EL PROYECTO ARQUEOLÓGICO "CUEVA DEL ASPIO"
TE DA LA BIENVENIDA A LAS ENTRAÑAS DE
NUESTRA MILENARIA HISTORIA.

Miles de años han esperado los secretos de la cueva del Aspio a ser descubiertos. Este
ilusionante proyecto nace con el afán de hacerte partícipe de nuestras investigaciones
y estudios, compartiendo así un trocito de historia de Cantabria.


Regio Cantabrorum - Tierra de Leyenda
"La Cueva del Aspio ha sido hasta no hace muchos años otro de los grandes tesoros escondidos de Cantabria. En la actualidad, estamos desarrollando un ilusionante proyecto con el objetivo de conocer su potencial arqueológico e histórico. Potencial porque, independientemente de las pruebas que sitúan su vida útil entre el Paleolítico y la Edad Media, todavía queda mucho por descubrir en esta cavidad. Esperamos poder acercaros un poco más nuestras vivencias en esa búsqueda y, porque no, las maravillas que tal vez cobije."
Rafael Bolado del Castillo - Director del Proyecto arqueológico Cueva del Aspio / Responsable del contenido.

PRODUCCION CIENTIFICA

  • SEMANA II

    Una semana más, el último fin de semana de septiembre, continuamos con las excavaciones en la cueva de El Aspio. Durante estos dos días nos hemos centrado en dos actividades principales. La primera se ha centrado en el sondeo 2 para documentar en profundidad las actividades que tuvieron lugar en la cavidad durante la Edad del Hierro. El depósito presenta unas características muy interesantes para ahondar en el uso de las cuevas en esas cronologías que, hasta el momento, es bastante desconocido. La verdad es que la gran densidad de cascajo y bloques de gran tamaño no facilita mucho el trabajo en la zona, pero intentaremos seguir con la excavación de hasta documentar muy exhaustivamente el depósito. Los grandes bloques han convertido a la maza y en cincel en las herramientas principales de trabajo, pero con paciencia vamos avanzando poco a poco en la excavación del depósito. El material sigue siendo muy interesante… entre estos grandes bloques de piedra aparece una cantidad ingente de cereal, fragmentos cerámicos y algunos restos metálicos que, junto a los aparecidos en la campaña de 2013, lo convierten en uno de los depósitos con mayor densidad de hallazgos. Por otro lado, hemos empezado un tercer sondeo en una de las zonas de la cueva que más interés tenía desde un primer momento. Aunque aún es pronto para decir nada sobre la estratigrafía o los materiales, ¡augura ser interesante! Esperemos dar más noticias según vayamos avanzando…Poco a poco, vamos aclimatándonos a la subida, a la cueva y, como no, a la lluvia que, de vez en cuando, acompaña nuestra jornadas de excavación, pero el interés del depósito ¡justifica todos los esfuerzos!
  • EL SONDEO III

    Si la memoria no nos falla, hará cosa de tres meses publicamos nuestra primera entrada en este espacio con un firme propósito, divulgar todo lo concerniente al Proyecto arqueológico Cueva del Aspio y su entorno, prometiendo, tanto pública como personalmente, que este proyecto no quedaría olvidado ni durmiendo el sueño de los justos. Aunque no lo parezca, y a pesar de este paréntesis obligado para dar cumplimiento a demasiados compromisos, seguimos firmes en nuestro propósito con más ganas que nunca y nuevas ideas.A fecha de hoy la intervención de 2014 ya ha finalizado y nos encontramos inmersos en pleno procesado y estudio de materiales, extrayendo la máxima información para poder saber qué pasó en el Aspio. Ya no tiene sentido presentaros los 10 días que hemos estado trabajando en la cavidad a modo de diario en diferido, así que hemos optado por reformular el acercamiento a nuestro trabajo de una forma más sintética y monográfica. Aprovechando el tiempo que ha transcurrido, el cual nos ha permitido reflexionar sobre nuestras interpretaciones, el aporte gráfico nuevo y el acercamiento preliminar a los materiales, os proponemos una visita a los tres sondeos realizados hasta la fecha. Un resumen de lo que sabemos o podemos llegar a saber de ellos que irá acompañado por un breve video que os ayudará a visualizar el lugar y sentiros como si estuvierais en él, gracias a las imágenes tomadas por Javier Martínez Presmanes.Siguiendo ningún orden establecido hemos decidido comenzar por el sondeo 3.El sondeo 3Cuando hablamos del sondeo 3 no debéis imaginaros un gran área de excavación con andamios y decenas de personas con pincel y cuchillo a las órdenes de un técnico con salacot. Como nuestro presupuesto, la zona de trabajo es muy reducida y toma forma de un pequeño rectángulo de 2x1 m ubicado en la zona septentrional de la cavidad. ¿Por qué allí? Pues porque durante la prospección realizada durante el 2013, fue en este lugar donde se documentó la mayor concentración de hallazgos líticos, los cuales podrían vincularse con las ocupaciones más antiguas de la cavidad. Además este pequeño rectángulo contaba con una peculiaridad que nos permitiría explicar los materiales superficiales de la zona o, al menos, comprobar si podrían corresponder a un mismo momento o si, por el contrario, pertenecerían a distintos periodos o procederían de alteraciones del suelo causadas a lo largo del tiempo por los hombres y los animales. Si observan bien una de las fotos, nos referimos a esa mancha blanca que, conformando un escalón, cubre el suelo marrón en el que aparecen los restos arqueológicos. ¿Qué nos dice esto? Pues algo muy sencillo e interesante: si el suelo en el que aparecen los restos arqueológicos es realmente el del momento de los mismos y no otro, también debería parecer, con unas características similares, bajo este sedimento.Bajo esta sencilla hipótesis de trabajo nos pusimos manos a la obra, cogimos nuestros cinceles y cual canteros dando forma a la Victoria de Samotracia, comenzamos a picar. Sí, sí, como leen, picar, nada de asustar a la tierra con un soplido o un rascado de paletín. En nuestro caso el suelo está tan duro que no hay otra forma de hacerlo. No se asusten pensando que se hace aleatoriamente sin seguir un método, todo está perfectamente analizado y preparado, de tal forma que se sacan pequeños bloques de sedimento los cuales, gracias a las vibraciones, liberan el material arqueológico para su georreferenciación y recogida.La paciencia y el paso de los días han permitido documentar, por el momento, ocho Unidades Estratigráficas (U.E.). ¿Qué es esto de U.E.? Pues no es más que las distintas capas de tierra o suelo –dicho de forma muy sencilla- que se pueden detectar en el yacimiento y, en este caso, en el sondeo 3. Cada una de ellas, diferenciada de las otras por sus características particulares, recibe un número que, en este caso, comienza por el 3001.Las estrellas de 2014 son las U.E. 3004 y 3005 pues es en ellas donde se localiza la mayor parte de los restos arqueológicos, fauna e industria lítica mayoritariamente. Piezas que, por tipología nos hacen viajar a algún momento del Paleolítico superior. ¿A qué momento? Eso nos lo dirá la datación radiocarbónica. No obstante la pregunta debería ser reformulada y transformada en un ¿a qué momentos nos llevará el sondeo 3? Las primeras U.E. parecen ser bien precisas y, ni mucho menos hemos agotada el sondeo –excavado hasta el final-. Es pronto para divagar más de lo necesario, pero todo apunta a que hemos comenzado nuestro viaje en la Estación del Paleolítico superior con destino a paradas prometedoras que nos llevarán hasta momentos desconocidos.El equipo está en ello, analizando los datos detenidamente y sin pausa. Pronto podremos ver algunos resultados, algunas piezas y las primeras interpretaciones de este sondeo.
  • EN LAS PROFUNDIDADES DE COFRESNEDO

    El día 2 de octubre de 2015, en el marco del Proyecto de intervención arqueológica en la Cueva del Aspio (Ruesga) y con el permiso de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria, procedimos a realizar nuestra primera incursión en la Cueva de Cofresnedo (Matienzo, Ruesga). El objetivo era sencillo: documentar gráficamente los contextos donde se hallaron y se hallan los materiales de la Edad del Hierro publicados, especialmente los conservados en la Galería Final, la Sala del Lago y la Sala Pendants. ¿Y por qué, os preguntaréis algunos de vosotros? Tras las campañas de 2013 y 2014, y el consiguiente trabajo de laboratorio y bibliográfico, nos dimos cuenta de que tanto en el Aspio como en Cofresnedo parecían existir contextos arqueológicos en los que se daban unas pautas comunes. En algún momento entre los siglos II-I a.C. se habían depositado en las profundidades de ambas cavidades restos de cereal, principalmente carbonizado. En el Aspio eran el contenido de distintas vasijas realizadas a mano mientras que, en Cofresnedo, aparecen junto a la pared de la cavidad y próximas a los restos de un posible cesto de mimbre. Nada más se encuentra a su alrededor, ni cerámicas, ni armas, ni herramientas, ni elementos de guarnicionería -como sucede en el Aspio-, aunque sí aparecen relativamente cerca, en la Sala Pendants. Ambos conjuntos fueron tradicionalmente interpretados como ajuares propios de cualquier necrópolis prerromana pero, a día de hoy, no existen evidencias de restos de cremación, inhumación o simplemente huesos humanos dispersos por el suelo que lo corroboren. Lo que antes fueron ajuares ahora pueden pasar a ser ofrendas, testimonios de una tradición, culto o creencia que todavía no comprendemos y a la que estamos obligados a seguir la pista aprovechando todas las posibilidades existentes. Las profundidades de Cofresnedo nos abrían sus puertas y no podíamos dejar pasar la ocasión.

IMAGENES

COLABORAN

Consejeria de Cultura, Turismo y Deporte   Proyecto Mauranus   Aranzadi Zientzia Elkartea - Sociedad de Ciencias