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Bisonte en negro (carbón) de la cueva de Urdiales. Fotografía: GAEM Arqueólogos

Si por un momento alguien nos dice que cerremos los ojos y pensemos en un bisonte prehistórico, la gran mayoría visualizará la imagen de la omnipotente cueva de Altamira. Incluso yendo un poco más allá, tendremos la visión que nos ha proporcionado tanto la tecnología como la magia de la televisión/cine y no necesitaremos estar en la capilla sixtina del arte rupestre para apreciar con todo lujo de detalles la maravilla que Marcelino Sanz de Sautola y su hija contemplaron la primera que se adentraron en sus entrañas.

Luego estamos un reducido grupo que vamos más allá pensando en el gran yacimiento del Monte Castillo. Allí podemos observar algunas de estas increíbles figuras, mucho menos monumentales que las de la archiconocida cueva pero en definitiva una maravilla Patrimonio de la Humanidad. No quiero olvidar en estas líneas a todos aquellos que lejos de imaginar un bisonte, se pasan por el gran parque de la Naturaleza de Cabárceno para admirarlos en vivo y en directo. Y tras esta inmensa lista de "visionarios" o "bisontarios" (permitidme el juego de palabras, para eso estoy en mi blog), está el 0,01% de personas que ha pensado en un increíble conjunto de arte rupestre totalmente alejado de los focos turísticos o culturales: Los bisontes de la Cueva de Urdiales.

La cavidad se encuentra en el jardín de una finca denominada "Villa Aurelia", en la ladera sudeste del Alto de San Andrés (Castro Urdiales, Cantabria). Sus propietarios conocían su existencia desde antaño, pero su valor arqueológico salió a la luz en el año 1999. Por aquel entonces, se desarrollaba la primera fase de construcción de apartamentos y viviendas en los terrenos cercanos a la citada finca, apareciendo en la primera fase de excavación y cimentación parte de las galerías. Sería una denuncia de la Asociación Ecologísta ARCA quien pusiese en aviso a las autoridades pertinentes. En un primer momento no se detectó la presencia de manifestaciones rupestres por parte de la Policía Judicial, si bien es cierto que al día siguiente durante la inspección de los arqueólogos Emilio Muñoz y Ramón Montes (Gabinete Arqueológico GAEM) apareció la maravilla que hoy conocemos.

Estamos sin duda ante una de las grandes desconocidas del arte rupestre en Cantabria, más aun cuando las manifestaciones de gran envergadura prevalecen en el sector centro de nuestra región. Una cavidad que estuvo a punto de desaparecer, fruto de la vorágine constructiva a la que ha sido sometido el entorno de la antigua Flaviobriga, llevándose por delante conocidos enclaves arqueológicos como el recinto defensivo de Cotolino-Arcisero, el yacimiento de Rebanal-Urdiales-Encinar de Allendelagua o el castro de El Cueto. Grandes desconocidos que, de haber sido de otra manera, tendrían nombre propio dentro de la arqueología regional más allá de su destrucción…

Agradecimientos: GAEM Arqueólogos
Bibliografía: "La Cueva de Urdiales. Una nueva estación de arte rupestre paleolítico en la Región Cantábrica". Montes, R.; Morlote, J.M.; Muñoz, E. 2000. International Newsletter on Rock Art. I.N.O.R.A. Foix

 

Cuadrúpedo (¿caballo?) de la cueva de Urdiales. Fotografía: GAEM

De la cueva de Urdiales debemos destacar que es más que posible que la construcción hace décadas de la vivienda denominada “Villa Aureliadestruyese parte de su vestíbulo, perdiéndose así una información VITAL para conocer mejor a los antiguos moradores de sus extrañas. Su boca actual es de reducidas dimensiones, creyéndose además que pudo situarse en una posición más baja y, como no, más avanzada. Desde ella se acceso al piso superior, donde se encuentran las manifestaciones rupestres. Cabe destacar que la cueva de Urdiales está formada por tres niveles o pisos de los cuales aún dos poseen esporádicamente actividad hídrica.

Respecto al yacimiento arqueológico en superficie, tan solo se han encontrado restos óseos (principalmente de oso de las cavernas) y algunos fragmentos cerámicos de cronología reciente. En cambio, sorprende la gran cantidad y variedad de manifestaciones rupestres documentadas: un total de 48 figuras y conjuntos. Distribuidas en diferentes salas del nivel superior, nos encontramos con diversa manchas de ocre rojo, cuadrúpedos (¿caballos?) en ocre rojo y carbón, caballos grabados, una cabra montés grabada y nada más y nada menos que un total de 18 bisontes en negro (carbón). No podemos olvidar otros dos bisontes grabados y diferentes paneles de macarronis y otro tipo de representaciones figurativas.

Cronología

No se pudo obtener una aproximación cronológica en base a los sondeos realizados, ya que como hemos comentado con anterioridad es posible que la parte del vestíbulo se destruyese hace décadas. De todos modos, por la técnica utilizada en las representaciones, se cree que hubo dos grandes fases de ocupación en la cueva:

- Una primera fase de cronología aún por determinar (tal vez pre-magdaleniense) caracterizada por los grabados sencillos, las mancha de ocre rojo y los grabados de tipo macarroni.

- Otra segunda etapa, donde la presencia de hasta 20 bisontes, un caballo, y una cabra montés nos transportan directamente (por paralelos) a la época Magdaleniense, es decir a unos 14.000 años antes del presente.

No cabe duda de que el increíble trabajo del gabinete arqueológico GAEM fue uno de los baluartes a la hora de interpretar, estudiar y conservar esta cueva. Incluso la labor de desescombro (3 toneladas de bloques calizos), fruto de las estalagmitas desprendidas en las citadas obras, y la limpieza de toneladas de materiales fueron fundamentales a la hora de avanzar en el conocimiento de esta maravilla oculta.

VISITAS

La cueva de Urdiales no es un yacimiento visitable. Desde Regio Cantabrorum te pedimos que respetes el yacimiento y su entorno, ya que es deber de todos mantener viva la prehistoria de Cantabria.

Info

   

Imagenes

DESTACADOS

  • CUEVA DE LA LASTRILLA

    La cueva de La Lastrilla es uno de los iconos de la prehistoria, ya no solo del municipio de Castro Urdiales, sino de toda Cantabria. Esta majestuosa cavidad, conocida (como veremos a continuación) desde hace milenios por los pobladores de Samano e inmediaciones, es una maravilla tanto geológica como arqueológicamente. No en vano, hasta los antiguos moradores de la colonia de Flaviobriga (en el actual núcleo urbano de Castro Urdiales) eran sabedores de su existencia, constatándose restos de cerámica romana en el vestíbulo de la misma.

    No obstante, su valor arqueológico fue puesto en valor a mediados del siglo pasado. Concretamente en la década de los 50 y 60, donde La Lastrilla se prospectó por el equipo de Camineros de la Diputación. Años más tarde sería prospectada y excavada por Felix Gonzalez Cuadra, quien localizaría el primer panel de grabados (además de excavar los enterramientos que citaremos más adelante). No debemos olvidar que, gracias al ego y la titulitis universitaria y administrativa del sector más "académico" de Cantabria, nos hemos visto privados de recuperar para la ciudadanía la colección Gonzalez Cuadra (ya fallecido). Esta colección estuvo a punto de ser recuperada y expuesta en Castro Urdiales y finalmente no se pudo llevar a cabo. No olvidemos que esta colección privada alberga increíbles piezas que ni siquiera alberga el propio Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria posee. Además, se perderá y diluirá por completo (en subastas y ventas privadas) dada la ineptitud e ineficacia de aquellos que quisieron (y quieren) demonizar todo aquello que hizo Gonzalez Cuadra hace ya más de 50 años. Volviendo a las investigaciones, a partir del año 1975 se encarga de su exploración el Grupo Espeleológico La Lastrilla (G.E.L.L.), quienes han realizado diferentes hallazgos tanto de manifestaciones de arte rupestre como de materiales arqueológicos de gran interés. A finales del siglo pasado, gracias al trabajo de divulgación y documentación realizado por Juan Tomás Molinero Arroyabe y Jose Francisco Arozamena Vizcaya, se publican diferentes documentos donde se indaga aún más en las investigaciones de la cavidad. Por último, ya en este siglo XXI, se ha llevado a cabo un gran proyecto de documentación y estudio global de las manifestaciones artísticas de la cavidad (Molinero y Arozamena 1993; Molinero 2000; Molinero et ali 2002; Montes et ali 2007; Garcia Diez et ali 2007), además de alguna que otra pequeña intervención arqueológica en el vestíbulo de la misma (Rasines, P.; Morlote, J.M. 2006).

    No cabe duda de que nos encontramos en una cueva espectacular prácticamente desconocida fuera del ámbito académico. Una cueva que, incluso (dada su ubicación), podría ofrecernos algo más en relación a poder mostrar al público algo más que una "verja". No obstante, en Cantabria nos gusta mucho más presumir de trenes que nunca llegan, de minas de zinc que no existen…y en definitiva, de mucho humo y poca inversión cultural más allá de los proyectos de cabecera "afines" (que tapan mucho, por cierto). Cantabria Infinita lo llaman…

    Bibliografía: "Carta Arqueológica de Castro Urdiales (Cantabria). Paleolítico-Edad del Hierro. Ayuntamiento de Castro Urdiales". Juan Tomas Molinero Arroyabe, 2000.
    Fotografías y agradecimientos: GAEM Arqueólogos.

  • CUEVA CHUFIN

    La gente de la zona de Rionansa siempre hablaba (desde hace décadas) de una espectacular cueva a la cual tan solo se puede acceder en barca. Esa cavidad recibe el nombre de Chufín. Fue descubierta por M. de Cos y poco más adelante publicada por M. Almagro. Desde la orilla del río Lamasón podemos ir viendo la maravillosa boca abierta. Su vestíbulo es muy espacioso. Aquí se podemos observar en el suelo unos grabados gruesos y profundos. Se trata de diferentes cuadrúpedos representados esquemáticamente Poco más adelante podemos ver que, a medida que se avanza por ella, existe un estrechamiento que comunica con una galería ancha y baja que acaba en una gran sala donde esta la sima, inundada por el pantano de Palombera. Aquí, a diferencia del vestíbulo, existen grabados más finos y pinturas de tonos rojizos. Las hileras de puntos rojos realizadas con el dedo nos recuerdan a otras muchas de la región: Los Arcos, El Castillo, etc. siendo representadas muy posiblemente durante el periodo Solutrense (18.000 años de antigüedad)


  • LA CUEVA DE LA LLOSA

    Hace miles de años el actual municipio de Villaescusa y su entorno eran un lugar propicio para la vida. Cavidades en el entorno de La Castañera, La Peñona o el Mazo Morín (cueva de Morín y cueva del Oso) nos recuerdan su importancia desde los albores de la humanidad, ya no solo en cuanto a los hábitats ocupacionales de sus cuevas en la prehistoria, sino de la importancia de los ritos funerarios e incluso de la presencia romana milenios más tarde. La actividad minera en todo el entorno del macizo de Peña Cabarga, la cercanía y navegabilidad hasta La Concha de Villaescusa (aunque hoy en día no lo podamos apreciar) hicieron que el imperio romano también tuviese peso en la zona. Todo ello conocido ya por los antiguos pobladores de Cantabria en las inmediaciones del macizo en una de las etapas más apasionantes de nuestra historia: La Edad del Bronce y la Edad del Hierro. Como olvidar el Caldero de Cabárceno, uno de los iconos de nuestra tierra. ¿Qué porque esta pequeña síntesis espacio/temporal? Muy sencillo: Porque en menor medida, pero no por ello menos importante, la Cueva de la Llosa posee vestigios de todas estas épocas entre sus paredes. Y es curioso que, fuera del ámbito académico, sea una total desconocida.

    No existe una fecha exacta sobre su descubrimiento, si bien se tiene la certeza de que fueron los miembros del CAEAP - Colectivo para la Ampliación de Estudios en Arqueología Prehistórica - quienes pusieron en auge su valor arqueológico a principios de la década de los 80 del siglo pasado. Años más tarde, en 1996, dentro de la elaboración del Inventario Arqueológico del municipio de Villaescusa, el gabinete arqueológico GAEM descubriría en su interior manifestaciones rupestres. De este modo se reafirmaría la importancia del yacimiento paleolítico encontrado en superficie previamente. Poco después se realizó una investigación en profundidad (tanto del arte rupestre como de los materiales hallados) donde participaron miembros del citado gabinete (Emilio Muñoz / Ramón Montes) y de la Universidad de Cantabria (César González Sainz / Roberto Cacho Toca). En los últimos años se ha hablado de la posibilidad de retomar los estudios (ver aquí) en la cavidad y así poder contextualizar diferentes estaciones rupestres pre-magdalenienses con similitudes, pero sin concretarse de momento nada de nada.

    Nuevamente, y como ocurre en decenas de yacimientos de Cantabria, nos encontramos con una cavidad que aún alberga potencial en cuanto a su investigación y desarrollo arqueológico. Además, tal y como veremos a continuación gracias a sus materiales, con un arco cronológico que nos traslada desde el Paleolítico Superior hasta época romana.

    Agradecimientos: Omar Dominguez Marcos