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  • HALLAZGO DE ALCEDA

    El hallazgo numismático del Balneario de Alceda/Ontaneda es una historia realmente interesante a la par que desconocida, algo más que habitual en según que aspectos del milenario pasado de Cantabria (no es una cueva con arte rupestre, es decir, no vende). Un descubrimiento realizado en la construcción del balneario que no pasó desapercibida en la época y que hoy en día, con el inmenso conocimiento en relación a los establecimientos termales y los cultos romanos, hubiese sido motivo más que fundado para haberse estudiado con detenimiento. Además en un valle que ambas vertientes va dibujando un mapa de presencia romana de los más completos de Cantabria, militar en primer término y quien sabe si habitacional (y desconocido) en segundo: Monte Cildá, la Espina del Gallego, el campamento de Pandos, diferentes hallazgos numismáticos de época romana en el entorno del monasterio de Soto Irúz…pistas y más pistas de la Cantabria de la postguerra (post-Bellum Cantabricum et Asturicum).

    El edificio termal del Hotel Balneario de Alceda fue inaugurado en el año 1880, causando un gran impacto entre las clases pudientes de la época prácticamente de inmediato. A los pocos años de su inauguración, en 1892, la Guia del Bañista de Alceda escrita por don Jose Salvador rezaba que "Tales son los resultados positivos adquiridos con las aguas de Alceda que su fama justamente adquirida es ya universal". Se calcula que por aquel entonces acudían cerca de 6.000 bañistas por temporada a precio de algo más de una peseta por baño. No olvidemos que el auge termal a finales del siglo XIX / principios del XX hizo que la línea ferroviaria que comunicaba la capital con las localidades de Puente Viesgo y Ontaneda fuese una de las más frecuentadas. Lo que no mucha gente sabe es que, como consecuencia de los trabajos de excavación del manantial para la construcción de la instalación de hidroterapia, aparecieron entre el grijo y la arena "a una profundidad de bastantes pies muchas monedas y medallas romanas, unas destruidas y gastadas y otras en buen estado de conservación". Así rezaba en la publicación "Monografía de los baños y aguas mineromedicinales nitrógeno-acídulo-sulfuradas de Ontaneda y Alceda" publicada en el año 1876 por M. Ruiz de Salazar. ¡Una pasada!. Un hallazgo no valorado en la época dado el auge por aquel entonces (y en las décadas sucesivas) de la prehistoria y de conocerse poco después algo que dejaría en estado de shock a toda la comunidad científica: el descubrimiento de Altamira. No sería hasta el año 1982 cuando en la Revista Sautuola III, J.R. Vega de la Torre las incluyese en su publicación "Numismática antigua de la provincia de Santander". En los últimos años, se han realizado diferentes estudios de algunas de las monedas existentes (otras desaparecieron) que se conservan en el MAS de Santander, pero sin mayor trascendencia.

    Un hallazgo que, quien sabe, nos hable de la época romana que parece no importarnos. Todos esperamos algún hallazgo campamental espectacular, o que por fin nos digan que Juliobriga es Camesa y no Retortillo. Pero olvidamos el día a día, la vida tras las guerras cántabras fuera de los grandes núcleos urbanos, las pequeñas poblaciones, las villas rústicas (fundus) menos monumentales y que nos hablan de la vida en el campo..una Cantabria romana, pero de verdad. No se a encontrado ninguna evidencia más de época romana en la localidad de Alceda/Ontaneda..tal vez porque miramos demasiado hacia las montañas cuando a lo mejor, los secretos se encuentran en el valle.

    Bibliografía: Termalismo y Religión, la sacralización del agua termal en la Península Ibérica y el norte de África en el mundo antiguo”. Universidad Complutense, Madrid, 1998, Francisco Díez de Velasco




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