Si la memoria no nos falla, hará cosa de tres meses publicamos nuestra primera entrada en este espacio con un firme propósito, divulgar todo lo concerniente al Proyecto arqueológico Cueva del Aspio y su entorno, prometiendo, tanto pública como personalmente, que este proyecto no quedaría olvidado ni durmiendo el sueño de los justos. Aunque no lo parezca, y a pesar de este paréntesis obligado para dar cumplimiento a demasiados compromisos, seguimos firmes en nuestro propósito con más ganas que nunca y nuevas ideas.A fecha de hoy la intervención de 2014 ya ha finalizado y nos encontramos inmersos en pleno procesado y estudio de materiales, extrayendo la máxima información para poder saber qué pasó en el Aspio. Ya no tiene sentido presentaros los 10 días que hemos estado trabajando en la cavidad a modo de diario en diferido, así que hemos optado por reformular el acercamiento a nuestro trabajo de una forma más sintética y monográfica. Aprovechando el tiempo que ha transcurrido, el cual nos ha permitido reflexionar sobre nuestras interpretaciones, el aporte gráfico nuevo y el acercamiento preliminar a los materiales, os proponemos una visita a los tres sondeos realizados hasta la fecha. Un resumen de lo que sabemos o podemos llegar a saber de ellos que irá acompañado por un breve video que os ayudará a visualizar el lugar y sentiros como si estuvierais en él, gracias a las imágenes tomadas por Javier Martínez Presmanes.Siguiendo ningún orden establecido hemos decidido comenzar por el sondeo 3.El sondeo 3Cuando hablamos del sondeo 3 no debéis imaginaros un gran área de excavación con andamios y decenas de personas con pincel y cuchillo a las órdenes de un técnico con salacot. Como nuestro presupuesto, la zona de trabajo es muy reducida y toma forma de un pequeño rectángulo de 2x1 m ubicado en la zona septentrional de la cavidad. ¿Por qué allí? Pues porque durante la prospección realizada durante el 2013, fue en este lugar donde se documentó la mayor concentración de hallazgos líticos, los cuales podrían vincularse con las ocupaciones más antiguas de la cavidad. Además este pequeño rectángulo contaba con una peculiaridad que nos permitiría explicar los materiales superficiales de la zona o, al menos, comprobar si podrían corresponder a un mismo momento o si, por el contrario, pertenecerían a distintos periodos o procederían de alteraciones del suelo causadas a lo largo del tiempo por los hombres y los animales. Si observan bien una de las fotos, nos referimos a esa mancha blanca que, conformando un escalón, cubre el suelo marrón en el que aparecen los restos arqueológicos. ¿Qué nos dice esto? Pues algo muy sencillo e interesante: si el suelo en el que aparecen los restos arqueológicos es realmente el del momento de los mismos y no otro, también debería parecer, con unas características similares, bajo este sedimento.Bajo esta sencilla hipótesis de trabajo nos pusimos manos a la obra, cogimos nuestros cinceles y cual canteros dando forma a la Victoria de Samotracia, comenzamos a picar. Sí, sí, como leen, picar, nada de asustar a la tierra con un soplido o un rascado de paletín. En nuestro caso el suelo está tan duro que no hay otra forma de hacerlo. No se asusten pensando que se hace aleatoriamente sin seguir un método, todo está perfectamente analizado y preparado, de tal forma que se sacan pequeños bloques de sedimento los cuales, gracias a las vibraciones, liberan el material arqueológico para su georreferenciación y recogida.La paciencia y el paso de los días han permitido documentar, por el momento, ocho Unidades Estratigráficas (U.E.). ¿Qué es esto de U.E.? Pues no es más que las distintas capas de tierra o suelo –dicho de forma muy sencilla- que se pueden detectar en el yacimiento y, en este caso, en el sondeo 3. Cada una de ellas, diferenciada de las otras por sus características particulares, recibe un número que, en este caso, comienza por el 3001.Las estrellas de 2014 son las U.E. 3004 y 3005 pues es en ellas donde se localiza la mayor parte de los restos arqueológicos, fauna e industria lítica mayoritariamente. Piezas que, por tipología nos hacen viajar a algún momento del Paleolítico superior. ¿A qué momento? Eso nos lo dirá la datación radiocarbónica. No obstante la pregunta debería ser reformulada y transformada en un ¿a qué momentos nos llevará el sondeo 3? Las primeras U.E. parecen ser bien precisas y, ni mucho menos hemos agotada el sondeo –excavado hasta el final-. Es pronto para divagar más de lo necesario, pero todo apunta a que hemos comenzado nuestro viaje en la Estación del Paleolítico superior con destino a paradas prometedoras que nos llevarán hasta momentos desconocidos.El equipo está en ello, analizando los datos detenidamente y sin pausa. Pronto podremos ver algunos resultados, algunas piezas y las primeras interpretaciones de este sondeo.