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Don Enrique Flórez de Setién

A veces no somos conscientes de que la historia, independientemente de quienes forman parte de ella, es parte de quienes la descubren, la interpretan y sobre todo la estudian y plasman. ¿Qué sería de los grandes emperadores sin las fuentes clásicas, o del mismísimo Jesucristo sin los evangelios?. De un modo más contemporáneo, los historiadores y arqueólogos actuales tienen muchísimas más herramientas para poder documentar sus tesis o estudios. ¡Cuidadín!, no digo que el trabajo actual sea ni mucho menos sencillo (por si a alguno se le encendió la bombilla prematuramente), sobre manera porque cada vez son menos los misterios a descubrir y sobre todo mucho más difíciles de interpretar o entender. Pero me sorprende que sin todas esas “facilidades” tecnológicas o documentales, alguien hace cientos de años tuviese la capacidad de decir "Señores, esto es así". ¿Qué porqué digo esto?..básicamente porque estoy intentando documentar los orígenes arqueológicos de la ciudad romana de Juliobriga.

Incluso en nuestros días, tras decenas de intervenciones arqueológicas, todavía no se sabe muy bien cuál fue el motivo de la paulatina desaparición de esta ciudad. Pudo iniciarse con el brote de peste que a partir del año 252 afecto durante 3 lustros a ciudades como Llerda (Lerida), Bilbilis (Calatayud) o Calagurris (Calahorra), las cuales estaban comercialmente muy unidas a Iuliobriga. Incluso su incendio y destrucción se pudo deber a la invasión de francos procedentes de la Galia hacia tierras del interior..teorías totalmente válidas y aceptadas pero que no se podrían haber llevado a cabo sin un hombre: Enrique Flórez de Setién.

Nacido en Villadiego (Burgos) el 21 de Julio de 1702, este religioso agustino fue celebre en su tiempo como historiador, traductor, geógrafo, cronologista, epigrafista, numismático, paleógrafo, bibliógrafo y arqueólogo de la Ilustración…madre mía y yo solo tengo un blog (ehhh, ¡camino de dos!). Entre sus grandes obras destaca España Sagrada. Teatro geográfico-histórico de la Iglesia de España, increíble obra de historia eclesiástica española que contiene un enorme caudal de noticias, ilustraciones, documentos y antigüedades. Entre sus 56 tomos (de los cuales el padre Enrique Flórez escribió 39, 2 de ellos publicados tras su muerte) destacaremos uno de ellos: La Cantabria - Tomo XXIV. Este libro iba a ser inicialmente un apéndice de otro de los tomos (“Antigüedades Tarraconenses”), pero tras analizarlo detenidamente fue un libro independiente. Esta obra está considerada como referente para el descubrimiento en tiempos modernos de los límites de la antigua Cantabria, siendo el punto de partida para numerosos estudios posteriores del pueblo cántabro en la antigüedad. Entre las muchas aportaciones que nos brinda su obra, merece una mención especial la equivalencia realizada por él mismo entre la ruinas de Retortillo y la ciudad romana de Julióbriga:

"A media legua corta de esta villa (Reinosa), hacia su Mediodía, río abajo y de la parte de acá del río, perseveran ruinas de población en un alto que llaman Retortillo, cuyo sitio me pareció a primera vista desde la loma del que pasa de Aguilar a Reinosa, muy oportuno para el genio de los antiguos, que buscaban para sus poblaciones terreno despejado, dominante de la circunferencia y purificado por la circunferencia de los vientos".

Es importante destacar que Don Enrique Flórez no fue el descubridor de las ruinas de la ciudad romana, sino quien investigo en las fuentes clásicas y apoyo sus teorías con los restos arqueológicos del lugar. Y eso sin realizar ningún tipo de excavación arqueológica, ya que se sabe que la primera actividad relacionada con remociones del terreno para recuperar objetos arqueológicos data de los años 1839-1840 (Juan Lantarón). Aún así, sus planteamientos marcaron un hito y una base increíblemente sólida, no solo en la historiografía de Juliobriga, sino de toda Cantabria.

Muchas preguntas giran aún en torno a Juliobriga: ¿Cómo pudo albergarse una cohorte ("..Tribunus cohortis Celtiberae Brigantiae, nunc Iuliobriga..") en una cuidad prácticamente fantasma?. Y si fue así..¿dónde está la estructura campamental?..¿No será más propio ubicar Juliobriga en el Monte Ornedo?.Ojala tengamos la suerte de poder responderlas todas más pronto que tarde. Eso si, desde Regio Cantabrorum queremos hacer una propuesta firme que esperemos que se responda antes que todas esas preguntas:

¿Por qué Don Enrique Flórez no tiene una calle en Cantabria?.

Traslademos esta inquietud a los Ayuntamientos de Campoo de Enmedio, Reinosa o Santander..¡A ver que sale!