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  • MINA DE SETARES

    La mina de Setares es el ejemplo perfecto de explotación minera de época romana en Cantabria. Y uno de los pocos junto con Morero I (en Peñacabarga), ya que del resto de minas de origen romano tales como mina Numa, mina de San Bartolomé o las minas de Reocín / Mercadal fueron destruidas debido a la incipiente actividad de finales del siglo XIX hasta mediados del XX. Al menos nos quedan testimonios escritos y documentados de las mismas, además de una importante cantidad de materiales romanos que atestiguan la presencia del Imperio en nuestro subsuelo. En el caso de la galería de Setares, aún no investigada en profundidad, no han aparecido materiales concretos, pero es fácil entender el porqué de la aparición de varios miliarios y hallazgos romanos en las inmediaciones de la misma: En Otañes. La incipiente actividad de la cercana colonia marítima de Flaviobriga (en la cual poder cargar el mineral) y la vía que atravesaba la cercana localidad de Otañes, hacían que su ubicación fuese la idónea.

    No en vano, la extracción de hierro en la enorme montaña se prolongaría a lo largo de la historia hasta terminar su actividad en el año 1965. Cual sería la envergadura de la mina de Setares en época contemporánea que en el año 1900 la localidad ubicada en el corazón de la mina tenia cerca de 1.500 habitantes, reduciéndose a 200 en el momento de su cierre. Callado está dicho que todos abandonaron la localidad (hoy en ruinas) en el preciso instante que las bombas se apagaron. Pero es cuanto menos curioso que la galería romana de Setares no corriese la misma suerte que las citadas previamente con el boom de la minera. Y eso que estuvo a punto dado que se cree en el año 1945 estuvo a punto de ser convertida en salida de emergencia de la conocida Mina Carmelita (contemporánea), con lo que parte de las pequeñas modificaciones y la inscripción que hoy vemos son debidas a esta circunstancia.

    Su valor arqueológico fue descubierto por Javier Marcos Martinez en 1997 durante una de las prospecciones arqueológicas autorizadas por la Consejería de Cultura para evaluar el impacto ambiental relacionado con la instalación de un vertedero de residuos. Se publicaría en diferentes ocasiones a finales del siglo XX y principios XXI en varios artículos relacionados con la minera preindustrial, si bien es cierto que fue ganando peso paulatinamente como mina romana. Y desde entonces hasta nuestros días, nada de nada. Ni una panelización, ni una investigación mayor, ni interés por la misma. Allí está, inerte bajo maleza sin un futuro cierto. Más o menos como el túnel romano de Gerijuela, muy cerca de Velilla del Río Carrión, donde van a invertir 52.000€ para ponerlo en valor. Aquí, en Cantabria, invertiremos en poner un parque acuático (en la Comunidad Autonóma con menor horas de sol de España) del Paleolítico, mucho más cultural y beneficioso, donde va a parar..

    Bibliografía:"La minería romana en Cantabria" (Nivel 0, Santander - 2000). Lino Mantecón Callejo.

  • PATERA DE OTAÑES

    La Pátera de Otañes es, sin lugar a dudas y con todos los respetos hacía el resto de los materiales de la misma cronología, el objeto romano con mayor relevancia dentro de los hallazgos coetáneos de Cantabria. Su la monumentalidad de sus escenas, su contenido, su epigrafía (tanto en el anverso como en el reverso, que muchos desconocen), el entorno de su aparición y, en definitiva toda ella, nos llevan a realizar la primera afirmación. Además, el halo de misterio y las incógnitas que aún alberga su texto epigráfico, la hacen mucho más llamativa.

    Quien vería las caras de aquellos jornaleros que a finales del siglo XVIII fueron a sacar piedra al Pico El Castillo para construir las paredes del caserío del Prado, situado a los pies del citado monte y propiedad de Antonio Zacarías de Otañes. Tal fue el revuelo histórico que produjo este hallazgo (y el de otras piezas de plata que fueron vendidas a plateros de Bilbao, además de 7 miliarios) que el Ayuntamiento de Castro Urdiales se vió obligado a remitir un acta notaria a la sede de la Real Academia de Historia en el año 1826 para aclarar el hallazgo. Este documento, titulado "Información ad perpetuam rei memorimam de las antigüedades romanas halladas en el Valle de Otañes" (Leg. 1809, expediente 2, año 1826) posee todo tipo de detalles sobre las declaraciones de los testigos que décadas antes habían asistido a su hallazgo. Y ya aquí, comienzan las primeras contradicciones. El primer testigo alude que la Pátera junto otros objetos aparece en la falda Sur del pico mientras que Antonio Maria de Otañes (depositario de la pieza) había oído siempre a su padre que la pieza apareció entre las ruinas de un edificio antiguo demolido: La Torre de Lastramala. Esta fortaleza, cuyo origen se remonta al siglo XIII, estaba totalmente en ruinas y fue históricamente propiedad de la misma familia Otañes que siglos después descubriría la pieza.

    A partir de este momento la Pátera de Otañes despierta un increíble interés entre la comunidad científica. En 1895 fue trasladada a Madrid para su estudio y posterior exposición en la Real Academia de Historia. No sería hasta un siglo después, en 1999, cuando volviese a ser mostrada al público en la exposición "Los Cántabros. La génesis de un pueblo" que se realizó en el Museo Diocesano de Santillana del Mar. Poco después, entre el año 2001 y 2003 estuvo depositada en el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, volviendo a manos de la familia Otañes (propietaria desde su descubrimiento) quien la tiene custodiada en una entidad bancaria.

    No cabe duda de que estamos hablando de la pieza con Mayúsculas del periodo romano en Cantabria. Si bien la teoría más aceptada de su hallazgo la lleva a las ruinas de la fortaleza del Pico Castillo…¿podría ser cierto que fue hallada en la falda Sur y la familia lo ocultó? ¿Dónde se encuentra el manantial de donde manan de las aguas de Umeri? ¿Qué otros objetos de plata se encontraron junto a ella?. No es solo la pieza, sino las incógnitas históricas que guarda y que aun la envuelven en su halo de misterio.

    Bibliografía: "Flaviobriga y el santuario de Salus Umeritana" José Manuel Iglesias Gil / Alicia Ruiz Gutierrez. Santuarios suburbanos y del territorio en las ciudades romanas, Universidad Autónoma de Madrid, Instituto de Ciencias de la Antigüedad (2014)

  • MILIARIO DE NERON

    Que la actual localidad de Otañes fue un punto estratégico en las comunicaciones romanas de la antigua colonia de Flaviobriga con el resto del imperio no es ningún secreto. Es más, podríamos decir que su importancia va más allá de "un cruce de caminos", ya que los hallazgos conocidos y los que no (que son muchos) nos dan a entender que como núcleo minero y habitacional tenia una cierta entidad: La Patera de Otañes, la mina de Setares, el miliario de Numerario, los miliarios de Galerio, el miliario de Tiberio, el miliario de Caro o el cercano miliario de Domiciano encontrado en el puerto de Las Muñecas (divisoria natural entre la Cantabria actual y el País Vasco) así lo atestiguan. Era el punto final (o de inicio, según que mire) de la vía romana entre Flaviobriga y Pisoraca, si bien es cierto que esta afirmación solo está basada en los milarios encontrados, nunca de las vías como tal. En los últimos años, el espectacular trabajo de Isaac Moreno Gallo sobre las vías romanas en la antigua Hispania nos lleva desde Flaviobriga hasta incluso la antigua ciudad de Vxama Barca (Osma de Álava), pasando por el Valle de Mena, La Merindad de Montija y el Valle de Losa. ¿Cómo?. Pues en este caso, y a diferencia de los estudios solo basados en los miliarios encontrados…pues recorriendo las vías romanas fosilizadas. Un espectacular y arduo trabajo de investigación insitu que nos lleva hacía el Sur y que, en algún punto intermedio (a modo de cruce de caminos), se debería desviar hacía el Suroeste. ¿Hacía Pisoraca (Herrera de Pisuerga)?. Eso parece, pero no se ha encontrado aún la vía física que nos lleve al final.

    Volviendo al miliario de Nerón, fue descubierto por Antonio María de Otañes hacia el año 1770 junto a la ermita de La Trinidad. Posteriormente fue depositado en la casa Torre de Otañes, circunstancia conocida gracias al acta notarial que, con motivo de la aparición de la Pátera de Otañes, fue redactado por el Ayuntamiento de Castro Urdiales y remitido a la Real Academia de Historia en el año 1826. Años después sería colocado en el paseo de arboleda, denominado de la Barrera sobre un pedestal en el cual había una reproducción de su texto. A finales del siglo XIX, principios del siglo XX se llevaría a la plaza justo enfrente de la iglesia de Santa Maria en Castro Urdiales, donde sería objetivo de diferentes pintadas. Actualmente se encuentra ubicada en el interior del castillo de Santa Ana.

    No cabe duda de que el miliario de Nerón, y todos los hallazgos materiales anteriormente citados, nos llevan inequívocamente a pensar que la localidad de Otañes y su entorno tuvieron una importancia capital en las comunicaciones romanas del imperio en Cantabria. Bien como inicio, o bien como fin de las vías hacía la única colonia romana de la costa del Cantábrico: Flaviobriga. Desgraciadamente, esta última, víctima de la vorágine constructiva de no hace mucho tiempo y de la famosa frase de "tapa tapa, que nos paran la obra".

    Bibliografía:"Epigrafía romana de Cantabria" (1998). Jose Manuel Iglesias / Alicia Ruiz.

  • MILIARIO DE DOMICIANO

    Año 85 d.C. 11 años después de la fundación de la colonia de Flaviobriga (actual Castro Urdiales), el tráfico tanto marítimo como por tierra se ve incrementando notablemente. No quiere decir esto que previa fundación colonial no lo fuese, ya que existen miliarios como el de Nerón que indican que décadas antes ya estamos ante un puerto de relevancia en el Norte. No olvidemos que este miliario está datado entre el año 61/62 d.C y Flaviobriga fue fundada en el año 74 d.C. Pero volviendo al año 85 d.C., las diferentes vías y ramales que desembocan en la localidad de Otañes se encuentran ya "desgastados" por el uso. Nada fuera de lo habitual dado que, al igual que en el siglo XXI (con nuestras carreteras y autopistas), toda vía necesita un buen mantenimiento. Y en este caso, gracias al miliario de Domiciano, queda constancia de ello.

    Fue descubierto en Mayo de 1914 en lo alto del puerto de Las Muñecas, divisoria natural y geográfica entre la Cantabria actual y el País Vasco. Quedaría constancia de dicho hallazgo gracias a las anotaciones del párroco de Otañes, M. Martinez del Caso López, quien apuntaría a la existencia del miliario como "mojón" de separación de ambas provincias. Se expuso por primera vez en el año 1928, si bien es cierto que la primera fuente documental respecto a su epigrafía corresponde a Jose María Solana Sanz quien lo incluiría en su publicación "Flaviobriga" del Centro de Estudios Montañeses (1974). La primera de las traducciones de su campo epigráfico se realizó gracias a una de las fotos encontradas en el archivo de la casa Torre de Otañes realizada por el citado párroco, ya que en el momento de su hallazgo el miliario se encontraba mucho menos desgastado/dañado y además se veía la parte posterior. Esto facilitó la transcripción a Jose María Solana, aceptada por la gran mayoría de los investigadores. Posteriormente se incluiría en "Epigrafía romana de Cantabria" (1998) de Jose Manuel Iglesias y Alicia Ruiz, apuntando a que el miliario corresponde a una de las variantes del trazado de la vía Flaviobriga / Pisoraca. Ya inmersos en el siglo XXI, se realiza un espectacular estudio de las vías romanas basado no en los recorridos marcados por los miliarios encontrados, sino en las propias vías encontradas in situ. Al menos en sus improntas en el terreno. Este estudio, liderado por Isaac Moreno Gallo, encontró los indicios de la vía que partía desde el puerto de Las Muñecas hacía el Valle de Mena, La Merindad de Montija y el Valle de Losa con destino hasta Vxama Barca (Osma de Álava), continuando incluso hacia Veleia y Deobriga. Este estudio, y la ampliación de este, nos habla de un impresionante entramado viario que, lejos de establecer tan solo un origen / destino basado en hallazgos materiales (desplazados en ocasiones, pudiendo descontextualizarse), nos traslada a través de las vías romanas "fosilizadas".

    No cabe duda de que, salvo contadas excepciones (Peña Cutral, los cardos del campamento romano del Monte Cildá y poco más), no tenemos ni idea de como era el entramado vial de época romana en Cantabria. No cabe duda de que el actual puerto de Las Muñecas y el trazado que discurría desde el valle de Otañes hasta el puerto tuvieron una importancia capital en las comunicaciones de la Cantabria Oriental con la Meseta. No obstante, en la actualidad, todas aquellas vías denominadas como romanas en nuestra región no dejan de ser caminos carreteros de época medieval, al igual que los puentes denominados romanos. Una auténtica pena que Cantabria y su Consejería de Cultura, hubiesen podido formar parte de un espectacular proyecto de identificación de vías y dijesen que NO. Infinita la llaman…por llamarle algo.

    Bibliografía:"Epigrafía romana de Cantabria" (1998). Jose Manuel Iglesias / Alicia Ruiz.

    Fotografía: Isaac Moreno Gallo

  • LUCERNA DE FLAVIOBRIGA

    Desde su descubrimiento en el año 1991, además de alguna que otra publicación (como la citada en la bibliografía) y la presencia de este espectacular testigo del mundo romano en "La Pieza del mes del MUPAC" (en diferentes ocasiones), la lucerna de bronce de Castro Urdiales ha quedado relegada a un segundo plano. Pasa un poco como con su ubicación en el actual Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, donde la escasa iluminación hace casi imposible obtener una fotografía medianamente decente. La verdad ocurre un poco lo mismo con gran parte de los materiales, el entorno más cercano y el actual yacimiento de Flaviobriga. La única colonia romana de la costa cantábrica (si si, la única), puerto fundamental entre el norte de Hispania y la Galia, no tiene toda la "iluminación mediática que merece". Esta espectacular lucerna forma parte de un enorme puzzle arqueológico al cual le faltan muchas piezas que en muchos casos se han perdido por la vorágine constructiva en Castro Urdiales, en otros casos por el desconocimiento general y en otros muchos…por ser muy muy cortos de miras.

    ¿Y porqué esta reflexión en alto que nada tiene que ver con la lucerna?. Buscando documentación para esta entrada, principalmente para encontrar paralelos de la misma, me he topado con la espectacular pieza (completa) de la Ifergan Gallery - Ancient Art de Málaga. Una lucerna de características prácticamente similares a la de Cantabria pero con la máscara decorativa. Precio: 3.500€ (con certificado de autenticidad y procedente de una colección inglesa particular de la década de los 90). Un tema totalmente respetable, no seré yo quien lo cuestione, pero cada vez que veo una pieza así a la venta no puedo dejar de pensar en que una colección particular en Cantabria (concretamente de Flaviobriga) se perdió en el olvido en galerías de coleccionismo y otros canales gracias a los políticos de turno (de medio pelo, para que engañarnos) y a los acólitos (de medio pelo también, por cierto) que por envidias, por etiquetas y por titulitis dejaron escapar una colección sin precedentes si quiera el MUPAC tiene: La colección de Félix González Cuadra.

    Hace ya décadas, se celebró una exposición en el Palacete del Embarcadero (Santander) dedicada a la antigua ciudad de Portus Victoriae. Muchas de las piezas, entre las que destacaban espectaculares muestras de terra sigillata, pertenecían a la colección de Félix González Cuadra. Su inmensa colección había sido obtenida principalmente en el área de Castro Urdiales y alrededores a mediados / finales del siglo pasado (principalmente en la década de los 70 y 80). Hace no muchos años, el conocido coleccionista e investigador (que no arqueólogo) quiso llegar a un acuerdo con el Gobierno de Cantabria para que su colección fuese de uso y disfrute público, quedando expuesta en un lugar acondicionado dentro de Castro Urdiales (requisito fundamental para él). Solicitaba además una serie de condiciones (la tradición oral cuenta que quería un busto con su nombre, o una placa por ejemplo) además del eximente relativo a la Ley de Patrimonio dado que muchas de sus piezas, por el origen de las mismas, podían serle arrebatadas. No olvidemos que parte de su colección particular fue obtenida previa Ley de Patrimonio Nacional (1985) e incluso que la Ley de Patrimonio de Cantabria (1996), pero podría serle arrebatada ya que además, no siempre las obtuvo de un modo normal. Finalmente, la Consejería de turno (en la cual figuraba algún primera espada del Gobierno de Cantabria actual) tenía el acuerdo prácticamente cerrado a falta de una comisión de Patrimonio que apoyase la citada "cesión" (que no venta ni adquisición) para su disfrute público.

    ¿Qué es lo que ocurrió entonces? Que antes de permitir que una colección única fuese de uso y disfrute público en el Ayuntamiento de Castro Urdiales, esa comisión tachó de "expoliador" y poco menos que el diablo a Félix Gonzalez Cuadra (con quien incluso colaboraban en el pasado) haciendo que cualquier tipo de acuerdo se tornase imposible. Muchos de estos expertos (por llamarlos de alguna manera), que nos privaron a todos de conocer la Flaviobriga "material" de verdad, siguen siendo acólitos de cada Gobierno entrante. ¿Qué pasó finalmente?. Félix González Cuadra muere el 26 de Mayo de 2014. El que fuese miembro del centro de Estudios Montañeses, investigador y descubridor de (por ejemplo) el castro de Sámano, la calzada romana, el acueducto de Castro Urdiales, el abrigo del Cuco, la cueva de la Riba, La Ciega, Los Dientes o la Dársena…se lleva con él cualquier posibilidad de que su colección se exponga. Sus hijos, herederos de la misma, no quieren (ni querrán) llegar a ningún acuerdo con aquellos que vilipendiaron e insultaron a su padre. Yo, haría lo mismo. ¿Y dónde está la colección? Pues parcial o totalmente vendida, no se sabe. Alguno de los gobiernos entrantes me pregunta (el actual incluido, nadie me lo podrá negar) que pueden hacer por la cultura en Cantabria. Yo siempre les digo entre otras cosas: Recuperar la posibilidad de que la colección Gónzalez Cuadra pueda ser expuesta a la gente. Al final terminan la legislatura y pasan sin pena ni gloria. Bueno si, trazando un plan "estratégico cultural" un año antes de las elecciones para justificar que aparte de humo, han vendido algo. Paradójicamente lo suelen trazar con los mismos acólitos que llevan décadas aferrándose a la idea de que Gonzalez Cuadra era poco menos que el demonio.





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