Resulta increíble pensar que lo que hoy es un lugar paradisiaco en Cantabria lo haya sido hace miles de años en cuanto a actividad humana se refiere. Pero nada que ver con el sol, el verano, el bronceado.. Hoy viajamos a una de las playas más conocidas del entorno de la bahía de Santander. Una pequeña "cala" (dos si esta la marea alta) en donde el auge a la hora de construir herramientas entre el Paleolítico Inferior y la Prehistoria Reciente era más que presente. Principalmente porque el entorno de Los Tranquilos era abundante en cuanto a la materia prima por antonomasia: El silex. Verdaderamente toda la costa cantábrica era un auténtico "yacimiento" de nódulos de silex de todos los tipos: parduzcos, lechosos, oscuros, grandes, pequeños..testigos de esta cantidad de silex como materia prima son los cientos de yacimientos costeros repartidos de Este a Oeste por toda nuestra comunidad.
Pero hoy nos centraremos en este pequeño espacio en donde la cantidad de materiales hallados nos llevan a pensar que era uno de los puntos calientes en la elaboración de industria lítica para el uso cotidiano. Los yacimientos de Los Tranquilos fueron identificados a finales de la década de los 70 por miembros del Colectivo para la Ampliación de Estudios de Arqueología Prehistórica – CAEAP. Al igual que en la gran mayoría de los yacimientos costeros, con tan solo una prospección superficial o bien por los caminos y sendas o bien por aquellas zonas erosionadas por el mar o el viento, las piezas se pueden ver en superficie.
A partir de su descubrimiento y catalogación, nada más sabemos de los yacimientos de Los Tranquilos. En Cantabria prima mucho más "vender" sol y playa que indicar que además de estar en un lugar paradisiaco, lo estamos también en un lugar con miles de años de historia. Cantabria Infinita lo llaman..
Cuando hablamos del yacimiento de Los Tranquilos estamos hablando en realidad de varios "puntos calientes" catalogados con un nombre individualizado (por ejemplo, "Los Tranquilos A", "Los Tranquilos B" o "Los Tranquilos C"). En este caso hablaremos de varios de ellos, si bien toda el área costera que vislumbramos desde cualquiera de los lugares citados a buen seguro que ha tenido (o tiene) yacimiento prehistórico. Uno de los principales se encuentra situado en pequeño saliente de tierra que sirve como divisoria entre la playa de Loredo (donde también hay yacimiento) y la de Los Tranquilos. La gran mayoría de los materiales se concentraron en dos puntos, destacando la vaguada que va desde el pinar a la playa y los cortes producidos en los caminos. En esta área se pudieron diferenciar claramente dos lotes de materiales pertenecientes a cronologías diferentes, todos ellos en silex. Aquellos con una pátina menos intensa y lechosa se adscriben más que posiblemente a la Prehistoria Reciente, destacando 1 lasca retocada, 8 núcleos, 1 raspador y numerosas lascas. Todos ellos en un nivel superficial de unos 15 cm de potencia. Mientras que aquellos que tienen una pátina más oscura e intensa se han catalogado dentro del Paleolítico Medio. En este caso se hallaron 1 raedera convexa, 1 cuchillo de dorso natural, 1 núcleo y nuevamente un gran número de lascas. Estos últimos en un nivel de limos rojizos por debajo de los anteriores y con una potencia de unos 20 centímetros.
En el propio pedregal de que existe al Oeste de la playa también se encontraron diferentes materiales, si bien es cierto que esta sección queda cubierta con las mareas y los materiales en silex se encuentran muy erosionados por la acción del agua. Esta área de denomina como "Los Tranquilos B" y es probable que la acumulación de los materiales (talos como lascas y núcleos de silex) provengan del yacimiento citado en el párrafo anterior, si bien la acción del mar y la propia erosión de los acantilados los hayan precipitado hasta el mar.
Por último, a unos 500 metros al Este de la propia playa (y del aparcamiento), también existe una alta concentración de materiales sobre las vaguadas en las que ha desaparecido la cubierta vegetal debido principalmente a la erosión eólica y las aguas de escorrentía. Hablamos del sector conocido como "Los Tranquilos C", adscrito por los hallazgos materiales (1 raedera, 1 fragmento de lasca levallois, 125 lascas, etc) a Paleolítico Inferior / Medio.
El abrigo de El Cuco es uno de los yacimientos más espectaculares de toda Cantabria. Así de sencillo y con total seguridad. Mucha gente pensará que esta afirmación puede ser banal o estar fuera de contexto, pero creedme que es así. Cierto, cuesta pensar que una "pared" sin ningún tipo de grabado o pintura, al lado de un campo de cultivo en terrenos privados, pueda obtener esta categoría. Pero a diferencia de lo que muchos piensan, en ocasiones los lugares más desconocidos proporcionan información VITAL para el conocimiento de la Cantabria prehistórica. Es como si dentro de 40.000 años (vete tu a saber como está la Tierra…o si está) los investigadores fuesen a buscar nuestro modo de vida en las catedrales, o en el Centro Botín. El resumes es claro: No podrían. De poder investigar lo harían en nuestras casas, en nuestros pueblos…pues un poco como en el abrigo de El Cuco, donde por extensión podría encajar perfectamente un pequeño poblado. Y es curioso que el testigo arqueológico que hoy nos queda, utilizado como almacén de aperos de labranza hace no muchos años, no sea más que una pequeña extensión de terreno que ha sobrevivido a la labor agrícola (se puede apreciar perfectamente el "escalón") que nos ha dado la oportunidad de conocer el modo de vida prehistórica de un modo espectacular.
El yacimiento fue descubierto por Miguel Ángel García Guinea en la década de los 60 del siglo pasado, siendo explorado nuevamente por miembros del C.A.E.A.P. - Colectivo para la Ampliación de Estudios de Arqueología Prehistórica – en el año 1989. Ya en el año 1996, la arqueóloga Yolanda Diaz Casado realiza un sondeo dentro del estudio general de las cuevas (tiene dos como veremos posteriormente) de El Cuco donde obtiene una estratigrafía muy abundante en cuanto a industria lítica y fauna. Hacia finales del año 2005 se efectuaron bajo la dirección de Pedro Rasines del Rio, y promovidos por el ayuntamiento de Castro Urdiales, dos sondeos arqueológicos. En uno de ellos se encontraría una de las secuencias estratigráficas de mayor interés en el estudio de los albores del Paleolítico Superior de toda la cornisa cantábrica, reconociéndose trece niveles. Por último, en el año 2017, un equipo de investigación dirigido por Igor Gutiérrez realizó una serie de dataciones en los materiales encontrados en el nivel inferior de lo que se creía que era de época Auriñaciense. Concretamente se dataron los carbonatos formados sobre las conchas de molusco encontradas en gran cantidad, transportándonos a una cronología de 45.000 años de antigüedad. Siendo así, nos encontraríamos ante las primeras evidencias documentadas (y datadas) del consumo de moluscos por parte de los neandertales en la cornisa cantábrica. El análisis de la industria lítica del mismo nivel estratigráfico, realizado por Joseba Ríos Garaizar, reafirma que nos encontramos en época Musteriense en vez de Auriñaciense.
En resumidas cuentas, el abrigo de El Cuco es un testigo de excepción en el cambio de era en el sector oriental de nuestra comunidad e incluso a nivel de toda la cornisa Cantábrica. Es curioso como yacimientos como este mismo o el de la cueva de Covalejos sean fundamentales en conocimiento y transición desde época Musteriense (neandertal) a la Auriñaciense en adelante (sapiens) y tengamos que comernos todos los años las "Garma-noticias" del mismo yacimiento, sean de ese año o guardadas de otros. Unos enclaves que a buen seguro podrían dar noticias año tras año y que permanecen en el olvido para que otros sigan alimentando alguna que otra portada en la prensa regional cada vez con menos sentido..Cantabria Infinita lo llaman.
Es curioso como el halo de misterio se cierne sobre la espectacular ensenada de Puerto Calderón. De hecho, su propia historia no deja de ser, en parte, un poco la de toda Cantabria en cuanto a lo distorsionada de la misma..lo que resulta una auténtica pena: Mitos, leyendas, tradición oral (a veces mal interpretada)..y olvido de la verdadera y contrastada historia (prehistoria más bien) del enclave en muchos casos. Y con todo, estamos ante una auténtica maravilla natural y paisajística que se ha convertido en uno de los lugares de obligada visita si quieres conocer la escarpada costa de Cantabria.
Lo primero que uno se encuentra (a nivel documental, que no es mucho) en relación a Puerto Calderón es su "origen romano". Muchos se atreven a aventurar incluso que los amarres que aparecen en bajamar son de origen imperial. Cierto es que sus características morfológicas invitan a pensar que estamos ante un puerto de gran antigüedad, pero a día de hoy no hay constancia de evidencias arqueologícas que así lo confirmen. Existen en Cantabria muchos ejemplos de ensenadas "aptas" para la ubicación de un puerto romano (por pequeño que fuese) que van a acompañadas de descubrimientos materiales. En la propia bahía de Santander, al otro lado del que pudo ser el Portus Victoriae Iuliobrigensis, nos encontramos con la ensenada de San Bartolomé..donde hace décadas aparecieron restos constructivos de época romana (tégulas e imbrices principalmente). En el mismo Suances, identificado históricamente con Portus Blendium, sin haber restos de un puerto como tal se han encontrado cientos de evidencias (constructivas, materiales, numismáticas, etc) de la presencia romana en la villa. Incluso mucha gente se atreve a aventurar (sin mayor rigor) que alguno de los norays de piedra (amarres) de la ría de San Martín que se ven en las bajamares son de época romana…pero no se puede confirmar que lo son. Por ello, el "origen romano" de Puerto Calderón a nivel de hallazgos materiales y certidumbre, quedaría descartado hoy (quien sabe si mañana la historia cambia).
Lo mismo ocurre con el mito de que Puerto Calderón sirvió como base y fondeadero de submarinos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. ¿Qué alguien vio en algún momento algún submarino esconderse aquí puntualmente?. No se puede negar. Del mismo modo que tampoco se puede negar que otros puertos como el de Vigo si eran fundamentales en el abastecimiento y estrategia de los conocidos "U-Bots" de Hitler. Para este último ejemplo, las diferentes fotos y los documentos/memorias del almirante Döenitz, reafirman la importancia de mismo como punto de abastecimiento y atraque…pero Puerto Calderón no puede incluirse como tal salvo (a buen seguro) alguna contada excepción de la cual siquiera hay documento alguno.
De lo que nadie puede dudar, y que de hecho es la circunstancia menos conocida y la vez la mejor documentada, es que Puerto Calderón estuvo habitado en la prehistoria y en los albores de la protohistoria. Al menos en una de las "puntas" que encierran la ensenada, concretamente en la conocida como Punta Calderón. Hablamos en primera instancia del la conocida como "La Cuevona", cavidad muy próxima al actual camino de descenso que fue encontrada por F. Ruiz de la Sección de Espeleología del Seminiario Sautuola – SESS en la década de los 70. Años después, en la década de los 80 del siglo pasado, miembros del Colectivo para la Ampliación de Estudios de Arqueología Prehistórica – CAEAP realizarían una prospección superficial de la misma encontrando diferentes materiales (que veremos posteriormente). Años más tarde, en la zona erosionada más cercana a los acantilados de la Punta Calderón, J. Muñiz descubriría un yacimiento Paleolítico que sería prospectado superficialmente por Ramón Montes Barquín, reafirmando la importancia del mismo.
No cabe duda de que en Punta Calderón (y el resto de la ensenada) queda mucho por descubrir. Quien sabe si restos de un puerto romano, quien sabe si algún material o bien documental o físico que lo relacione con los citados submarinos de la Alemania nazi. Nunca se sabe. Lo que si se sabe es que estamos ante un espacio natural cuya riqueza arqueológica aflora en las zonas erosionadas entre los acantilados y las praderías y que nadie te lo cuenta. La historia inventada (más extendida) contra la historia real (menos contada), un ejemplo más de que en Cantabria nos gusta más inventar que proteger, investigar y divulgar lo ya encontrado..Coroccotismo Ilustrado lo llaman..
Muchos de nosotros conocemos la espectacular playa de San Juan de La Canal, un arenal paradisíaco donde desde hace décadas se viene celebrando la festividad de San Juan y sus conocidas hogueras. Una noche que, mucho antes de la llegada del cristianismo, se venia celebrando en infinidad de lugares del mundo con entidad propia. No olvidemos que la llegada del Solsticio de Verano (noche más corta del año) es un acontecimiento milenario que, a diferencia de lo que muchos piensan, se produce la noche del 21 de Junio..no la del 23. Ocurre un poco como San Juan de La Canal: Todo el mundo piensa que solo es la playa donde poder tomar el sol y saltar las hogueras en la noche que da nombre a este precio lugar…pero no es así. Hace miles de años, San Juan de La Canal era un asentamiento al aire libre donde sus antiguos pobladores dejaron cientos de testimonios de su paso por allí.
Concretamente en una pequeña península que se ubica en la desembocadura del arroyo de La Canal, donde hoy podemos encontrar un banco que nos asoma a contemplar una bella panorámica de la Costa Quebrada. Si nos sentamos en él, estaremos en pleno epicentro del conocido como sector de "San Juan de la Canal 2", yacimiento descubierto (como otros tantos en la zona) por GAEM Arqueólogos en el seguimiento de la construcción del Paseo Marítimo allá por el año 1999. Es curioso como hace 20 años exactamente, según qué cosas se hacían (en según que proyectos/municipios, cierto es) mejor que hoy en día. No olvidemos nunca el caso del parking de Suances, ejemplo fundamental para comprender lo que NO hay que hacer ni desde las corporaciones locales ni desde la administración central.
Pero volviendo a este yacimiento, se excavó (parcialmente y de urgencia) desde el "cruce" del camino hasta la zona donde hoy se ubica el banco, en una zanja de unos 2 metros de anchura por la que hoy discurre el camino. Y verdaderamente los resultados fueron espectaculares, ya que obtuvieron miles de piezas cuyo origen nos remonta desde el Paleolítico Inferior, pasando por el Paleolítico Superior (Solutrense) para llegar por último al Neolítico. Y hoy, en 2019, ni siquiera un panel explicativo al respecto. Solo la certeza de que año tras año, en la noche de San Juan, miles de personas estarán celebrando una fiesta milenaria en un lugar más milenario si que sepan nada…Cantabria Infinita lo llaman.
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