parte de los materias citados en el párrafo anterior. Años después, miembros del C.A.E.A.P. recuperaron diversos materiales tanto en el vestíbulo (raspadores, hojas de dorso, nucleos, fauna, etc) como en la primera sala, completando una colección que reafirmaba la importancia de la cueva en varias etapas tanto prehistóricas como protohistóricas.
Es más que probable que la propia fuerza del agua haya minimizado el valor arqueológico del yacimiento, tal vez arrastrando materiales que nunca podrán ser recuperados. De lo que no queda duda es de la importancia de lo encontrado hasta nuestros días, una espada única en un contexto único..¿estamos ante algún tipo de ritual u ofrenda realizada a las divinidades protectoras de las corrientes de agua?
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