La cueva de Santián es uno de los primeros exponentes de arte parietal descubiertos en Cantabria. Y aun así nos encontramos ante una cavidad prácticamente desconocida para el público general, no tanto para el mundo académico. Fue descubierta en el año 1880 por el coronel Manuel Santiyán. De ahí que la cueva también sea conocida por dicho nombre (Santiyán), o incluso como la cueva de "Los Señores" ya que el propio descubridor acondicionó parcialmente la cueva para visitas que por aquel entonces estaban reservadas a personas de cierto estatus social. Construyó además una puerta de madera para que nadie pudiese entrar en la cavidad, ya que según él y tal como se recoge en una de las actas de la Comisión Provincial de Monumentos (14 de Mayo del año 1888) la cueva recogía "curiosidades científicas dignas de estudio". Desgraciadamente dicha cita quedo en segundo plano porque en esa misma reunión se notificó formalmente la muerte (pocas semanas antes) de Marcelino Sáenz de Sautuola como punto principal de la jornada.
En Octubre de 1905 Hermilio Alcalde del Río visitó la cueva y reconoció tanto el yacimiento como las pinturas rupestres, que serían incluidas poco después en la obra "Les Cavernes de la Region Cantabrique" publicada por él mismo, Henri Breuil y Lorenzo Sierra en el año 1911. Ya en la década de los años 50 del siglo pasado fue acondicionada por el equipo de Camineros de la Diputación, quienes además de excavar todo el yacimiento arqueológico no dejaron atisbo del mismo para generaciones futuras. Lo que en su momento fue un vaciado y puesta en valor para futuribles visitas, destrozó el suelo de la cueva. Entre los años 1989 y 1990 las pinturas fueron estudiadas por un equipo dirigido por José Alfonso Moure Romanillo, quien las atribuyo al periodo Magdaleniense a diferencia de Breuel que las incluyo en el Auriñaciense.
Poco o nada más desde entonces. Incluso hubo una temporada a finales del siglo pasado donde fue visitable (podría reabrirse perfectamente). Curiosamente, y fruto del desconocimiento muchas de las paredes, sin ser un acto malintencionado, fueron raspadas para la eliminación de grafitis y pintadas. Incluso el antiguo guía se dedicó, en un pequeño recodo de la cueva donde ubicó unas cajas, al cultivo de champiñones en su interior.
Por último, se amplió el entorno de protección del yacimiento en el año 2012 basándose el Ejecutivo en la Ley de Patrimonio Cultural de Cantabria. En este caso, y luciéndose nuevamente, incluyeron los terrenos de la cantera cercana (sigue con su actividad) y fincas ya urbanizadas. Argumentaron sobre estos últimos "el entorno de protección de un bien no es incompatible ni con los terrenos urbanos ni con la construcción de viviendas"..unos cracks.
Orientada al Suroeste, la cueva de Santián posee uno desarrollo de unos 350 metros de longitud. Tiene dos bocas que en la década de los 50 fueron rebajadas (originalmente eran un poco más angostas) para la comodidad de las visitas. No olvidemos que la boca principal antes de su modificación media aproximadamente 1 metro de alto por 0,8 metros de ancho. Da acceso a un pequeño vestíbulo (también rebajado) que continua por una sinuosa galería que desemboca en una sala donde se encuentra el arte rupestre. Nuevamente nos encontramos con una estancia que fue rebajada donde además se construyeron escalones para adaptar el acceso. Desde aquí la cueva continua hasta un punto donde abundantes formaciones acaban por obstruirla.
De las investigaciones realizadas por equipo de Camineros de la Diputación, se ha podido constatar que el vestíbulo tenia un relleno de 1,5 metros de potencia formado por niveles arcillosos sin muchos materiales arqueológicos, si bien se halló un cráneo humano posiblemente perteneciente a la Prehistoria Reciente. En dicha intervención y en otros estudios aislados (posteriores) se han encontrado restos de talla y algunos útiles, un punzón de hueso, conchas perforadas (desaparecidas) y restos de fauna en abundancia, entre los que destaca la presencia de grandes carnívoros. Destaca la presencia en la cueva de afloraciones de silex, que es probable que fuese utilizado por sus antiguos moradores.
Respecto al arte parietal, aun siendo uno de los primeros descubiertos en Cantabria, no esta bien estudiado ni siquiera en nuestros días. En la sala principal, en la pared derecha, se encuentra el gran panel con 15 símbolos rojos de unos 60 cms de tamaño. Justo en frente del mismo aparece un pequeño signo rojo en aspa. Aparecen en la misma sala una serie de grabados que aun no han sido estudiados. Por último, en otro sector y en un pequeño recodo, se han encontrado también tres manchas rojas de las cuales destaca una que se asemeja a un signo en forma de tridente.
Todos podemos disfrutar de la cueva de Santián, ya que aún sin ser un yacimiento visitable (refiriéndonos a un arqueo-sitio como tal) podemos recorrer la bonita ruta que nos lleva a su abrigo. Desde Regio Cantabrorum te pedimos que respetes el yacimiento, ya que es deber de todos mantener viva la historia de Cantabria.
La Cueva de las Chimeneas fue descubierta por Alfredo García Lorenzo (ingeniero de Diputación) en el año 1953, cuando se abría paso hacia Las Monedas y La Pasiega. Los accesos a la misma son bastante eran bastante complicados (hoy en día existen escaleras), ya que las dos partes de la caverna se encontraban separadas por grandes conductos verticales. En su interior se pueden ver claramente tres zonas decoradas. En la primera, donde se cree que se encontraba la entrada, contiene maravillosas figuras de animales, creadas con la técnica del grabado digital. En la segunda zona (hacia el fondo) existen una serie de símbolos rectangulares creados en color negro. Y en la tercera y última zona encontramos representaciones de cabras, uros y ciervos, todos ellos representados en negro. Debemos de destacar también las maravillosas formaciones (estalactitas y estalagmitas) que alberga la planta inferior (20 metros por debajo de la primera). La antigüedad de las pinturas ha sido calculada en un período situado entre los 16.000 y 20.000 años, correspondiente al Solutrense Superior y Magdaleniense Inferior.
Hornos de la Peña es una cavidad de desarrollo lineal de unos 150 metros aproximadamente. Posee un vestíbulo que comunica con amplia galería mediante un pequeño paso. La cueva termina en una sala compleja de medianas proporciones. Fue descubierta por H. Alcalde del Río quien la publica 3 años después en solitario, y acompañado por Breuil y Sierra en 1911. Fue excavada por el Instituto de Paleontología de Paris a principios de siglo, descubriendo interesantes hallazgos. Todo ese trabajo se vino abajo con la Guerra Civil, donde Hornos de la Peña fue ocupada como refugio. Como se puede suponer, se sufrieron daños irreparables en esta época. Aún asi se sabe del yacimiento muesteriense, auriñaciense, solutrnese, Magdaleniense Medio y Calcolítoco del vestíbulo. La cueva tiene un conjunto exterior, en un bloque suelto y en la pared del vestíbulo con varias representaciones animales tales como un bisonte, un caballo, una cabra y diversas líneas, realizados todos ellos con un trazo grueso. Dentro el conjunto varía de trazo, convirtiéndose en grabados incisos. Además el panel es uno de los más amplios de toda la franja Cantábrica, destacando los caballos y bisontes representados. Otros grabados significantes son un gran ciervo, la cabeza y el cuello de un reno. Entre las pinturas es fácil reconocer un caballo de tamaño reducido y en color negro. Los grabados del vestíbulo son del estilo II Leroi-Gourhan (Gravetiense), mientras que el conjunto interior data del periodo Magdalaniense.
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