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Observatorio astronómico de Villegar. Fotografía: Gonzalo Gómez Casares

En BILYEGAR DE TORANZO. OBSERVATORIO ASTRONÓMICO CÁNTABRO DEL 5.858 a.C.

Arturo Arredondo (a partir de ahora A.A.) parte de Barry Fell, quien le proporciona el dato de partida con el topónimo BILYEGAR que significa observatorio de piedra en goidélico. Los observatorios se iniciarían en el Palelitico Superior 14.531 a.C. Los Cerradones (Luena) y continúan hasta 5.858,5 a.C Billegar (Toranzo). Constituyen una reflexión sobre el tiempo y su medida por las culturas primitivas. De su análisis deriva toda una teoría de las glaciaciones, que no se ha impugnado, aunque se la trata como todo lo que estorba y, además, de ella se deduce una nueva explicación geológica de las orogenias (pag. 78-79).

Su estudio histórico arranca del tema recurrente de la cultura atlántica occidental desde Mauritania a Escandinavia. Sostiene que el poblamiento estable de Cantabria se inicia hacia el 6.500 a.C. durante el Mesolítico y se acelera entre el 4.000-3.000 a.C con el Neolítico, posiblemente, apoyándose en criterios bioclimáticos. Los poblados tienden a situarse a media ladera de los montes y tienen una superficie que suele oscilar entre una o dos hectáreas. Se componen de su recinto amurallado y sus cabañas redondas con su fanum pentagonal y su necropolis de candanos. Están cercanos a un montículo que hace de punto fuerte, denominado: castro, cueto o riaño (topónimo que no deriva de rivus angulus como es general si no de Rhinnu -colina, punta, nariz en irlandés-). Los habitantes que los ocupan no suelen rebasar un centenar de personas; es decir, un solo clan familiar dirigido por un concejo. Geográficamente, se distribuyen formando complejos que abarcan de 5 a 8 de estos poblados, comunicados por calzadas mas antiguas que las romanas. Con una densidad de 1 poblado por cada 4 kilómetros cuadrados para el centro de Cantabria, que es la zona mas densa, pero en otras zonas (la montaña) tienden a aislarse y formar núcleos concentrados mayores como: Riaño de Argacillo o Riaño de Rucandio. Su ubicación depende de los recursos económicos que se explotan. Por ello, se hallan cerca de bosques y de las sierras para tener pastos. Practican una agricultura de roza que es mas fácil de realizar en terrenos altos y abiertos. De esa circunstancia depende que los localicemos en terrenos descampados.

También proporciona una cronología basada en la tipología de los asentamientos que podemos resumir del siguiente modo: 3.800 a.C. La Mayuela (Enmedio) 3.500 a.C por tener iduri. Los Casares (Luena) por enterramientos en cista y un mehir. 3.000.C. Los Castros (Luena), 2.500 a. C. Los Miñares (Luena), 1.100 a.C. La Rasa (Udias) por el polvorín de la mina que le parecía construcción de modelo oriental. 800 a.C. Ujón (Corvera), 500 a.C. Riaño de Buelna, por ser un castro típo celtico 250 a.C. Santa Gadea (Burgos) por sus tumbas antropomorfas que atribuía a los cartagineses al tener un sol poniente grabado.

Para fechar emplea el siguiente criterio: las cabañas de falsa cúpula solutrenses. Los iduris (fraguas pentagonales) de las que derivan los fanum (templos) 3.800 a.C. Cabañas de techo lastras 3.500 a.C. Los candanos 3.500 a.C. Las cistas 3.300 a.C. Los fanum 3.000-2.500 a.C. Las coronas y dolmenes 2.700 a.C. Las mamblas (cultura Kurgan) 2.500 a.C. Las cabañas de brezo alvarizo 1.000 a,C . Establece paralelos con las culturas atlánticas y mediterráneas y en función de ellos atribuye las cronologías.

Gonzalo Gómez Casares

 

En INDICE DE RIAÑOS CUETOS Y CASTROS REVISTA ALTAMIRA. TOMO XL. Años 1976-1977

Nos ofrece una recopilación sintética de sus hallazgos pertenecientes al sector central de Cantabria comprendido entre los ríos Saja y Asón y a los terrenos colindantes del norte de Burgos, aunque considera que Cantabria abarca desde Villaviciosa (Asturias) al Deva vasco. El corpus se nutre de muchas observaciones realizadas a través de las fotos aerotécnicas del catastro, como se puede determinar por la cita de lugares que no visitó. Contabiliza unas 130 localizaciones, pero algunas son múltiples por lo que el total se acerca a las 200.

Las zonas con alta densidad de hallazgos las denomina Complejos:

  1. Sector Costero.
    Abarca desde las marismas de Santoña (Escalante) pasando por La Garma (Omoño) en dónde parece intuir la cueva descubierta, posteriormente, cuando suelta: “En esta comarca, inexplorada aún, hay mucho que ver”) y La Masera (Hinojedo) hasta el Monte Corona (Udías) y Pechón (Val de San Vicente). Destaca el complejo Santillana-Suances.
  2. Las primeras montañas.
    Complejo de Ibio, Complejo del Dobra, Complejo de Villafufre, Complejo de Esles, Complejo de Liérganes y Complejo de Riaño de Solórzano.
  3. Los cordales que separan las principales cuencas fluviales.
  4. Complejos de: Miera, Berana, Riaño de Argacillo (Enmedio), Sierra Caballar (Villafufre).
  5. Los de las cabeceras de los valles del Sur.
    Complejos de: Camesa, Enmedio, Campoo de Suso y Valdebezana

Toponímicamente los encontramos clasificados como:

  1. Castillos
    La mayoría son recintos medievales que considera poblados cántabros.
  2. Castros, y riaños
    Mayormente, asentamientos cántabros.
  3. Cueto, Cotejón y Coterón
    Generalmente, se refieren a puntos fuertes de poblados cántabros.
  4. Muelas, Peñas etc.
    Resaltes rocosos aprovechados como puntos defensivos.
  5. Pando
    Poblados
  6. Coronas
    Ligadas a la existencia de cromlech.
  7. Pedroso
    Poblados y alineamientos

Rueda de Molino en Sierra Labra (Campoo). Fotografía: Gonzalo Gómez Casares

Un conjunto, aporta multitud de datos que ocupan el periodo cronológico comprendido entre el final de la glaciación y la llegada de Roma. Oscura fase de la cual no existían estudios previos bien fundamentados sobre la ocupación del territorio en Cantabria. Por ello, resulta incomprensible la falta de interés por el ÍNDICE de los estamentos oficiales anquilosados en sus viejas rutinas y de espaldas a la realidad social del posfranquismo. Así, se entiende que cuando se descubrió el castro de La Garma se le encontraran, para su sorpresa, citado en el ÍNDICE. Tuve la oportunidad de comentarlo con A.A. y me mostró la fotografía del catastro en el que se le apreciaba nítidamente.

Además, valgan lo que valieren, en el INDICE encontramos referencias a grabados rupestres al aire libre como los de Castro Pepín (Iguña) o los de Combroz (Valdebezana) que A.A. engloba de manera intuitiva y quizá, erróneamente, en el Mesolítico.

Y al ignorado fenómeno megalítico de Cantábria, con citas en: Castroliba (Miera), Sierra Caballar (Villafufre), Pico Dobra, Cueto del Agua (Iguña) y El Escudo (Luena) etc. En ocasiones se refiere, simplemente al tamaño de las piedras.

Otra aportación importante e insospechada es la de los cromlech de los que, incluso, ofrece información sobre construcciones desaparecidas como: Pedrero de los Hisos (Cabrojo) y una lista sobre diversas estructuras clasificadas como tales.

También, encontramos la alusión a menhires bajo la denominación de hitos como: Peña Jana (Corvera de Toranzo), Pando (Santiurde de Toranzo), Riotuerto (Rucandio), La Coronilla (Montes Claros), Pedrio (Reinosa), Duña (Udías), Aloños (Villacarriedo), Etc.

Se ocupa de las estelas o “ruedas de molino” en Suano (Campoo de Suso), Berana (Toranzo) etc. Y de la sorprendente referencia a los alineamientos de piedras: Villegar de Toranzo, Berana (vértice de Toranzo, Vega de Pas y Villacarriedo) etc. Concluye con datos sobre hallazgos arqueológicos: hachas pulimentadas en Villacarriedo, cerámica a mano en Villafufre y Riaño de Ibio, piedras labradas en Ribamontán,vaso de pórfido en Valdebezana etc.

Sitúa Aracillum en Riaño de Argacillo y desmiente su localización en Aradillos como se había establecido desde hace tres siglos. Aporta el trazado de una calzada romana que pasa por el reconocido poblado cántabro de Cueto del Agua (Cieza-Iguña del cual es el legítimo descubridor) yde la que publicará el hallazgo de un miliario en esa misma publicación.

En el ÍNDICE hace referencia, de pasada, a un campamento romano en el Castro de Queveda (dentrodel Complejo Santillana-Suances) ligado al puerto romano en Tagle. Recuerdo queme mostró un recinto circular en torno al pueblo. Otros restos romanos en otros lugares: Valdebezanavaso de pórfido, de tipo romano”, Ibio, y en El Castro de Rucandio (Valderredible) “restos de poblado, cántabro, romano y medieval” (lugar en el cual la publicación CASTROS Y CASTRA EN CANTABRIA cita un campamento romano sin mentarle para nada).

Sorprendentemente, se ocupa de poblados de tipología ibérica (determinados por las puertas en clavícula)como los que cita en Valdebezana yen el Chulindral (Vega de Pas).

Una cita enigmática es la de un poblado cántabro en Cueto Helguera (Iguña) en las proximidades de CILDÁrestos de poblado cántabro; terraza muradamegalítica. Pinar que impide otras observaciones” donde Peralta ha localizó estructuras campamentales romanas. Creo que se corresponde con El Cantón. También hace referencias a Cildá y Sierra del Escudo a propósito de restos que no son romanos, aunque resultan demostrativos de su conocimiento de esos lugares por esas tempranas fechas. El no aportar datos pienso que fue para no descubrir su hallazgo.

Creo recordar, que su cita de Riañuelo (Puertos de Río Frío) se basaba en el “recientemente descubierto” Castronegro.Lo mas extraño es su mención a un campamento romano en Riaño (León) a una altitud 1250 m. dónde no he podido localizar nada hasta el momento. Pienso que se refiere al lugar denominado Cima de la Cueva pero está a 1100 m. formando una isla dentro del pantano.

Todo esto en unas fechas en que la historiografía oficial desconocía por completo estos asuntos.

Alineamiento en las inmediaciones del castro de Llan de la Peña. Fotografía: Gonzalo Gómez Casares

En el LIBRO: BILYEGAR DE TORANZO. OBSERVATORIO ASTRONÓMICO CÁNTABRO DEL 5.858,5 a.C. llama la atención cuando ya sitúa los primeros homínidos por la cornisa cantábrica en el Prepaleolítico SubInferior hace mas o menos 1.000.000 de años en base a los sedimentos de El Castillo (pag. 90). Esto sin conocerse Atapuerca. Pero dónde ya anticipa de forma sorprendente averiguaciones recientes es cuando hace derivar el Homo sapiens de tres prehominidos, uno por contienente habitado (pag. 100). Llega a sugerir que la raza blanca proviene de la mezcla de Neanthertales y Sapiens (pag. 105).

Asumí esa idea y la expuse en TEMPLE LEBANIEGO Nº 9 año 1989. Tengo constancia de que el atrevimiento fue duramente criticado por un catedrático de Prehistoria de la Universidad de Cantabria poniéndolo como ejemplo de las aberraciones de los legos en la materia (foto).

He estudiado Villegar y tengo que decir que allí no logro ver lo que A.A. describe pero si observo ciertas alineaciones y algún nimbolito por lo que sospecho que “algo hay”. Pienso que se dejó influir por los estudios sobre Stonehenge, cuyo modelo intenta reproducir. Lo cierto es que parece haber restos de poblamiento en el prado superior y no he visto indicios de utillaje lítico por la zona. Esto me conduce a sospechar, que hubiere lo que hubiere, es ya de una cronología encuadrable en plena metalurgia.

Soy de los pocos en considerar como válido esto de los alineamientos, entre otras cosas, por el siguiente motivo. Veía ciertas geometrías en las necrópolis megalíticas como queda reflejado en: CANTÁBRIA INÉDITA II (rombo de Combranda) y después en la necrópolis de la Peña Oviedo en: SOBRE LAS LEYENDAS DE MOROS II en LUZ DE LIÉBANA Nº 388 año 2000, sobre plano de Luis Cesar Teira Mayolini en el MEGALITISMO EN CANTABRIA año 1994 pag. 100 (fotos). Además, eran muy abundantes los alineamientos de piedras en el entorno de las majadas antiguas con origen en el Neolítico y Calcolítico como consta en mi artículo: MAJADAS DE ALIVA en LUZ DE LIÉBANA Nº 372 año 1997.

Estructuras en las inmediaciones del castro de Llan de La Peña. Fotografía: Gonzalo Gómez Casares

Como muestra, un prado cercano al castro de Llan de La Peña (Dobarganes) en el cual abundaban las piedras. Un vecino retiró los peñascos de menor tamaño dejando solo los mas grandes. Alguno de ellos supera la tonelada de peso. Los fotografié y compuse la siguiente imagen que creo disipará las dudas de los mas escépticos (fotos). Ya lo expuse en: EL TÚNEL DEL TIEMPO en LUZ DE LIÉBANA Nº 369 año 1997.

Otra de sus aportaciones es el estudio de las piedras decoradas como la fiesta nupcial de los Castrucos (Luena) o la estela de los caballitos de Busredondo (Sel de la Carrera). También, se ocupó de las estelas decoradas o “ruedas de molino” como las que cita en Los Cerradones (Luena). Alguna de ellas fotografiada con la luz rasante mostraba escenas sorprendentes. Con cierta frecuencia me las tropiezo en paseos campestres. (fotos)

Finalmente, tras esos antiguos indoeuropeos sitúa la llegada de “los moros” (fenicios) a explotar nuestros yacimientos minerales y se afanará con sus inscripciones y con las ibéricas (greco-libio-fenicias). La entrada en la Historia se produce con la famosa cita de Porcio Catón en el 196 a.C. la cuál reinterpreta de forma diferente a la ortodoxa, utilizándolo como base para considerar a los cantabros pueblos ibéricos. No soy conocedor de latines y no puedo emitir opinión al respecto.