cargando

Charla-coloquio Peña Amaya: Historia de Cantabria. Fuente: ADIC

¡Qué tal amig@s!, la verdad es que cada día me cuesta más y más (no será por ganas) encontrar un hueco para escribir estas líneas. Estas últimas semanas están siendo intensas: nuevos proyectos en el horizonte, jornadas de documentación en el centro de investigación del MUPAC, sesiones fotográficas en algún que otro castro..tengo que hablar muy seriamente con alguien ahí arriba para que cambie los días a 30 horas. Eso si, desde hace días (me atrevería a decir semanas), tengo una fecha marcada en mi calendario donde no existe otra planificación o evento posible: la charla-coloquio "Peña-Amaya: Historia de Cantabria". ¡Toma ya!. El Viernes 27 de Junio a las 20.00 horas en la Sede de ADIC (C/Santa Lucía 45 Entlo. - Santander) tenemos una cita con la historia y la arqueología de la mano de dos auténticos "cracks". Si señores/as, me declaro fan incondicional de ambos, no llego al nivel de llevar una camiseta con el nombre de ambos pero..poco le falta (naaaaaa, estoy bromeando con este último).

Ahora en serio, tanto Pedro Santamaría como José Ángel Hierro Garate son un referente cultural en sus áreas de actuación (novela histórica y arqueología profesional), además de haber ligado su nombre de un modo u otro al gran baluarte cántabro que simboliza Peña Amaya. El primero de ellos, licenciado en Derecho por la Universidad de Canterbury (Inglaterra), se ha convertido por derecho propio en uno de los escritores de novela histórica con más tirón del momento, ya no solo a nivel regional sino nacional. En 2011 vio la luz su primera novela de éxito en este género: "Okela (Pàmies 2011)". Esta obra, todo un éxito de ventas en nuestro país, narraba las vivencias de una expedición espartana a las fuentes del Ebro. Tan solo un año después, en 2012, seguía haciéndonos disfrutar con su segunda novela "El águila y la lambda (Pàmies, 2012)", ambientada esta vez en la Primera Guerra Púnica. Y este mismo año nace de su "pluma" otra auténtica obra maestra: "Peña Amaya (Pàmies, 2014)". Personalmente la sinopsis del mismo a mí me pone los pelos de punta:

"Año 572. Después de sus exitosas campañas contra los bizantinos en el sur, el rey visigodo Leovigildo pretende unir bajo sus leyes toda Hispania y, para ello, deberá marchar con sus huestes hacia el norte. Allí se asientan el reino germánico de los suevos, las temibles tribus vasconas y, entre ambos, el estado embrionario de los cántabros, que se mantiene independiente gracias a la inexpugnable ciudad de Amaya.

Tomás, un monje cántabro que en otro tiempo fue guerrero, tendrá que enfrentarse a su pasado y a su hermano mayor, Necón, que será el encargado de defender Amaya, y con ella Cantabria, del rodillo visigodo".

Por otro lado, nadie mejor que José Ángel Hierro Gárate para hablarnos del yacimiento de Peña Amaya y su historia. ¿Qué porqué digo esto?, Sencillo. Es por todos bien sabido que durante estos últimos años ha formado parte y co-dirigido el Proyecto Mauranus, del cual han destacado sus exitosos resultados en relación a los enterramientos visigodos en la cueva de Riocueva y su contexto histórico. Ok, parte "visigoda": un 10. Ahora bien, es también autor de varias publicaciones relacionadas con las Guerras Cántabras y los yacimientos más importantes de las mismas. No podemos olvidar que es también coautor del libro "Cantabros, origen de un pueblo"..ok entonces, parte de "Guerras cántabras/Edad del Hierro": otro 10. En resumen, no creo que haya nadie más adecuado para explicarnos la historia, descubrimientos y nuevas aportaciones surgidas sobre el yacimiento de Peña Amaya.

Aún así, si te has quedado con ganas de saber un poco más, no lo olvides:

"Charla-coloquio Peña-Amaya: Historia de Cantabria". Viernes 27 de Junio a las 20.00 horas en la Sede de ADIC (C/Santa Lucía 45 Entlo. - Santander), ¡ENTRADA LIBRE HASTA COMPLETAR AFORO!

 

Imagenes

DESTACADOS

  • PEÑA AMAYA

    Amaya es uno de los baluartes de la antigua Cantabria, elevándose esplendorosa sobre la llanura burgalesa. Esta enorme atalaya (1377 metros de altitud) ha sido habitada desde la Prehistoria, alcanzando gran auge en cuanto a presencia humana se refiere a finales del siglo X a.C. Es a partir de este punto donde Amaya comienza a tener una importancia destacable, convirtiéndose en uno de los principales castros cántabros en la Edad del Hierro. La raíz del topónimo "Amaya" quiere decir "am(ma)" o "madre", implicando que su nombre Amaya o Amaia es referido a "ciudad madre", implicando que su nombre Amaya o Amaia es referido a “ciudad madre” o como se denominaría más adelante "capital". No se sabe a ciencia cierta si Amaya fue en esencia capital de los cántabros prerromanos, ya que ninguna fuente clásica así lo recoge. Además no se han obtenido evidencias arqueológicas que así lo reflejasen, teniendo mucho más peso (por ejemplo) los hallazgos de Celada Marlantes, La Ulaña o Monte Bernorio. La misma idea de "capitalidad" no parece muy acertada para unas gentes organizadas en clanes, habitantes de poblados elevados sobre montes interconectados visualmente. De todos modos apoyados en la toponimia y ese aire místico y legendario, muchos creen que si fue la antigua capital de los cántabros.

    Este bastión estratégico que domina el acceso de la meseta a territorio cántabro fue conquistado por los romanos en el transcurso de las guerras cántabras (29-19 a.C.) quienes fundaron entonces la cuidad de Amaya Patricia. La cita más antigua de Amaya la encontramos en el Itinerario de Barro, serie de cuatro placas/tablillas con las vias romanas del noroeste peninsular que data del siglo III d.C.. En la placa número I del citado Itinerario se señala el recorrido de la Vía Legione VII Gemina ad Portum Blendium que, partiendo de Legio VII Gemina (León), tiene su final en Portus Blendium (Suances):

    [VIA] L(EGIONE) VII GEMINA AD PORTVM

    BLE(N)DIVM

    RHAMA VII MIL(L)IAS

    AMAIA XVIII

    VILLEGIA V

    LEGIO I[III] V

    O[C]TA[V]IOLCA V

    IVLIOBRIGA X

    ARACILLVM V

    PORTVS BLEN[DIVM]

    [C(aius) LEP(idus) M(arci filius)] II. VIR

    Otro de los datos que nos indican su importancia estratégica y militar es que el mismísimo Cesar Augusto tuvo instalado un campamento en las proximidades de Amaya. Poco más se supo en los III siglos posteriores hasta la llegada de los visigodos. Es a partir de aquí donde su nombre vuelve a sonar con fuerza. De todos modos ahora nos ocupa hablar de sus orígenes y su desarrollo en la época romana, habrá tiempo más delante de centrarnos en Amaya y su esplendor en la época visigodaducado de Cantabria.