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Anfiteatro (siglo II d.C.) de Tarraco (Tarragona)

¿El último viaje? Uyuyuy, como suena esto a despedida..uniendo todos los cabos creemos haber llegado a la conclusión acertada. Semanas sin escribir noticias y/o artículos de opinión, poca actividad en redes sociales, menos yacimientos al mes. Muchos incluso me lo habéis preguntado directamente, bien en persona o bien a través de Internet. ¡Pues no! Mi respuesta es, en todos los casos, la misma: ¿Pero cómo se va a terminar Regio Cantabrorum?. Como casi todos sabéis, en la tierra de la anchoa y los móviles baratos y de calidad, si damos la vuelta a la estadística de empleo y crecimiento, estamos en el "top" de ambas. Es por ello por lo que en busca de una oportunidad profesional partí hace meses hacia la tierra del 3% donde, por suerte, me siento inmensamente valorado y querido..paradojas de la vida que en Cantabria fuese un número más en la cola del paro y aquí en Barcelona Director de Marketing y Calidad de un grupo empresarial líder del sector de la automoción. ¿Y a qué viene todo este rollo?. Básicamente para que sepáis el porqué de mi falta de tiempo para elaborar estas maravillas gramaticales que ahora salen de mi teclado..payaso engreído ;)

Volviendo al hilo, ¿El último viaje?. Hace meses, desde que estoy en Cataluña, me propuse seguir los pasos del emperador Augusto por estas tierras, no solo en cuanto a su presencia física se refiere, sino al paralelismo temporal de su persona con algunas de las civitas más importantes de mi entorno: Barcino, Baetulo, Iluro..y como destino final la omnipotente Tarraco. No olvidéis que fue aquí donde Augusto se retiró, presumiblemente enfermo, tras estar un año dirigiendo personalmente la contienda del Bellum Cantabricum et Asturicum allá por el 25 a.C. De las citadas ciudades será la única que tenga nexo directo con el conflicto, apareciendo esta referencia en las fuentes clásicas. Por esto mismo esperaba con especial cariño el día de esta visita, ya que había estado hace muchos años sin prestarle la atención que desde los ojos de "Regio Cantabrorum" merece. ¡Por fin se alinearon todos los astros para esta visita!. Además con la inmensa suerte de que durante estas semanas se celebra en la ciudad la XVIII edición del Festival Romano "Tarraco Viva 2016", un certamen que nos sumerge de lleno en el milenario pasado de la ciudad: Recreaciones, talleres, conferencias y un sinfín de actividades que recomiendo al 200%.

Como la historia de Tarraco (incluso el citado certamen) podría llenar páginas y páginas del portal, haré lo siguiente: En diferentes secciones os enseñaré como planifiqué mi visita, para que cualquiera que venga a estas tierras tenga una pequeña guía de cómo aprovechar la jornada. Con un presupuestazo de 30€, el más alto de la historia de Regio Cantabrorum, veremos que puedes hacer y lo que no, ¿llegará el dinerito? ;)

 

Acueducto de les Ferreres

El conocido como Puente del Diablo, en realidad Acueducto de les Ferreres

Me dirijo por la AP-7 desde Barcelona hasta la actual Tarragona. Un trayecto de menos de 1 hora que culmina, dentro de la misma autopista (no lo olvidéis) en el conocido como "Puente del Diablo"..¡Llevaba años deseando parar!. Llegaremos a un pequeño parking típico de carretera con mesas para comer y demás. A nuestra derecha, podremos contemplar a unos 400 metros una de las maravillas arquitectónicas de la antigua Tarraco, uno de los monumentos de época romana (siglo I d.C.) mejor conservados. Lo bueno es que tenemos una rampa de acceso que nos lleva por pequeños senderos de montaña hasta su misma base, pudiendo disfrutar de él en todo su esplendor. La cosa no queda ahí, ya que podemos incluso pasar de un lado a otro sobre él, cumpliendo las veces de puente que siglos después de ser acueducto adoptó y que aún hoy en la actualidad cumple con creces (estrechito, eso si).

En sus inicios suministraba agua desde el río Francolí (a unos 25 km) hasta la ciudad de Tarraco. Posee cinco niveles de arcos superpuestos y mide unos 570 metros de largo por 200 de alto. Se caracteriza por poseer un desnivel de unos 40 cm entre su vertiente Norte y la Sur, proporcionando así una pequeña pendiente que facilitaba el discurrir del agua hasta la ciudad. Como último dato, destacar que se utilizó hasta bien entrado el siglo XVIII.

Maravillado por el lugar, me dirijo hacia la salida de Tarragona en la autopista (a pocos metros de aquí). Primera visita: El peaje y sus 9,15 € desde la ciudad condal. Si sumamos la vuelta ya hemos gastado 18,30€ del total del presupuesto..¡Yuju! (menos mal que me preparé un bocata y dos latas).

El Circo romano y El Pretorio

En primer plano el Circo, al fondo (a la izquierda) El Pretorio

Tras la alegría del peaje, por mis santos cojones (uy, he puesto "santos" en un estado laico) estaba dispuesto a NO pagar parking ni nada similar. Cierto es que soy un mozalbete rural y espigado, así que me decidí a dar una buena caminata. Aparqué a las afueras de la ciudad, y la verdad es que el paseo hacia el centro histórico no me llevo más de 20 minutos. Por el camino me encontré con la construcción de una de las nuevas instalaciones de los Juegos de Verano 2017 (ver foto adjunta)..¿Qué habrá salido aquí?. Luego veremos cómo, a tan solo 500 metros (en Park Central), se resolvió de manera brillante el hallazgo de una villa romana y una basílica en el año 1994 y la posterior construcción de un centro comercial sobre ellas.

Una vez en la parte alta de la ciudad, me encontré de lleno con lo que queda del Circo Romano y el Pretorio. ¡Una auténtica pasada! Estaba preparado para desembolsar los 3,30€ que cuesta la entrada (al igual que en el anfiteatro) y una amable señorita me dice: “¿De dónde es usted?”. Yo, recelando (en la tierruca somos “asin”), le contesto que de Cantabria y acto seguido me dice que durante el certamen de “Tarraco Viva 2016” el acceso tanto al circo como al anfiteatro son gratuitos. ¿Comooorrrrr?..se me saltaron hasta las lágrimas. Para ser sincero, no me parece nada caro por visitar dos monumentos Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Concretamente, el circo de Tarraco tenía la particularidad de encontrarse dentro de la ciudad, con lo que poseía unas características arquitectónicas especiales. Actualmente la parte “visible” es mínima, ya que muchos sectores del mismo se encuentran aún bajo los edificios del casco viejo (del XIX aprox). De todos modos se sabe que tenía una forma alargada, de unos 325 metros de largo y unos 115 de ancho, y se cree que pudo albergar unos 30.000 espectadores. A modo de apunte, está considerado como uno de los mejores circos de Occidente en cuanto a estado de conservación se refiere, y se estaba destinado a las carreras de caballos y carros principalmente.

La torre que vemos al fondo, tras el circo, es El Pretorio. De época romana, esta construcción albergaba las escaleras que comunicaban la ciudad baja con el Foro Provincial, con el que está comunicado por galerías y pasillo soterrados. En el siglo XII se convirtió en el palacio de los Reyes de la Corona de Aragón, incluso llegó a ser prisión posteriormente.

Museo Nacional de Tarragona y la Catedral

Excelentes mosaicos en el interior del Museo Nacional de Tarragona

Justo al lado de El Pretorio, se encuentra el Museo Nacional de Tarragona. Lo visité hace unos 8 años y albergaba la esperanza de que hubiese mejorado un poco. Recuerdo que por aquel entonces me llamó poderosamente la atención que estuviésemos en un espacio tan repleto de historia y tan “obsoleto” a la vez, muy parecido al antiguo MUPAC. Desde entonces he recorrido decenas de museos de toda índole. Desde el antiguo Museo Arqueológico Nacional en Madrid (igual de “mohoso” que este) y su evolución posterior (muy mejorada), hasta el nuevo y antiguo MUPAC, pasando por Badalona, Barcelona, Asturias, Pais Vasco, etc. ¿El Precio? 4,50 €, bien. Te daba acceso también a la necrópolis paleocristiana. ¿Musealización?..la misma de hace 8 años, una pena. Es más, creo que no ha cambiado nada en los últimos 20 años, sin apenas panelización y casi todo en catalán..Lo más moderno, que me gustó mucho, era la exposición temporal sobre el edificio del Centcelles, una construcción de origen romano a las afueras de la ciudad sobre el cual se sigue especulando e investigando (no se sabe realmente su uso). Respecto a la colección que alberga, sencillamente impresionante. Epigrafía por un tubo, estatuas por doquier, materiales de uso cotidiano, mosaicos de todos los colores y motivos, y un sinfín de piezas. Eso sí, sin contexto ni orden alguno..repito, una pena. Hablamos de Tarraco, no lo olvidemos.

Uno de los motivos de mi visita era la exposición “La moneda en época de Augusto” que finaliza este verano. Tenía unas ganas horribles de ver en vivo y en directo alguna de las monedas acuñadas tras la finalización de las Guerras Cántabras, sabía además que tenían alguna de ellas. La expo como tal, “incrustada” en una de las salas epigráficas, era pequeña pero muy interesante. Y allí estaba, una de las monedas que tanto deseaba ver..pequeña y majestuosa a la vez.

Catedral de Tarragona Tras salir del Museo Nacional me dirigí a la Catedral (todo esto por la mañana). Por fuera, verdaderamente espectacular. Hace unos años se descubrieron importantes restos de un gran templo romano, encontrándose además grandes fragmentos de mármol de lo que se cree era una inmensa estatua de Augusto “divinizado”. Es más, en el Museo Nacional había un trozo de un dedo del pié de tamaño de un melón..encontrado en la Catedral. Imaginaros como era la estatua completa. Precio de la entrada: 5€ (con el clero hemos topado). Le pregunté a la chica que si dentro del edificio se podían ver los restos arqueológicos del templo romano encontrado…y me dijo que poca cosa. La verdad es que venía exclusivamente a intentar ver las estructuras romanas si merecía la pena..bueno, a eso y a ver a un paisanuco allí enterrado: Se trata del arzobispo de Tarragona Don Joaquín de Santillan y Valdivielso (13 de Enero 1733 – 5 de Julio 1783), natural de Puente Arce. Con todo, finalmente no visité la Catedral, me pareció excesivo el precio (del presupuestazo me quedaban 11€ que quería dar mejor salida).

El Anfiteatro

Pero con diferencia lo que más me apetecía era visitar el Anfiteatro. Bocadillo y lata en el parque del mismo, que han querido (y conseguido) recrear como un jardín de la época, y a seguir. Al estar inmersos en el citado Festival de “Tarraco Viva 2016”, entrada gratuita al mismo (¡toma!) y visita a uno de los monumentos romanos más espectaculares que he visitado. Al recinto se accede por parte de unos viales pertenecientes a la Vía Augusta, quedando perplejo a cada paso que daba.

Presenta una planta elíptica de unos 112 metros de largo por 87 de ancho, con una capacidad aproximada de 12.750 espectadores. Fue construido durante la primera mitad del siglo II d.C. y reformado profundamente en el 221 d.C. Se tiene constancia de que estuvo en funcionamiento hasta mediados del siglo IV d.C. Pocos años después, el 21 de Enero del 259 d.C y en este mismo recinto, el obispo Fructuoso y sus diáconos fueron quemados vivos en la arena del anfiteatro..morirían como mártires. Este desafortunado hecho propiciaría que en el siglo VI d.C, en época visigoda, se construyese en este mismo lugar una basílica en su memoria. Alrededor del templo surgió además un cementerio. Siglos después, sobre los restos de dicho edificio, se levantó la iglesia románica de Santa Maria del Milagro (siglo XII), construyéndose finalmente en el año 1573 un convento de padres trinitarios que englobaba dicho templo.

El Anfiteatro de Tarragona

Ya en época contemporánea, tras pasar incluso en los primeros años del siglo XX a funcionar como una prisión, los restos de la basílica, convento y otras construcciones, comienzan a desaparecer. Es a partir de la década de los 60-70 cuando la actividad para recuperar el anfiteatro romano es verdaderamente espectacular. Décadas y décadas de investigación (hasta prácticamente nuestros días) y conservación que nos dejan esta increíble maravilla arquitectónica. Un icono por excelencia del mundo romano en Europa, salí de allí totalmente fascinado.

La Necrópolis Paleocristiana

Paseito desde la parte alta de Tarragona (donde se encuentran los monumentos romanos) hasta la parte más baja. Al preguntar si se podía ir andando me miraron “raro”, ya que hay un par de kilómetros mínimo..¡pues andando!. Recuerdo haber estado también en la necrópolis, donde el yacimiento siempre me pareció espectacular, pero el centro de interpretación un poco “escaso”. Poco o nada había cambiado esta vez..aun así los audivisuales que te explican el proceso de enterramiento en la época Bajo Imperial (de la cual datan gran parte de las tumbas) son espectaculares..en catalán, como no. Además en este centro de interpretación no existe traducción al castellano en ningún panel :( si bien es cierto que las personas de recepción te brindan la oportunidad de ayudarte. Básicamente lo que encontramos en el interior del centro de interpretación son unos ataúdes impresionantes, además de algunos objetos relacionados con los enterramientos del yacimiento.

La visita continua por el circuito pararelo insitu, donde puedes observar la increíble excavación llevada a cabo desde los años 20. No olvidemos que nos encontramos en una de las necrópolis de época tardía más importantes del occidente romano. Tal fue el trabajo durante décadas del director de excavación, Joan Serra, ¡que a su muerte fue enterrado en la misma necrópolis!.

Necropolis paleocristiana de Tarragona

El edificio que podemos ver en el yacimiento se inauguró en los años 30 como Museo. De estilo neoclásico, fue utilizado durante décadas como exposición del yacimiento, aunque al día de hoy está cerrado.

Parc Central - Restos arqueológicos

Y como colofón, ¡al centro comercial!. No no, nada de moda ni McDonalds varios..aquí se habla de arqueología. Justo al lado de la necrópolis paleocristiana nos encontramos con una obra de ingeniería sin precedentes: El Parc Central (Eroski, para más señas). Situémonos: Mediados de la década de los 90 del siglo pasado, época de vorágine comercial donde las grandes superficies comienzan a tomar forma. Este centro comercial, planificado previamente se topa antes de las obras con una villa romana y una pequeña basílica - necrópolis incluida - en los terrenos a construir. Lo que hace unos años hubiese sido un “tapa tapa” (en Cantabria sigue pasando) se intenta hacer de la mejor manera. Se plantean diferentes opciones, algunas tan descabelladas como trasladar el yacimiento entero a la azotea del mismo. Al final, se decide trasladar al completo el yacimiento al parking del CC Parc Central..pero, ¿si ya está en el suelo?. Lo que se hizo fúe desmontar todas las estructuras y tumbas, mosáico incluido, y trasladarlas unos 20 metros por debajo de su ubicación original, justo donde hoy lo vemos. La verdad es que es espacio expositivo es parco en iluminación y está afectado por humos (se ve en las columnas) y claxons a todas horas..pero mejor eso que desaparecer. A última hora de la tarde tuve la suerte de acudir a varios eventos relacionados con “Tarraco Viva 2016” y llevados a cabo en este yacimiento. El primero de ellos una visita guiada a los restos arqueológicos a cargo de Argos Tarragona, empresa de servicios culturales especializada en difusión y divulgación de un modo diferente. ¿Resultado de la visita? Sencillamente espectacular, increíble, ¡Una pasada!. Un concepto de visita cultural totalmente dinámico, interactivo y con ese toque personal que necesita una visita arqueológica. La visita, ya que estábamos a 20 metros bajo tierra y en un espacio relacionado con la muerte (necrópolis), iba orientada en ese contexto de un modo ágil y que captaba la atención a cada paso que dábamos. ¿Sabíais que en Tarragona hubo un poltergeis que mucha gente relaciona con un espíritu errante de esta necrópolis?. Aquí tenéis el enlace de la prensa nacional del año 1991 :)

Los gladiadores de la tierruca

Gladiator - Luchar para vivir en un oficio peligroso

Pero el motivo principal de mi visita al yacimiento, era coincidir con gladiadores de “la tierruca. Muchos de vosotros no lo sabéis, pero en Cantabria hay una empresa que recorre todo el territorio nacional realizando reconstrucciones históricas, que ha colaborado y colabora con TVE en series documentales, que ha formado parte en la creación de espacios expositivos como el MUPAC o Museu de Badalona..y como otros tantos (entre los que me incluyo) dentro de nuestra región son apenas conocidos..o valorados. Su nombre: Reconstrucción Histórica Jano (www.reconstruccionhistorica.com), ¡unos cracks!.

Tuve la suerte de compartir con ellos una magistral clase sobre gladiadores (no era algo que me fascinase, hasta ahora), además de intercambiar muchas impresiones con su precursor, Ricardo Cagigal. Además, me fui para casa más contento que unas castañuelas, ya que me lleve un ejemplar dedicado de su último libroGladiator: Luchar para vivir en un oficio peligroso”. Una obra donde se desmitifican los archiconocidos gladiadores megacachas y donde se dá una visión histórica de los comienzos de esta increíble “profesión”. 100% recomendable.

En definitiva, una increíble y apasionante jornada rodeado de historia, paisanucos gladiadores y un sinfín de peculiaridades arqueológicas de una de mis ciudades favoritas: Tarraco. 8,7 km andando y un gasto total de 28,30 € (merienda incluida). El fin de semana que viene repetiré, espero encontrarme con el emperador Augusto y charlar un rato con él ;)