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Tumulo de Coterio de Peñalba

No, no nos hemos equivocado. Bueno si, estamos contemplando unas espectaculares vistas entre las localidades de Oreña y Toñanes, pero no es el tema principal de esta entrada. Estamos viendo el conjunto tumular de Coterio de Peñalba, yacimiento arqueológico del que tanto protección, señalización, puesta en valor y documentación brillan por su ausencia. Fijaros si brilla que, aun estando inventariado desde hace más de una década, no hay ninguna cita ni publicación sobre el mismo salvo 2 líneas en la publicación del Boletín Oficial de Cantabria en el año 2015, en la aprobación definitiva del Plan General de Ordenación Urbana de Alfoz de Lloredo.Bueno, 2 líneas son muchas. Y con todo, dicha publicación oficial dista en 5 años en la de su inventariado. Es decir, durante 5 años estuvo a expensas de que cualquiera pudiera destruirlo siquiera antes de ser estudiado. Si lo hizo el alcalde de Suances conociendo el yacimiento de Huerta Quintana estando inventariado, en su plan General de urbanismo y en su página web (y adujo hasta en televisión su desconocimiento hasta la saciedad) y no pasó nada, aquí imaginaros lo que podría pasar hoy en día en este yacimiento.

Volviendo al yacimiento, fue documentado (no sé si realmente descubierto) en el año 2010 en un proyecto de estudio y reconocimiento de la cuenca del Saja llevado a cabo por el Colectivo para la Ampliación y Estudios de Arqueología Prehistórica – CAEAP y el Grupo de Espeleología e Investigaciones Subterráneas Carballo Raba - GEIS CR. Sería incluido ese mismo año incluido en el Inventario Arqueológico de Cantabria – INVAC. Y desde entonces, absolutamente nada más que las vistas que veis en las imágenes adjuntas.

¿Qué cómo he podido obtener toda esta información? La verdad es que documentando personalmente (desde que ví la entrada en el Boletín Oficial de Cantabria que os comento en 2015), preguntando, visitando y fotografiando. Como en la gran mayoría de yacimientos de Regio Cantabrorum, ya que el Inventario Arqueológico de Cantabria no es accesible para nadie a nivel particular/público dentro de esta comunidad. Si nuestros Consejeros y Directores (desde hace años) de Cultura dejasen de hacer el canelo y subirse al tejado del Palacio de Festivales para decir todo lo que hacen y ponerse a hacer lo que realmente es importante para la cultura de Cantabria (no para sus partidos), todo esto cambiaria. Claro, pero echarle huevos a publicar en el BOC el Inventario de Cantabria, no solo cambiaría el panorama regional en cuanto a que tendrían que hacer una Consejería de Cultura de verdad (no esta broma que tienen hoy en día), sino que muchos de los ayuntamientos INCUMPLIRIAN (de un modo reiterado) la Ley de Patrimonio de Cantabria y no tendrían escudo en un posible juicio por "desconocer" los yacimientos de sus municipios. ¡Ups!, es verdad. Soy yo el que está desprotegiendo los yacimientos publicándolos

 

Ubicación lidar de dos de los túmulos de Coterio Peñalba

Se encuentra ubicado muy cerca de la localidad de Toñanes, en la parte más alta de la rasa litoral. En una serie de praderas contiguas con unas espectaculares vistas. A día de hoy se han encontrado tres estructuras tumulares cuya parte central se encuentra un poco más hundida o bien porque en el pasado fueron "excavadas" o bien por el propio paso del tiempo. En otro tipo de conjuntos tumulares, como por el ejemplo los de Áliva, se aprecia un marcado pozo de violación (agujero central) debido a que fueron abiertos en el pasado quien sabe si en busca de tesoros milenarios.

Se cree que puedan encontrarse intactos debido a que en su entorno más próximo no se encuentran bloques o piedras pertenecientes a la cámara del túmulo, como ocurre cuando se abre alguno de ellos, si bien al ser fincas de siega se podrían haber apartado en el pasado. No obstante, todo apunta a que se encuentran bien conservados. Todos ellos, separados por poca distancia entre sí, tienen un diámetro de entre 8 y 10 metros en todos sus ejes, levantando apenas entre 1 metro y un metro y medio sobre el terreno.

Por su tipología y paralelos (abundantes en Cantabria) se puede considerar que nos encontramos con estructuras tumulares relacionadas con las primeras etapas de la Edad del Bronce en Cantabria.

VISITAS

No se puede visitar el conjunto de Coterio Peñaba ya que se encuentra dentro de terrenos particulares. Desde Regio Cantabrorum te pedimos que respetes el yacimiento y su entorno, ya que es deber de todos mantener viva la historia de Cantabria.

Info

   

DESTACADOS

  • LOS TUMULOS DE ALIVA

    Los Puertos de Áliva, en pleno epicentro de los Picos de Europa, son uno de los destinos por excelencia para todos aquellos que disfrutan de las rutas de senderismo en Cantabria. No en vano, el teleférico de Fuente Dé es uno de los atractivos turísticos de nuestra comunidad y es utilizado por miles y miles de usuarios para contemplar una panorámica única de Liébana. Quienes posean un todo terreno (o en su defecto un vehículo alto en según qué épocas del año) pueden acceder también a través de la localidad de Espinama, por una pista forestal que nos deja en las zonas de pasto a las que nos dirigimos hoy. Allí, entre altitudes que estriban entre los 1.400 y 1.600 metros, nos encontramos con los vestigios de una sociedad milenaria que pasan desapercibidos entre el espectacular paisaje. Estamos hablando de los túmulos de Áliva, los cuales nos dan a entender que en una época entre el Mesolítico y la Edad del Bronce estos paisajes fueron mucho más que un mero atractivo turístico. Y es curioso como tanto para los lugareños de hoy en día como para los de hace miles de años, esta zona de pasto era de vital importancia en aquellas épocas del año en las que la climatología no era adversa.

    Este tipo de estructuras tumulares son conocidas desde hace décadas (siglos más bien), dado que antaño se tenia la creencia que en su interior existía un tesoro asociado al enterramiento. Es por esto por lo que la gran mayoría de ellos, no solo en Áliva sino en gran parte de las necrópolis conocidas, poseen lo que se denomina "pozo de violación". Básicamente hablamos de un agujero hecho en su parte superior para acceder a la cámara funeraria en búsqueda de riquezas. En nuestro caso incluso existe un topónimo asociado más que probablemente a las estructuras que nos ocupan: El Tesoro (uno de los conjuntos).

    La primera cita documental de alguno de ellos se produjo en el año 1984, concretamente en un artículo de "El Diario Vasco" (no confundir con el actual Diario Montañes). Sería documentados posteriormente por Agustín Díez Castillo – doctor en Prehistoria de la UC - en el año 1991, incluyéndose en "El megalitismo en los valles interior del occidente de Cantabria" del XX Congreso Nacional de Arqueología celebrado ese mismo año en Zaragoza. En el año 1994 fueron incluidos en el libro "El Megalitismo en Cantabria" de Luis Cesar Teira, la obra por excelencia en la catalogación de estructuras tumulares de nuestra región. Ese mismo año, el citado Díez Castillo y Jesús Ruiz Cobo los presentaron en el Seminario "O Megalitismo no centro de Portugal", dentro del acta "El Megalitismo en Cantabria, una aproximación espacial". Por último, en el año 1995 se incluye en la publicación "Nuevas evidencias acerca del Megalitismo de la región de los Picos de Europa" de Luis Cesar Teira, Carlos Pérez y Pablo Arías. Eso sí, desde su catalogación y documentación en el año 1991, no se ha realizado ningún tipo de intervención que merezca la pena destacar..mucho papel diría yo.

    No cabe duda de que toda la comarca de Liébana es uno de los máximos exponentes en el conocimiento de la Prehistoria Reciente a través de sus monumentos megalíticos. Un patrón que se repite: Zonas altas de pastos de montaña (tanto hace milenios como hoy en día) y necrópolis tumulares donde enterrar a sus muertos: Palmedían, Combranda, Peña Oviedo, Áliva y un largo etc que no mucha gente conoce. Un recurso turístico, ligado al senderismo del que hablábamos al comienzo, totalmente desaprovechado por el desconocimiento de los mismos...Cantabria Infinita lo llaman.

    Bibliografía: "El Megalitismo en Cantabria". Luis Cesar Teira, UC (1994)

  • COMPOSICION DE LA SERNA

    Es curioso como aun transcurriendo miles y miles de años entre los antiguos habitantes de Cantabria y nosotros mismos, en lo más profundo de nuestro ser, tenemos la necesidad de plasmar nuestro día a día, nuestras creencias, nuestros anhelos y todo lo que nos rodea en los muros. Cierto es que es la aparición de la escritura, pasando por la lengua celtibérica, el latín y otros tantos idiomas derivados (o no), fue el motor que nos permitió dejar de interpretar para pasar a entender. Miles y miles de años para pasar de las oscuras cuevas, a la fría piedra, al papel, a los muros…y ahora los del Facebook o Twitter. Pero esa necesidad de plasmar en un muro o soporte solido/virtual sigue existiendo, sentimiento que nos une y nos transporta al tiempo de nuestros ancestros. A media que voy escribiendo sobre los grabados, antropomorfos, figuras esquemáticas y otro tipo de representaciones en piedra del Monte Hiijedo, no puedo dejar de pensar en este vínculo. Escribiendo en un muro virtual sobre quienes lo hicieron sobre uno natural, herramientas de diferente época pero con ganas de dejar huella.

    Hoy nos trasladamos nuevamente a Valderredible, concretamente a las inmediaciones de la localidad de La Serna. Allí, a unos 600 metros al Sureste del núcleo urbano, se encuentra composición antropomorfa geminada de La Serna. Otro de los exponentes arqueológicos de la comarca que pasa prácticamente desapercibido. A diferencia de otros grabados como el de Peña Lostroso o Redular, el de La Serna fue conocido por los investigadores no hace muchos años, si bien es cierto que los vecinos de la localidad saben de su existencia desde hace tiempo, siendo ellos los que hablaron a los estudiosos de las "peñas escritas". La única referencia del conjunto en el pasado es relativamente cercana en el tiempo, concretamente en un artículo de 2006 (Bohigas et allí, 2006) donde se realiza además una exhaustiva relación entre los grabados de todo Valderredible. En estos últimos años, diferentes colectivos sociales conformados tanto por investigadores como por aficionados a la arqueología, están reactivando el interés por los grabados. Uno de los más activos del momento es el denominado como Petroglifos en Valderredible, con quienes viajamos a través de las redes sociales a este tipo de yacimientos.

    Estamos sin duda ante un momento en el que parece que el entorno del Monte Hijedo en general, está volviendo al panorama arqueológico con letras mayúsculas. Esperemos que tanto las investigaciones y los estudios nos lleven a descubrir un poco más de yacimientos como este, pudiendo obtener sobre este tipo de conjuntos antropomorfos algo más que hipótesis con mayor o menor acierto.

    Bibliografía: "Después de Altamira - Arte y grafismo rupestre post-paleolítico en Cantabria" (Editorial ACANTO)
    Agradecimientos: Ernesto Rodrigo Gutiérrez / Julio López Postigo

  • PEÑA OVIEDO

    Mogrovejo es una de las localidades más turísticas y bellas de la comarca de Liébana: Paisajes espectaculares, una gastronomía increíble, una arquitectura tradicional digna de ser observada y una historia envidiable. Uno de los iconos de la citada localidad es la conocida como Torre de Mogrovejo, espectacular complejo señorial de finales del siglo XII que, según rezan muchos datos bibliográficos "domina la localidad a media ladera". Pero si de dominio e historia se tratase, sin desmerecer ni mucho menos al citado monumento, en lo alto de los montes y con una milenaria historia nos encontramos con un enclave apenas conocido que nos habla de los albores de una sociedad que, al igual que hoy en día, tenía su ganado pastando en el entorno de La Calvera. Estamos hablando de unos de los máximos exponentes en cuanto a estructuras tumulares y megalíticas de Cantabria: El yacimiento de Peña Oviedo. Con el añadido de que, además, a diferencia de otras espectaculares estaciones megalíticas (Sejos, las necrópolis de Combranda, Palmedian o Las Llaves) existen dos zonas perfectamente delimitadas y con usos más allá de lo funerario: Un uso doméstico. Circunstancia que lo convierte en un enclave poco habitual.

    Las primeras noticias sobre las estructuras de Peña Oviedo datan del año 1948, cuando Benjamín Bada remite una carta al Museo Provincial de Prehistoria y Arqueología de Santander (actual MUPAC) informando de su existencia. Décadas más tarde, en el año 1982, Jose María de La Lama, Francisco Soberón y Eutimio Martino elaboraron un informe que harían llegar al Museo. Este documento sería el preámbulo de las excavaciones arqueológicas realizadas entre los años 1989 y 1995 bajo la dirección de Agustín Diez Castillo. Del mismo modo, sería revisado y topografiado por miembros del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistórica de la Universidad de Cantabria en 2007.

    Y desde entonces hasta nuestros días…nada de nada. Curioso que uno de los conjuntos megalíticos mejor documentados de Cantabria (además de uno de los más bonitos paisajísticamente hablando) no tenga la relevancia que merece. Tampoco es de extrañar dado que desde el Gobierno de Cantabria están mucho más interesados en "encerrar" la cultura en las cuevas (bueno, en las cuevas no que no se puede entrar…salvo que des 500.000 de €..que te ponen hasta moqueta) en vez de incluirla en arqueo rutas de montaña, itinerarios culturales más allá del MUPAC (cuando esté..) y diferentes propuestas que no pasan por "vender" que interesa la cultura cada cuatro años..Cantabria Infinita lo llaman.

    Bibliografía: "Evolución del poblamiento prehistórico en los valles occidentales de Cantabria" UC, Santander 1997. Agustín Díez Castillo.