
Si ayer nos hacíamos eco de las increíbles dimensiones y características del castro de La Ulaña (Humada, Burgos), hoy no quiero dejar pasar la oportunidad de hablar un poco sobre la Conferencia Internacional de Fortificaciones en la Edad del Hierro, la cual se celebrará en Zamora del 14 al 16 de Mayo. A decir verdad, es un tema sobre el que intentaré ser lo más objetivo posible, aunque debo de reconocer que concretamente las fortificaciones de este periodo son..mi autentica debilidad. Como habréis podido comprobar, además de campamentos romanos, museos, arte rupestre y un largo etc, Regio Cantabrorum está plagado de estas increíbles estructuras defensivas, donde las tribus prerromanas establecieron sus poblados y donde, porque no, comenzaron a labrarse sólidos cimientos de lo que conocemos hoy como sociedad.
El Congreso Internacional está organizado por la Asociación Científico-Cultural Zamora-Protohistórica, quienes de la mano de Jose Carlos Sastre Blanco (Universidad de Granada) y a través del portal zamoraprotohistorica.blogspot.com.es, nos transportan a un increíble universo arqueológico desde el año 2007. Las jornadas se centrarán principalmente en el control de los recursos y el territorio que ejercían estas fortificaciones, haciendo hincapié en las diferentes investigaciones y resultados obtenidas estos últimos años. Dichas investigaciones sobre los sistemas defensivos de la Edad del Hierro han sido siempre uno de los factores más interesantes y atractivos de este periodo, caracterizándose, en muchos casos, por la presencia de potentes murallas, fosos, campos de piedras hincadas torreones, etc., otorgando una gran monumentalidad a los poblados de este periodo. Al mismo tiempo que se observan significativas diferencias en cuanto a los sistemas defensivos y organización de los poblados de la Edad del Hierro, cada vez se aprecian más elementos que permiten cohesionar muchos de estos poblados, presentando características similares que responden a de forma semejante a problemáticas generales en territorios muy amplios. En la actualidad se están llevando a cabo numerosos estudios relacionados con estas problemáticas, que están aportando nuevas perspectivas sobre las investigaciones relacionadas con la Edad del Hierro. De esta forma, este congreso pretende reunir los trabajos de muchos de estos investigadores con el objetivo de poner en común todas las novedades que se están produciendo en torno a este periodo.
Os dejo con el programa, para más información no dudéis enviar un email o visitar el portal del congreso, ¡El saber no ocupa lugar!
9:00.- Inauguración
9.30.- Rubén Rubio Díez (Universidad de Salamanca): El paisaje protohistórico en el alto Valle del Sil (León).
10.00.- Jesús Celis Sánchez (Instituto Leonés de Cultura): Tipologías defensivas de la Edad del Hierro en las Tierras Leonesas.
10.30.- Julio M. Vidal Encinas (Arqueólogo Territorial de León. Junta de Castilla y León. Servicio Territorial de Cultura): Arrabalde y los 'castros arriscados' de la Sierra de la Culebra: analogías o diferencias entre unas fortificaciones excepcionales
11.00.- Jesús F. Torres Martínez, A. Martínez Velasco y D. Vacas Madrid (Universidad Complutense de Madrid / Instituto Monte Bernorio de Estudios de la Antigüedad del Cantábrico): El Oppidum de Monte Bernorio, estructura defensiva y proyección territorial.
11.30.- Descanso – Café
12.00.- F. Javier Pérez Rodríguez y F. Javier Abarquero Moras (Museo de Palencia): La aplicación de métodos geofísicos en la detección de sistemas defensivos vacceos. El caso de Paredes de Nava.
12.30.- David González Álvarez (Universidad Complutense de Madrid) y Carlos Marín Suárez (Universidad de La República, Uruguay):: El Castru (Vigaña, Asturias): estudio preliminar sobre el aprovechamiento de un territorio de montaña durante la Edad del Hierro.
13.00.- Ángel Villa Valdés (Dirección General de Patrimonio Cultural. Principado de Asturias): Las fortificaciones castreñas en la Asturias protohistórica.
13.30.- Jesús F. Jordá (UNED): Sistemas defensivos del Poblado Fortificado de San Chuis (Asturias).
14.00.- Debate
16.00. – Sophie Krausz (Université de Bordeaux Montaigne): Les fortifications de l’âge du Fer en France.
16.30.- Gwennoline Mercier et Nathalie Ginoux (Université Paris 4): Un état des lieux des recherches sur l'oppidum de Lutèce.
17.00.- Xurxo M. Ayán Vila (GPAC, EHU/UPV): Territorios en fuga: estudios críticos sobre las fortificaciones de la Edad del Hierro del Noroeste.
17.30.- Rafael María Rodríguez Martínez y María Luisa Castro Lorenzo (Deputación Provincial de Pontevedra): El poblado de Monte do Castro (Ribadumia, Pontevedra) ¿fortificación ritualizada?.
18.00.- Descanso
18.30.- Julio Vidal Encinas (Arqueólogo Territorial de León): Abierto por inventario: novedades castreñas en la comarca de La Cabrera (León).
19.00.- Víctor Bejega García, Eduardo González Gómez de Agüero (Universidad de León), Fernando Muñoz Villarejo y Emilio Campomanes Alvaredo (Talactor S.L.): Avance de resultados de la primera intervención arqueológica en La Peña del Castro (La Ercina, León).
19.30.-Tarik Aziz Sahed (Université du Alger): Monumentos funerarios Protohistóricos presaharianos en la región de Wadi M'Zi - Mont Ammour (Laghouat).
20.00.- Debate
9.30.- Mónica Salgado (Faculdade de Letras da Universidade do Porto): O Castro S. João das Arribas e a sua dinâmica como marca territorial e defensiva (Aldeia Nova, Miranda do Douro).
10.00.- Antônio P. Dinis e Emanuel C. Gonçalves (Câmara Municipal de Mogadouro): Sistema defensivo do Castelo dos Mouros de Vilarinho dos Galegos (Mogadouro, NE de Portugal), tipologia, faseamento e cronologia.
10.30.- Javier Larrazabal Galarza (DRCN / Verde and Manganês, LDA.): Las murallas protohistóricas de la villa romana del Alto da Fonte do Milho (Peso da Régua, Portugal).
11.00.- Descanso – Café
11.30.- Filipe Santos, Fabio Rocha e Eulalia Pinheiro (ACE Baixo Sabor): Arquitecturas defensivas na Segunda Idade do Ferro. A evolução do sistema defensivo do sítio fortificado do Castelinho (Cilhades, Felgar, Torre de Moncorvo, Portugal).
12.00.- Sergio Pereira, José Carlos Sastre (ACE Baixo Sabor), Israel Espí (Crivarque), José Antonio Pereira, Rosa Mateos y Javier Larrazabal (Novarqueologia): O Povoado de Crestelos (Meirinhos, Portugal): Fortificação e o controlo de um territorio.
12.30.- Marcos Osório, Raquel Vilaça (Universidade de Coimbra) e Telmo Salgado (Camara Municipal de Sabugal): Murallas protohistoricas en el Alto Côa: analisis com herramientas SIG y 3D.
13.00.- Luis María Gutiérrez Soler, Elena Gallego Bermúdez y Antonio Jesús Ortiz Villarejo (Universidad de Jaén): La ciudad fortificada de Giribaile: estudio de los sistemas defensivos e interpretación.
13.30.- Jesús Alberto Arenas Esteban y Beatriz Marín Aguilera: Fronteras culturales y defensivas: el interior peninsular ante los estímulos del mundo púnico.
14.00.- Debate
16.00.- Jesús Carlos Misiego Tejeda, Gregorio J. Marcos Contreras, Miguel Ángel Martín Carbajo, Francisco Javier Sanz García y Manuel Doval Martínez (STRATO Gabinete de Estudios sobre Patrimonio Histórico y Arqueológico): El Castro de Las Labradas (Arrabalde, Zamora): un ejemplo excepcional de la defensa de un territorio ante la amenaza de Roma.
16.30.- Raquel Portilla Casado (Universidad de Salamanca): "Cuesta el Pico" (Castrillo de la Guareña, Zamora). Un asentamiento atípico de la Primera Edad del Hierro al Sur del Duero.
17.00.- Desireé Aguado Minero y Estefanía Muñoz Galera (Arqueología Sanabria): Las fortificaciones de los castros del norte de las comarcas de Zamora en la Edad del Hierro.
17.30.- Descanso – Café
18.00.- Fernando Romero Carnicero (Universidad de Valladolid), Jesús Carlos Misiego Tejeda y Gregorio J. Marcos Contreras (STRATO Gabinete de Estudios sobre Patrimonio Histórico y Arqueológico): La presencia de defensas en los poblados de la cultura del Soto: una evidencia cada vez menos excepcional
18.30.- Óscar Rodríguez Monterrubio y José Carlos Sastre Blanco (Zamoraprotohistorica): El Castro de Peñas de la Cerca (Rionegrito de Sanabria): Sistemas defensivos del Noroeste de Zamora y control de los recursos.
19.00.- F. J. Sánchez-Palencia, D. Romero, A. Beltrán (IH-CSIC); L. Hernández (Área S.C.A.); L. López y Y. Álvarez (Terra-Arqueos): Recintos castreños en zonas mineras. Cigadueña (Pino del Oro) y Peñas Redonda (Villardiegua de la Ribera, Zamora).
19.30.- Debate
9.30.- Francisco Romeo Marugán y José Ignacio Royo Guillén (Dirección General del Patrimonio Cultural. Gobierno de Aragón): Los Sistemas defensivos de las ciudades ibéricas del valle medio del Ebro del siglo III al I a. C. Exito y olvido de un modelo tardío.
10.00.- José Ignacio Royo Guillén y Francisco Romeo Marugán (Dirección General del Patrimonio Cultural. Gobierno de Aragón): Fortificaciones y sistemas defensivos en los poblados de la Iª Edad del Hierro en el valle medio del Ebro (s. VIII-V a. C.): Origen, tipología e implicaciones.
10.30.- Diego Franganillo Rodríguez (Centro de Estudios Celtibéricos de Segeda): Los sistemas defensivos de una ciudad celtibérica a finales de la II Edad del Hierro. El caso de Segeda II (Belmonte de Gracián, Zaragoza).
11.00.- Alberto J. Lorrio, Jose Luis Simón, M.ª Dolores Sánchez de Prado y Tomás Pedraz (Universidad de Alicante): Sistemas defensivos y territorios en las zonas orientales de la Meseta Sur durante la Edad del Hierro.
11.30.- Descanso – Café
12.00.- David Rodríguez González, Mª del Rosario García Huerta y Francisco Javier Morales Hervás (Universidad de Castilla- La Mancha): Sistemas defensivos y control del territorio en la Oretania septentrional.
12.30.- Alberto Moraleda Olivares (UNED) y Sergio de la Llave Muñoz (Arqueólogo – Investigador Independiente): El hábitat fortificado del cerro de la Cabeza del Oso (El Real de San Vicente, Toledo). Un modelo de control territorial entre el Bronce Pleno y el Hierro I.
13.00.- Natalia Salazar y Núria Rafel (Universitat de Lleida): Génesis y diacronía del hábitat fortificado de Sikarra y de su territorio (siglos VI – I a.n.e.).
13.30.- Sonia San Jose (Sociedad de Ciencias Aranzadi), Antxoka Martinez Velasco (Instituto Monte Bernorio de Estudios de la Antigüedad del Cantábrico) y Juncal Calvo Eguren (Sociedad de Ciencias Aranzadi): Estudio preliminar del sistema defensivo del poblado protohistórico de Munoaundi (Azpeitia - Azkoitia, Gipuzkoa, Euskal Herria): entrada principal con sus estructuras defensivas.
14.00.- Debate
14.30.- Clausura del Congreso
Nos adentramos hoy en el territorio que, tanto Pomponio Melo en primera instancia como Plinio el Viejo posteriormente, atribuyeron a la tribu cántabra de los autrigones. Estamos en uno castro que, aun dando a entender su gran tamaño (ocupa unas 10 hectáreas, uno de los más grandes de Burgos) la más que posible importancia del mismo, apenas has sido estudiado. Tanto Ramón Bohigas, quien documento a finales del siglo XX cerámica a mano (decorada), como Eduardo Peralta Labrador en su obra "Los Cántabros antes de Roma" (2003) citan este maravilloso enclave que además atesora una enorme belleza paisajística.
Todo ello unido a que el castro de Brizuela posee dos épocas de ocupación principalmente documentadas: La Edad del Hierro y La Edad Media, sin tener la certeza material (al menos publicada) de ocupaciones intermedias. Existe una hipótesis respecto al bajo o nulo nivel de destrucción de las estructuras que han llegado a nuestros días, lo que puede llevar a pensar que en época romana y visigoda pudiese tener ocupación y continuidad. Hablando de "destrucción" como asedio por incendio o confrontación bélica por ejemplo, evidentemente las estructuras están derrumbadas por el paso de los siglos. Además, se hace referencia al hallazgo fortuito de monedas romanas a los pies del cerro, en tierras de labranza. O incluso a una de las puertas de acceso que aun hoy se conserva en el cierre Oeste. Todo ello nos hace pensar en su posible ocupación en época romana, pero no existe la certeza material. Ya en el año 1011 se hace referencia a "Villa Castro", y por ejemplo en el Becerro de las Behetrías (documento del año 1352) se sitúa a Brizuela en la Merindad de Aguilar de Campoo perteneciendo a la Merindad de Castilla Vieja. En el interior del castro se han encontrado cerámicas de esta última época, lo que constata presencia humana en el medievo.
En definitiva, todo nos lleva a pensar que el castro de Brizuela oculta aún más secretos de los que realmente sabemos. Incluso la zona, que en los últimos años está dando mucho que hablar en relación a nuevos enclaves relacionados con las "Guerras Cántabras", será uno de los lugares muy a tener en cuenta si pueden ser estudiados en el futuro.
Cuando llegas al castro de Ahedo de Butrón, o Pico Casares como indica la toponimia, te das cuenta de que estás en un lugar especial por varios motivos. El primero de ellos es que se puede llegar perfectamente en coche desde el pueblo, sin la necesidad de un todoterreno. Cierto es que estuve en época electoral, circunstancia por la cual tal vez (y digo "tal vez") la pista estuviese recién arreglada: Ni un bache. Y segundo, estamos en un pequeño recinto castreño ubicado en un entorno realmente espectacular, con un dominio visual hacia el Norte/Noroeste cuya panorámica se queda corta en cualquier fotografía. Sencillamente impresionante. Podría convertirse perfectamente en un castro visitable sin necesidad de mucha infraestructura, ya que tanto el acceso como las vistas y el asentamiento que lo conforman hacen que sea un atractivo turístico/paisajístico y cultural de gran índole. Pero nuestros vecinos, al igual que nosotros en Cantabria, están centrados en cosas más importantes..demos gracias a que aún no lo hayan convertido en un parque eólico.
Las primera referencia documental del castro se realizó en el año 1984, concretamente en la carta Arqueológica de los partidos judiciales de Sedano y Villarcayo, redactada por aquel entonces por el recientemente fallecido Ramón Bohigas Roldán, Jacinto Campillo Cueva y José Angel Churruca García. Hace décadas ya se hacía referencia al potencial del citado castro, haciéndose hincapié en la imposibilidad de encontrar materiales (a parte de las estructuras de las que luego hablaremos) en superficie por la cubierta vegetal que cubre prácticamente su totalidad. Sería nuevamente referenciado en la archiconocida obra "Los cántabros antes de Roma" de Eduardo Peralta Labrador (2003), donde se destacaba nuevamente como enclave castreño adscribible a la Edad del Hierro al igual que en la publicación anterior.
Y a partir de aquí..más de lo mismo: Silencio administrativo y ninguna investigación en su interior. Un enclave potencial perfectamente visitable tanto en lo arqueológico como en lo paisajístico y cultural y que permanece en el olvido. Si tenéis la suerte de visitarlo, hacedlo a primera hora de la mañana donde muchos de los corzos que viven tranquilos en sus inmediaciones os acompañarán en el paseo.
Cualquier definición del Monte Bernorio se queda corta para explicar lo que ha significado y significa este lugar en la historia de los antiguos cántabros. Podríamos comenzar diciendo que es una de las ciudades fortificadas de la Edad del Hierro más grande halladas en España y también en Europa. O tambien que se trata de uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de la época prerromana en la península..aún así, seguiríamos quedándonos cortos, ya que sus entrañas siguen albergando secretos y misterios aún por descubrir.
Situado junto a la localidad de Villaren de Valdivia (al norte de de Palencia), se eleva majestuosos a unos 1.170 metros de altitud, dominando una gran llanura donde en la actualidad se pueden contemplar desde su cima mas de 40 pueblos de las provincias de Burgos Palencia y Cantabria. Creo que con esto podemos entender el valor estratégico y militar de este enclave. Fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 1992 y desgraciadamente, más que por su valor arqueológico, fue noticia no hace mucho por ser incluido como ubicación de un futuro parque eólico de 24 aerogeneradores..así nos va...
El castro de El Coterón se ubica en lo alto de un monte cónico de roca caliza en la cabecera del valle de Entrambasaguas. Si cerramos los ojos e imaginamos la idílica forma de un asentamiento prerromano siempre se nos vendrá a la cabeza la imponente figura de yacimientos como el oppidum de Monte Bernorio o La Espina del Gallego..son demasiados años de mitos y leyendas ficticias que nos han forjado una imagen demasiado subrrealista y global de algo que no lo es. Y no quiere decir que muchos de los asentamientos de los antiguos cántabros estuviesen fuertemente fortificados, como los citados previamente, o incluso que sus antiguos moradores fuesen todo lo belicosos que el Imperio Romano quiso vender para justificar lo caro de su victoria. Ahora bien, existen yacimientos que aun perteneciendo a una cronología similar (Edad del Hierro) poco o nada tienen que ver con los castros que imaginamos. El Coterón es uno de los exponentes castreños "atípicos" de nuestra región, de hecho hasta su propia latitud es una excepción en el entorno.
Nos encontramos en un territorio yermo en cuanto a asentamientos protohistóricos de envergadura se refiere, al menos conocidos hasta nuestros días. Paralelamente nos encontramos con un cierto nivel de estaciones hipogeas (cavidades o bóvedas con restos de enterramientos) que puede indicar que el potencial arqueológico en superficie este aún por descubrir. Uno de los ejemplos de mayor interés se ubica en la cercana localidad de Solorzano, concretamente en la cueva de Ruchano. Conocida desde antaño, alcanzó interés arqueológico a raíz del hallazgo en su interior de una espada de la Edad del Bronce (Almagro Gorbea, M. 1976). Este descubrimiento fue llevado a cabo por un miembro del colectivo espeleológico "Expedición Británica a Matienzo", concretamente en una represa natural situada en la zona profunda del rio que surge por la boca de la cavidad. Cabe la posibilidad, según se ha documentado, de que esa espada pueda formar parte de un rito de propiciación a las divinidades acuáticas, circunstancia bastante extendida en el ámbito religioso protohistórico en toda Europa.
Volviendo al yacimiento de El Coterón, fue mencionado por primera vez como enclave de interés arqueológico por A.Arrendondo en su conocido artículo "Índice preliminar de poblados cántabros (riaños, cuetos y castros) en los que existen apariencias de restos de civilizaciones prerromanas, precélticas y anteriores, en la provincia de Santander y otras" de la publicación Altamira, identificandolo con el topónimo de Riaño de Hornedo. Detallaba "...terrazas y restos de los poblados cántabros de Cabargo y Rondillo" (Arredondo, 1976-77: 547), siendo esta afirmación una mera hipótesis sin ninguna base científica ni documental. Décadas más tarde el enclave seria visitado por Fernando V. Pablos quien identifica al Sur del cerro una terraza artificial que posteriormente, esta vez acompañado por Eduardo Peralta Labrador (2004), se reafirmaría como una construcción probablemente atribuible a la Edad del Hierro. Muchos pensarán equivocadamente, ¿Y ya está? ¿Dónde están las murallas? ¿Y las cabañas circulares?. Olvidemos los estereotipos y la mitología y volvamos a la realidad..¿Para qué murallas si no hay de qué defenderse? ¿Por qué han de existir cabañas si pudo ser un asentamiento estacional?. Tan solo el tiempo y una posible intervención arqueológica desvelarán las incognitas del castro de El Coterón.
El castro de La Guariza (Fontibre, Campoo de Suso) es otro claro ejemplo, uno más, del abandono al que se encuentran expuestos muchos yacimientos de nuestra región. Evidentemente no es un Monte Ornedo o Castro de Las Rabas, los cuales son referentes arqueológicos en nuestra región, pero esto no quita para que puedan albergar innumerables secretos dignos de ser admirados. De hecho, mucha gente se sorprende de que este enclave haya sido incluso un castro prerromano, sobre manera porque apenas existe información sobre él.
Fue descubierto por Miguel Ángel Fraile en la década de los 80 del siglo pasado. De hecho, el único estudio (que no excavación) realizado sobre este enclave fué publicado por él mismo en el año 1990, donde llegaba a indicar que se trataba de un asentamiento de la Edad del Hierro. La siguiente cita sobre La Guariza se publica en el año 1997, donde Eduardo Peralta y Emilio Muñoz comparten la cronología argumentada años antes por Fraile en la publicación "La problemática de la conservación de los castros prerromanos de Cantabria: inventario y propuestas de actuación". La última vez que el yacimiento toma cierto "protagonismo" es gracias a la actualización del Inventario Arqueológico de Cantabria (2007) de la mano de José Ángel Hierro Garate, quien se encarga de documentar y estudiar el estado del yacimiento. Las imágenes de esta publicación corresponden a esa toma de contacto.
Su localización, muy cerca de la posible estructura campamental de Salces, hace pensar que esta última fuese un castellum romano que sirviese para asediar el castro prerromano de La Guariza.
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