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De excursión con Cantabria Inusual: En el oppidum de Monte Ornedo

Sábado, 07:30 de la mañana. Hace ya semanas que espero este momento. Y este estado de "mariposas en el estómago", parecido al de una mañana de Reyes, es más que extraño para mí ya que he ido decenas y decenas de veces a ver yacimientos. Pero hoy es un día especial, muy especial. Normalmente acostumbro a hacerlo o bien solo (sí, soy raruno), o bien en compañía de un par de personas de mi entorno (frikis máximos igual que yo). Pero esta vez es totalmente diferente, ni por asomo parecido. En primer lugar, porque viene mi mujer Verónica, a la que habitualmente tengo frita con piedras, estructuras, cerámica y mierdas varias. Y en segundo porque iba con un grupo de 20 personas que no conocía más allá de las Redes Sociales. Todo ello bajo el paraguas de un proyecto increíble que nació de la mano de Moncho Escalante y Belén Camino hace apenas un año y que desde que lo conozco me enamoró: Cantabria Inusual.

En su portal se definen como "Apasionados de viajar, excursionear, descubrir lugares inusuales y, sobre todo, compartirlo con nuestros amigos", y vaya si lo hacen. No solo por lo bien que organizaron la jornada, perfectamente orquestada, sino porque no todo el mundo tiene la capacidad de juntar personas que en según qué casos (como el mío) no se conocen de nada y que en pocos minutos acaben sintiéndose uno más. ¡Espectacular el grupo que juntaron!.

Y allí estábamos todos, junto a Mónica (guía en Campoo), a los pies del Monte Ornedo en la cercana localidad de Camesa. El día acompañaba, ya que, aunque el sol comenzaba a apretar, la brisa era fresca y permitía que el camino se hiciese muy agradable. A medida que íbamos ascendiendo a la cima del oppidum y posterior campamento romano, mucha gente se sorprendía al saber que nunca había estado en el Monte Ornedo. "¿En serio?", me decían algunos. "Pues yo se donde están las estructuras y el valor de las mismas gracias a Regio Cantabrorum" me decían otros. Y eso, en definitiva, es lo que se busca con el portal. Al final, se puede acercar el conocimiento académico con sus (a veces) infumables publicaciones, a un público más de a píe. Y si eso lo unimos a la espectacular jornada que había organizado Cantabria Inusual, nos sale una quedada entre amigos. Pudimos ver la sauna castreña (sin señalización, como no), el campamento romano de campaña (sin señalización, como no), las estructuras defensivas (sin señalizaci…puafff, ya paso) e incluso las vistas de la verdadera Juliobriga, muy cerca de la localidad de Camesa ?. Para rematar la mañana, tras bajar de Monte Ornedo, estuvimos viendo las pinturas de la capilla anexa al Palacio de la Corralada en las Henestrosas de las Quintanillas ¡Una pasada!. Nosotros tuvimos que abandonar el grupo tras la comida, espectacular tanto el lugar como el ambiente del grupo de Cantabria Inusual, que continuaba camino para ver las pinturas protogóticas de Santa Olalla (en La Loma) y de San Juan Baustista (en Mata de Hoz).

La verdad es que de vuelta a casa no podía dejar de pensar en que el día completo supero con creces mis expectativas (y eran muy altas). Puse cara, ojos (y sonrisa) a muchas personas que conocía a través de las Redes Sociales, quedé maravillado con el yacimiento de Monte Ornedo, y tuve la suerte de poder compartir una jornada espectacular rodeado de buena gente. El único fue ver como el castro más grande conocido en Cantabria, no tiene panelización ni información alguna o que la única sauna castreña conocida de los antiguos cántabros pasa totalmente desapercibida sino sabes que es. Pero bueno, para eso esta este portal y nuestros amigos de Cantabria Inusual, a buen seguro que esta es nuestra primera excursión juntos pero no la última.