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  • CUEVA DE LA PILA

    Estamos ante una de las historias más aberrantes (yo diría la más aberrante) de destrucción de patrimonio prehistórico de Cantabria. Si, cierto es, han pasado ya más de 3 décadas. Puede haber algún lumbreras que pueda decir "eran otros tiempos", "el sentimiento de protección del patrimonio en la sociedad no era el mismo" o un "no había ni leyes ni colectivos que lo protegiese". Las mismas escusas baratas, los mismos argumentos y el mismo modus operandi que en nuestros días. Y con todo, hoy tenemos leyes (Ley de Patrimonio 11/1998 e Inventario Arqueológico de Cantabria – INVAC), tenemos más colectivos (ACDPS es una de las Asociaciones más "longevas" de Cantabria y sigue activa, además de otras tantas) el sentimiento de protección del patrimonio en la sociedad es mayor que en los años 80…pero en Cantabria sigue pasando exactamente lo mismo: Se siguen destruyendo yacimientos, las Consejerías no hacen mucho ante el clamor de colectivos que con pruebas irrefutables lo argumentan, y la prensa sigue tapando este tipo de escándalos. No hemos evolucionado mucho la verdad, se intenta disipar con humo del estilo "¡esta legislatura construiremos el MUPAC!" una realidad verdaderamente preocupante en Cantabria: Nadie en Cantabria, NADIE (ni siquiera los Directores que dicen "no te preocupes, que de la arqueología me encargo yo") se atreve a gestionar el problema del patrimonio y de nuestros yacimientos.

    Pero volviendo a la cueva de La Pila y su entorno, hagamos una afirmación que ningún arqueólogo, prehistoriador o colegiado podrá negar: La cueva de La Pila y su entorno fue sin lugar a duda el yacimiento más rico del Paleolítico Inferior de toda Cantabria. Miles (si si, miles) de piezas líticas donde destacaban hendedores, bifaces, choppers y un largo etc que aparecían dispersos y en concentraciones importantes por todos los pequeños cerros kársticos de las inmediaciones. Y hoy, gracias a la Cantera de Solvay (ya inactiva) de Cuchía tanto la cueva como el yacimiento ya no existe. Pero veamos cronológicamente todos los acontecimientos. La cantera de Cuchía fue desde 1927 el principal proveedor de caliza (el carbonato cálcico es una de las materias primas para hacer carbonato sódico) de la archiconocida Solvay de Torrelavega. Como se puede apreciar en la imagen aérea del año 1956-57, la cantera "crecía" de Oeste a Este en dirección contraria a la ría de San Martín de la Arena. Todavía son evidentes los diferentes promontorios karsticos citados previamente donde iban apareciendo de las miles de piezas de industria lítica. La cueva fue "descubierta" y sondeada en estas fechas (década de los 50) por el equipo de Camineros de la Diputación, si bien es cierto que los vecinos de la localidad serían los primeros en conocer su importancia arqueológica ya que al realizar extracciones de arcilla en su interior, se toparon con varios enterramientos (se cree que de la Edad del Bronce). Años más tarde, en la década de los 70, tanto miembros del Seminario Sautuola en primera instancia como miembros del CAEAP - Colectivo para la Ampliación de Estudios de Arqueología Prehistórica y de la ACDPS - Asociación Cántabra para la Defensa del Patrimonio Subterráneo a finales de la misma, investigaron y prospectaron la zona. Sería en este momento (finales de los 70/principios de los 80) en el mayor auge de hallazgos tanto en la cueva como en su entorno, cuando ambos colectivos denunciaron el avance de la cantera hacia este excepcional espacio.

    El 5 de Septiembre de 1980 la ACDPS envío un informe a la Delegación Provincial de Cultura con los resultados de las citadas prospecciones y hallazgos conjuntos, con el único y urgente objetivo de iniciar la tramitación del expediente para declarar la cueva (al menos) Monumento de Interés Histórico-Artístico. Casi tres meses después desde su registro, se notificó a Solvay el cese de las voladuras en la zona de la cueva. "¡El Sistema funciona!" pensarían algunos. Nada más lejos de la realidad...la empresa realiza una voladura más en la primera quincena de Diciembre de 1980, algo que no destruye la cueva pero que si afecta al suelo de la cavidad más próximo a la cantera que se acercaba a su boca. El 20 de Enero de 1981 aparece una estrambótica noticia en el Diario Alerta (pagina 8) que reza lo siguiente: "Unos 700 millones (de pesetas) puede costar a Solvay si declaran Monumento Histórico-Artístico la cueva de la Pila, en Cuchia". Bajo este alarmista titular se hace mención a que el informe había sido elaborado por la Consejería Provincial de Bellas (totalmente falso, ya que fue entregado por la ACDPS) y concluía con un apartado que el periodista titulaba "La cueva prácticamente destruida" (también falso). Más adelante, en dicho apartado, comentaba que había tenido una entrevista con el Delegado de Cultura donde se afirmaba (también falso) "A renglón seguido le hicimos ver, porque el Delegado lo desconocía, que la cueva estaba prácticamente derrumbada y no ofrecía valor arqueológico alguno". Periodismo del bueno..como en pleno siglo XXI. Debido al escándalo que supuso, la Delegación de Cultura propuso una visita conjunta a finales de mes en la que participaban representantes de la citada Delegación, ingenieros de Solvay, miembros de la ACDPS y del Colectivo Negro Camargo y el por aquel entonces Director del Museo Provincial de Prehistoria de Santander (hoy MUPAC), Miguel Ángel García Guinea. En esa visita se certificó que la cueva se encontraba en perfecto estado aún.

    En Septiembre de 1981, con las voladuras paralizadas y cuando todos esperaban la declaración de Monumento Histórico-Artístico, se publica una noticia no oficial en la prensa de Cantabria diciendo que el expediente de tramitación había sido archivado por la Subdirección de Arqueología y que por lo tanto Solvay podía seguir con la Cantera. ¿Cooooooomoooo?. A mi me recuerda al caso de Parking Blendium. Un mes más tarde, cuando se localizan manchas de pintura roja al final de la misma, se detecta en la misma visita que ya están perforando muy muy cerca para hacer una voladura. Entre los años 1983-1985, en condiciones ya difíciles, se realiza una intervención de urgencia dirigida por C. Gutiérrez Sáez y F. Bernaldo de Quirós antes de que se pierda absolutamente todo. A finales de la citada década, la cueva y su entorno ya habían desaparecido. Es curioso además, que la voladura de La Pila sería de las ultimas realizadas en ese frente de la cantera, hay testigos (y antiguos trabajadores de la cantera) que dicen que se voló "Por sus santos cojones, no porque hiciese falta". A partir de aquí, sacad vuestras propias conclusiones y sigamos absortos por ver donde construyen el MUPAC. Cantabria Infinita lo llaman..

    Bigliografía:"Memorias 1980-1981. ACDPS - Asociación Cántabra para la Defensa del Patrimonio Subterraneo" -Emilio Muñoz Fernández, Virgilio Fernández Acebo y Carmen San Miguel.
  • ESTELA DE AELIO ALBINO

    Sin duda, toda la comarca de Liébana sigue siendo una auténtica incógnita en relación al mundo romano y sus antecedentes. Y no será porque las diferentes "pistas" nos llevan a pensar que tanto en épocas anteriores (Edad del Bronce/Hierro), como en la propia romanización del territorio y siglos posteriores, "Roma" estuvo presente en tierras que históricamente han cobrado importancia de la Reconquista en adelante. Y curiosamente, la gran mayoría de las citadas pistas, más que de vida..nos hablan de muerte.

    La conocidísima estela de Luriezo, el fragmento de la estela de Bores, la monumental estela de Villaverde y la pieza que hoy nos ocupa son testigos inertes de un pasado donde más que una diferenciación entre cántabros y romanos podemos hablar a buen seguro de cántabros romanizados (en lo cultural, un poco como nosotros). Hoy hablamos de la poco conocida estela funeraria de Lebeña, pieza eclipsada en esta localidad por la archiconocida iglesia de Santa María de Lebeña (icono del prerrománico en Cantabria). Mucha gente desconoce este fragmento de piedra silícea que aglutina a la perfección pasado (por su significado) junto a presente (por donde se encuentra ubicada, al lado de un "contador de la luz") y donde su futuro parece ligado a seguir siendo una "piedra más" en una sociedad (administraciones incluidas) totalmente focalizada en el magnífico templo de la localidad de Lebeña. Si al menos estuviese señalizada..

    Fue encontrada entre los escombros de la antigua ermita de San Román, cuya existencia se remonta al siglo X. A mediados del siglo XIX el templo fue reconstruido en el mismo pueblo (en una ubicación diferente a la original) y el fragmento rectangular de la estela funeraria fue incrustado en la pared (justo a la derecha del acceso) del edificio, que fue utilizado posteriormente como escuela y como Casa Concejo. No cabe duda de que el epitafio de Aelio Albino nos habla indirectamente de un pasado "romano" aún por descubrir, ya no solo en el municipio de Cillorigo sino en toda Liébana. La pena es que aun potenciándose esta comarca en diferentes etapas de la legislatura (Año Jubilar principalmente), no haya ni una cita reseñable de este campo epigráfico en ningún sitio..una pena.

    Agradecimientos: Ángel Polo Escalona.

    Bigliografía: "Epigrafía Romana de Cantabria" – José Manuel Iglesias / Alicia Ruiz.
  • CUEVA DE LOS MOROS

    Si por un instante cerrásemos los ojos y viajásemos miles de años a la boca de la cueva de Los Moros, al abrirlos nos encontraríamos en un lugar privilegiado para vivir. En el horizonte y a nuestros pies, por debajo de los 190 metros de altitud a los que nos encontramos, tendríamos una visual perfecta de los valles de la comarca de Trasmiera. En primera instancia la cuenca del bajo Miera, donde las condiciones de habitabilidad para los grupos de cazadores/recolectores serían idóneas. Al Norte y a pocos kilómetros la bahía de Santander, la cual también nos proporcionaría alimento. Todo ello protegido por el macizo de Peña Cabarga, que actuaría de parapeto para que los fríos vientos llegados desde el mar.

    Pero al abrir los ojos, nuevamente en pleno siglo XXI, el panorama es bastante diferente. Estamos ante una cavidad que, independientemente de su importancia arqueológica conocida desde hace más de un siglo, permanece en el olvido tanto administrativo como sociocultural. Se salvó "por los pelos" de la actividad minera (otras no pueden decir lo mismo) llevadas a cabo entre los últimos años del siglo XIX / principios del XX. No en vano, se encuentra a tan solo 10 metros del trazado del antiguo "ferrocarril" minero que transportaba el mineral de hierro por la falda de Peña Cabarga. Fue descubierta por Luis Salguero a principios del siglo XX, realizándose los primeros trabajos arqueológicos en el año 1915 de la mano de Orestes Cendrero. Ya en esa intervención aparecieron a unos 40/50 cms de potencia las primeras industrias líticas que atribuyo a época Musteriense. Incluso el padre Jesús Carballo practicó una serie de sondeos pocos años después, en la década de los 20, si bien es cierto que dichas investigaciones nunca fueron documentadas. No obstante, sí cita la existencia de materiales de época Musteriense / Auriñaciense en su publicación "El Paleolítico en la Costa Cantábrica" del año 1922.

    Años más tarde, a mitad de la década de los años 30, Julio Fernández Montes ahonda en la catalogación de la cavidad y publica una detallada obra de los materiales que él mismo recoge en la cueva, donde destacan abundantes restos humanos y fragmentos cerámicos. Todo apunta a que descubrió un deposito funerario de la Prehistoria Reciente (similares a los encontrados en las cuevas sepulcrales del cercano municipio de Villaescusa), si bien no se tiene constancia del lugar exacto donde los encontró. Todo ello quedó recogido en el "Catálogo de Prehistoria. Colección Francisco Fernández Montes" (1936), depositado en el por entonces Museo Regional de Arqueología y Prehistoria de Santander, hoy MUPAC. Ya en la década de los 60, se cree que el equipo de Camineros de la Diputación pudo llevar a cabo alguna actuación en su interior, pero no quedó documentada a diferencia de otras realizadas por ellos mismos en cavidades del entorno. Sí quedó constancia del levantamiento topográfico realizado por la Sección de Espeleología del Seminario Sautuola – S.E.S.S, los cuales encontrarían un cráneo humano y fragmentos de una vasija de cuello cilíndrico y asa de cinta, presumiblemente perteneciente de la Edad Media.

    Ya en los años 80 el C.A.E.A.P. - Colectivo para la Ampliación de Estudios de Arqueología Prehistórica – realiza una exhaustiva descripción del yacimiento del vestíbulo, descubriendo restos de un conchero Mesolítico en su interior. Documentaron también por aquél entonces la aparición de dos puntos rojos en la pared izquierda que se atribuyeron (a falta de un estudio más exhaustivo) al Paleolítico. En el año 1996, la Consejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Cantabria realizó un inventario de cavidades que tenían indicios de Arte Rupestre y que aún no tenían la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC), entre las que se encontraba la Cueva de Los Moros. Durante la revisión de la cueva se confirmó la presencia de las citadas manchas rojas y además, se detectó un pequeño conjunto de grabados (de los que hablaremos posteriormente) que para nuestra desgracia, se encuentran afectados por una capa superficial de calcita.

    Y con todo, la cueva de Los Moros sigue siendo una auténtica desconocida para la sociedad en general. Tenemos la suerte de que en la citada revisión la cavidad fue cerrada, pero viendo el "seguimiento" (prácticamente nulo) que se hace desde las instituciones para comprobar que todo sigue en orden, miedo da que esta maravilla un día se pueda encontrar abierta o dañada. No sería la primera vez que una cueva en esta zona aparece con la verja de "aquella manera" meses y meses..sin que pase nada. Más de 15 años contemplan la fuente documental de esta entrada y no se ha vuelto a saber de la cueva de Los Moros, esperemos que no aparezca en ningún titular.

    Fotografías: GAEM Arqueólogos.
    Bibliografía: "La cueva de Los Moros de San Vitores (Medio Cudeyo). Una nueva estación de arte rupestre paleolítico en Cantabria" (2001). Ramón Montes Barquín, Emilio Muñoz Fernández y José M. Morlote Expósito.
  • CUEVA DE LA RAPOSA

    Verdaderamente no está claro si debemos de incluir este enclave como yacimiento/cueva o como colector de aguas residuales. Si, si, has leído bien. Y con todo, estamos hablando de un municipio (Santillana del Mar, Cantabria) que lidera mundialmente el ranking de arte rupestre con la archiconocida Altamira, pero que por contrapartida esconde alguna que otra vergüenza como esta. Además, la cueva de La Raposa pudo ser clave no solo en el conocimiento del posible pasado romano de Vispieres, sino que también pudo albergar algún vestigio prehistórico ya perdido entre las aguas residuales que día si y día también transcurren por su interior.

    Esta cavidad, conocida por los vecinos de la zona desde tiempos inmemoriales, fue investigada (espeleológicamente hablando) en la década de los años 60 por la S.E.S.S. – Sección de Espeleológica del Seminario Sautuola quienes por casualidad encontraron una punta de silex en su interior. Años después, miembros del C.A.E.A.P - Colectivo para la Ampliación de Estudios de Arqueología Prehistórica reconocería la cueva, encontrando nuevos materiales arqueológicos e identificando restos de pinturas negras. A partir de aquí, la cueva de La Raposa es incluida es diferentes publicaciones científicas como uno de los yacimientos a estudiar/conservar en nuestra comunidad autónoma. Pero en vez de eso, fue utilizada por el Ayuntamiento de Santillana del Mar como colector de aguas residuales, siendo este hecho denunciado por la A.C.D.P.S (Asociación Cántabra para la Defensa del Patrimonio Subterráneo) en varios medios de comunicación locales e incluso a través de la Consejería de Cultura de Cantabria. Incluso se escribió una carta al Ayuntamiento para reconducir la situación (hablamos de la década de los 90)..de nada sirvió.

    Hoy en día, la cueva (o colector) de La Raposa es fácilmente identificable en la rotonda que nos lleva a la cercana localidad de Vispieres. Se reconoce por un bardal donde la humedad que baja por la cercana canalización marca el camino hacia el colector..quien sabe si donde tenemos una rotonda hay un yacimiento romano (todo apunta a que en las inmediaciones, luego veremos porqué) y donde está el colector un yacimiento prehistórico. De lo que no hay duda es que los materiales e indicios no sirvieron de nada para conservarla. Eso sí, tu no te acerques a la boca o entres ya que te podrían acusar de estar prospectando visualmente. Cantabria, esa tierra donde el doble rasero no tiene límite alguno…Infinita la llaman.

    Bibliografía: "Informe sobre la cueva de La Raposa (Vispieres, Santillana del Mar). Memorias de la A.C.D.P.S. 1993-95". GÓMEZ, J. y MUÑOZ, E.
  • LOS HORNUCOS DE SUANO

    La cueva de Los Hornucos (Suano, Hermandad de Campoo de Suso) es otra de esas cavidades de Cantabria con una espectacular historia por contar y que hoy en día está totalmente infravalorada y desprotegida. Y no será porque en el pasado no se hiciesen esfuerzos al respecto en cuanto a investigaciones se refiere, lo que ocurre es que en el presente muchas de las cuevas estudiadas a principios de siglo XX cumplen un triste patrón: Si no tienen pinturas, no existen. Si el padre Carballo levantase la cabeza..

    Existen dudas respecto a su descubrimiento y a quienes fueron realmente quienes dieron a conocer su valor arqueológico. De lo que no cabe duda es de que fue en verano del año 1934, siendo además noticia a nivel nacional (tanto El Heraldo de Madrid, como el diario La Voz o La Época se hicieron eco de la misma). Este último, el Lunes 30 de Julio de 1934 rezaba lo siguiente: "Se descubre cerca de Reinosa una gran caverna prehistórica. SANTANDER 28. – En el lugar denominado Los Hornucos, del pueblo de Suano, varios jóvenes encontraron la entrada de una caverna, realizando en ella una incursión de más de mil metros. Luchando contra toda clase de inconvenientes, cuando llevaban más de dos horas andando, se encontraron con restos de alfarería prehistórica, estalactitas y restos de treinta y cuatro esqueletos. Los descubridores de la caverna dieron cuenta del encuentro en Reinosa, causando la noticia gran sensación, por ignorarse que hubiera por allí ninguna cueva prehistórica". Y es en este punto donde ya por aquel entonces se abrió el debate. El Heraldo de Madrid y El Cantábrico narraban que, en los últimos días del mes de Julio, los jóvenes de la comarca Daniel Fernández Ortega, Manuel Hoyo García, Víctor Fernández, Joaquín Fernández, Tomás López, Eduardo Muñoz, Emiliano Villanueva y Adrián Sainz de los Ríos exploraron la cueva. Por contrapartida, en el Boletín de la Sociedad Española de Excursiones, Carlos Navarro redacta que el valor arqueológico de la cueva de Los Hornucos fue descubierto por Ricardo García Díaz y Antonio Fernández Carpio (lugareños aficionados a la arqueología), dejando a los muchachos citados en primera instancia como codiciosos buscadores de tesoros. Cierto es que en dicho boletín si les atribuye el hallazgo de la ya conocida como "Galería de Los Cráneos".

    Toda aquella expectación generada en medios de comunicación hizo que la Junta Superior de Excavaciones actuase prácticamente de inmediato, entregando la excavación a Luis de Hoyos Sainz. Este último no pudo llevarla a cabo, con lo que fue el padre Jesús Carballo quien la acometiese a finales de 1935. La primera noticia sobre los resultados de las primeras excavaciones se produciría en una publicación Argentina, concretamente el 16 Mayo de 1936 en la revista "Caras y Caretas", donde Carballo hacía referencia ya a materiales "romanos y visigóticos". Años más tarde, en 1940, aparecerían las primeras ilustraciones de los materiales visigodos allí encontrados en el artículo "La cueva de Suano, Santander" de la Revista de la Universidad de Oviedo (num. 1, pag 103-134).

    Desde entonces hasta los últimos años del pasado siglo XX, Los Hornucos de Suano ha sido citada en diferentes publicaciones como por ejemplo el Boletín Cántabro de Espeología "La Cueva de Hornucos (Suano, Cantabria) - La circulación hídrica y su evolución" (BOHIGAS, R.; CRESPO, L. y TORTAJADA, A., 1981, num. 1 pags 34-35), si bien es cierto que sería el Proyecto Mauranus (codirigido por los arqueólogos Enrique Gutierrez Cuenca y José Ángel Hierro Gárate) quienes traerán nuevamente a esta emblemática cavidad a la actualidad arqueológica con una serie de interesantísimos artículos en su blog. Desgraciadamente nunca se ha realizado una revisión exhaustiva de la misma en las últimas décadas, quedando relegada al olvido institucional y perdiéndose por el camino gran parte de los materiales encontrados en su interior.

    Agradecimientos: ACDPS - Asociación Cántabra para la Defensa del Patrimonio Subterráneo.
    Fuente: Proyecto Mauranus - El descubrimiento de la cueva de Los Hornucos (Suano)
  • ASENTAMIENTO DE CUBERRIS

    No, la foto no es errónea. El yacimiento de Cuberris (Bareyo, Cantabria) fue otro de esos esperpénticos casos de destrucción de un patrimonio arqueológico en Cantabria, otro más. Curiosamente guarda inmensas similitudes con la aberración de Suances y el caso del parking en la Huerta de Quintana, con la salvedad de que en el año 1995 no existía el Inventario Arqueológico de Cantabria como tal (si había cartas arqueológicas similares), no existía la Ley de Patrimonio de Cantabria 11/1998, los yacimientos no estaban incluidos en la normativa urbanística (PGOU) y no había tanta conciencia sobre nuestro pasado. ¡Anda!, mira tu por donde que ahora que hay todas esas las herramientas ocurre exactamente lo mismo..¿Nadie se ha preguntado porque no hemos evolucionado absolutamente nada?.

    El valor arqueológico del enclave fue descubierto en la década de los 80 del siglo pasado por un Luis Escallada, vecino de Ajo. Fue publicado por primera vez en la carta Arqueológica de Cantabria por el C.A.E.A.P - Colectivo para la Ampliación de Estudios de Arqueología Prehistórica, destacando que solo en superficie se habían recogido unas 639 piezas de industria lítica del Paleolítico Superior. En el año 1995, una vez anunciado en el Diario Montañés que el Ministerio de Obras Públicas, Transporte y Medio Ambiente (MOPTMA) que se iba a urbanizar la zona de Cuberris y Antuerta, varios colectivos entre los que destaca la A.C.D.P.S - Asociación Cántabra para la Defensa del Patrimonio Subterráneo alertaron en un informe a la Dirección General de Cultura que si iniciaban las obras se destruiría por completo un yacimiento de época Magdaleniense con un potencial espectacular. A pesar del aviso las obras de Demarcación de Costas del MOPTMA comenzaron, destruyéndose de un plumazo más del 80% del yacimiento..a partir de aquí, lo de siempre. El MOPTMA argumentaba que la Consejería de Cultura no les informó en ningún momento, Francisco Javier López Marcano (por aquel entonces consejero) "denunciaba" que se había informado a la Demarcación de Costas el 2 de Septiembre de 1994 que había que hacer una prospección arqueológica previa a las obras que finalmente no se hizo…entre unos y otros se lo pelaron sin depurarse nunca responsabilidades básicamente.

    El Servicio de Patrimonio paralizó los trabajos, encargando una intervención de urgencia (repito, con el 80% del yacimiento destruido) que permitiese documentar lo que quedase del mismo para posteriormente cubrirlo. Las excavaciones, que consistieron en realizar varios sondeos que delimitasen el área, se realizaron en el mes de Octubre del año 1995 bajo la dirección de Roberto Ontañon Peredo. Aparecen más de 4.000 (si si, cuatro mil) piezas de industria lítica convirtiéndose de inmediato en uno de los yacimientos costeros más importantes de Cantabria y una de las pocas estaciones al aire libre del Paleolítico Superior. Cabe destacar que entre esos millares de piezas, no todo son "útiles" como tal sino que hay piezas de todo tipo que suelen formar parte del proceso de transformación de los nódulos de silex en herramientas y útiles (restos de talla, núcleos, etc). Y como en nuestra comunidad "somos asín", se reanudaron las obras para completar el maravilloso paseo (nótese la ironía) que hoy contemplamos.

    A partir de aquí, muchos iluminados argumentarán que tapándolo (como en Suances) estará más protegido, que así la gente que vaya a la playa no recogerá materiales y blababla. Lo que nadie dice es que, como en el contemporáneo "Parking Blendium", el yacimiento de la playa de Cuberris fue arrasado delante de todos nosotros sin que las denuncias, informes y estudios sirviesen absolutamente de nada, privándonos del estudio de una estación al aire libre contemporánea a la cueva de Altamira.

    Agradecimientos: GAEM Arqueólogos.
    Bibliografía: "Informe sobre los yacimientos de la playa de Ajo". A. Molino Merino, M. Serna Gancedo y E. Muñóz Fernández. Memorias ACDPS 1993-1995.
  • CUEVA DE EL MAPA

    Coincidiendo con la festividad de El Carmen, en el mes de Julio, la localidad de Revilla de Camargo se convierte en un hervidero de gente. No olvidemos que es una de las fiestas más conocidas de toda Cantabria, donde el fervor religioso y el festivo se convierten en uno solo durante días. Pero a pocos metros del bullicio, de un modo silencioso y en el olvido, la conocida por los vecinos como "cueva de Angelita" lleva siglos contemplando a la patrona del municipio de Camargo en soledad, sin que nadie la conozca fuera de su entorno más inmediato. Un lugar que a buen seguro, en los albores de la Edad del Bronce, tuvo una relevancia capital tanto en la vida (como atestiguan los hallazgos del Calcolítico final en el cercano yacimiento de La Verde) como en la muerte tal y como veremos más adelante.

    La cueva es conocida desde hace tiempo si bien su potencial arqueológico fue descubierto (y excavado) en la década de los años 70 del siglo pasado por el Seminario Sautuola, quienes depositaron sus hallazgos en el antiguo Museo Regional de Prehistoria (actual MUPAC). Serían ellos quienes la citasen científicamente como "cueva de El Mapa" gracias a un gour de su interior que tiene una peculiar forma de Península Ibérica, de ahí su nombre. A principios de la década de los 91, concretamente en Octubre del año 1991, el arqueólogo Jesús Ruiz Cobo descubre de un modo accidental una serie de restos óseos pertenecientes a lo que posteriormente se supo que eran varios humanos. Su aparición en superficie, revueltos, descontextualizados y sin ningún ajuar (cerámico por ejemplo) en sus proximidades dieron a entender de inmediato de que estábamos ante los restos de un expolio..una pena. No todo estaba perdido ya que este hallazgo fortuito hizo que se realizase un estudio exhaustivo de los materiales procedentes de la cata del Seminario Sautuola (año 1975) y una recogida de urgencia de los materiales restantes, pudiéndose hace montar "parte" de un puzzle que si no hubiese sido así hoy en día estaría aún más incompleto.

    No cabe duda, como veremos a continuación, que la cueva de El Mapa (o de "Angelita") es un lugar cuyo atractivo arqueológico está totalmente infravalorado y aun desprotegido. Un cementerio de Finales del Calcolítico / Primera Edad del Bronce que queda totalmente en segundo plano ya que nada ni nadie hacen porque sea más conocido..eso si, las fiestas de El Carmen (que por cierto me encantan) se llevan toda la fama a escasos 50 metros.

    Bibliografía: "LA CUEVA DEL MAPA (REVILLA DE CAMARGO): UN CEMENTERIO DE LA PRIMERA EDAD DEL BRONCE EN LA MARINA DE CANTABRIA" - Jesús Ruiz Cobo. KOBIE (Serie Paleoantropología), Bilbao. Nro XXI, 1994.
    Fotografía (Copyright): Alberto G. Ibañez
  • CASTRO DE NESTARES

    En este desconocido enclave se cumple la paradoja de que, aun conociéndose como castro de Nestares en el ámbito académico, no se ubica ni en la citada localidad ni en el municipio que la contiene. Más bien se encuentra ubicado en el vecino (por muy poco) municipio de la Hermandad de Campoo de Suso, si bien es cierto que esta cercanía geográfica hizo que fuese nombrado así en sus orígenes.

    Nos encontramos ante un yacimiento que, probablemente por el desconocimiento del mismo, fue prácticamente arrasado para construir el edificio de abastecimiento de aguas con su correspondiente gran depósito a finales del siglo pasado. Verdaderamente en los tiempos que corrían ni había los medios (como el Inventario Arqueológico de Cantabria) ni una ley de Patrimonio que velase por este tipo de enclaves…no como en Suances (Parking) o en el castro del Cincho de Yuso (2019) que con todas las Leyes vigentes, hicieron lo mismo que hace 30 años sin ellas…Cantabria Infinita lo llaman.

    Volviendo al enclave, fue identificado en el año 1980 por Miguel Ángel Fraile López, siendo incluido y documentado por primera vez en "Historia social y económica de Cantabria hasta el siglo X" (1990) y en el "Catálogo de Castros Cántabros" editado por el mismo autor en el año 2004. En este último, y suponiendo que se quiso plasmar como era previa construcción del edificio, este no aparece en la ilustración.

    Y a partir de este momento..olvido tanto académico como institucional. Un enclave cuyo interés arqueológico sigue intacto en según que sectores (en otros se arrasó por completo), no parece suscitar expectativa alguna. Además, en una zona cuyo potencial sigue aún latente en yacimientos como la estructura campamental de Salces, el castro de La Guariza, el castro de Fontible/Argüeso y otros tantos enclaves aun sin estudiar o incluso sin identificar. Habrá que esperar, nuevamente..

  • LOS ARVEJALES

    El conjunto de Los Arvejaleses un grupo de estructuras tumulares que llaman poderosamente la atención no solo por su potencial arqueológico, sino por la belleza paisajística en la que se encuentran ubicadas. A medida que me desplazaba entre los tres túmulos principales no podía dejar de pensar en el cambio social que se llevó a cabo en el Calcolítico, época de la que se cree que datan estas estructuras funerarias: La intensificación agrícola, la mejor explotación de los productos derivados de la ganadería, el aumento demográfico (con su consiguiente jerarquización)..en definitiva, el nacimiento de una cultura que desembocaría en la utilización de los metales siglos más tarde y cambiaría radicalmente su modo de vida.

    Y mientras hacía esta reflexión miraba atónito la belleza del cercano castro de Los Peños, ubicado a escasos metros y del que se cree por la tipología de sus estructuras defensivas que es de cronología más tardía (Edad del Hierro) que este conjunto funerario. No obstante, teniendo la certeza de que este enclave castreño no ha sido estudiado en profundidad, quien sabe si puede llegar a tener sus orígenes en el grupo humano que hace milenios poblaba este espacio y que dejo la impronta de sus muertes en estas estructuras megalíticas que veremos a continuación.

    El conjunto de túmulos de Los Arvejales fue documentado por el Dpto. de Ciencias Históricas de la UC en el año 1986, saliendo a la luz un año después en la publicación "Trabajos de Prehistoria 44" dentro del artículo "Dos nuevas agrupaciones megalíticas en Cantabria", firmado por Jesús Ruiz Cobo y Luis César Teira. Este último autor lo volvería a mencionar en el libro "El megalitimo en Cantabria", publicado por la UC en el año 1994.

    Y a partir de ese momento..nada de nada, silencio absoluto. El conjunto de Los Arvejales quedó a expensas de que nadie lo conociese y lo más preocupante de todo: Sin protección alguna aún estando incluido dentro del Inventario Arqueológico de Cantabria (INVAC). Fruto de esta desidia alguno de los túmulos ha sido expoliados, algo similar a lo que ocurre en otras necrópolis como la de la cueva de El Puyo sin que pase absolutamente nada. Una maravilla arqueológica y paisajística (y creedme, de las mejores panorámicas del valle de Campoo) dejada a su suerte y que, con una panelización básica, podría ser un recurso turístico inmejorable para el valle de Campoo.

    Bibliografía: "El megalitismo en Cantabria. Universidad de Cantabria, Santander". 1994 - Luis César Teira
  • EL ROSTRIO

    Lejos queda ya el año 2012, donde de El Rostrío copaba titulares en prensa por la "recuperación" que el Ayuntamiento había hecho en la zona. Medios como el Diario Montañés argumentaban que se había "recuperado respectando al máximo los valores naturales del lugar, que son elevados, formando parte del Plan de Ordenación del Litoral". Incluso abundaba en que la actuación había sido premiada por la Federación de Municipios y Provincias. En la inauguración del nuevo parque, con campo de béisbol y pista de bicicross, el alcalde de Santander aparecía bateando junto a cientos de alumnos de los colegios Marqués de Estalla, Nueva Montaña y Cisneros. La verdad es que esa idílica escena en un soleado día de Mayo contrastaba y mejoraba con creces el basurero en el que se había convertido la zona. Con la salvedad de que no mucha gente sabe que el "acondicionamiento" de la zona se llevaba por delante prácticamente la totalidad de una estación al aire libre del Neolítico/Calcolítico y un gran depósito de silex único en Cantabria. El Rostrío, un gran yacimiento arqueológico (incluido tanto el la carta arqueológica de Santander como en el Inventario Arqueológico de Cantabria en los municipios de Santa Cruz de Bezana y la propia Santander).

    El yacimiento de El Rostrío fue descubierto en el año 1908 por el padre Jesús Carballo, quien descubriría un pico asturiense. La zona no sería prospectada a fondo hasta la década 50, cuando el doctor E. Matorra, encontró diferentes silex que depositaria en el Museo Provincial de Santander. Una década más tarde, en el año 1969, G.A. Clark realiza un exhaustivo estudio tanto de recogida de materiales en superficie como en pequeños sondeos. Obtendría un total de 1556 piezas entre las que destacaban dos picos asturienses. Por este motivo, Clark atribuyó esta cronología (Asturiense) al yacimiento, si bien en décadas posteriores a quedado bastante claro que la cronología del mismo se acerca bastante más al Neolítico/Calcolítico que a la citada época. En el año 1981 sería reconocido por el C.A.E.A.P. - Colectivo para la Ampliación de Estudios de Arqueología Prehistórica, mientras que la última excavación oficial se remonta al año 1999 cuando el equipo de GAEM tuvo que realizar una intervención de urgencia al verse afectado por las obras de instalación del emisario submarino del saneamiento de la bahía de Santander.

    Por último, dos años después de la inauguración del citado parque (en 2014) , estalla "la senda costera" y en definitiva el proyecto del Plan Litoral del Norte de Santander. Aquí comenzaría nuevamente otro declive para El Rostrío. La verdad es que, en la infinidad de paseos que doy por la zona, siempre pienso en la paradoja que aquí se produce. En gran parte de las publicaciones que he consultado, y en las historias que he escuchado de viva voz, siempre he oído la gran cantidad de piezas que particulares se han llevado a su casa. Incluso conozco gente que ha sido y es señalada por recogerlas (en muchos cortes producidos por la erosión natural se ven perfectamente) y entregarlas en el MUPAC. La frase de "entregan unas y se queda el resto" o "están expoliando el yacimiento" han estado y están a la orden del día. ¡Y ojo!, no lo estoy justificando. Pero me gusta ser lo suficientemente objetivo como para poder decir que, del mismo modo, se arrasó completamente El Rostrío como yacimiento con maquinaria pesada y nadie dijo ni dice nada públicamente. ¿Eso no es expolio?. Llamadme loco, pero entre que lo arrasen con maquinaria (vete tu a saber donde acaba) y que lo recoja la gente (vete tu a saber donde acaba), creo que los únicos que pagarían ante la ley por ello son los segundos, ¿no creéis? A mí como amante de la Historia no me queda más remedio que recorrer lo que fue un espectacular hábitat a finales de la Prehistoria entre un campo de béisbol sin uso, una pista de bicicross y un parque infantil..

    Bibliografía:"Informe de Impacto Ambiental | PGOU Santander" - BOC Extraordinario Núm. 35, 29 de Septiembre de 2012
  • SAN JUAN DE LA CANAL

    Muchos de nosotros conocemos la espectacular playa de San Juan de La Canal, un arenal paradisíaco donde desde hace décadas se viene celebrando la festividad de San Juan y sus conocidas hogueras. Una noche que, mucho antes de la llegada del cristianismo, se venia celebrando en infinidad de lugares del mundo con entidad propia. No olvidemos que la llegada del Solsticio de Verano (noche más corta del año) es un acontecimiento milenario que, a diferencia de lo que muchos piensan, se produce la noche del 21 de Junio..no la del 23. Ocurre un poco como San Juan de La Canal: Todo el mundo piensa que solo es la playa donde poder tomar el sol y saltar las hogueras en la noche que da nombre a este precio lugar…pero no es así. Hace miles de años, San Juan de La Canal era un asentamiento al aire libre donde sus antiguos pobladores dejaron cientos de testimonios de su paso por allí.

    Concretamente en una pequeña península que se ubica en la desembocadura del arroyo de La Canal, donde hoy podemos encontrar un banco que nos asoma a contemplar una bella panorámica de la Costa Quebrada. Si nos sentamos en él, estaremos en pleno epicentro del conocido como sector de "San Juan de la Canal 2", yacimiento descubierto (como otros tantos en la zona) por GAEM Arqueólogos en el seguimiento de la construcción del Paseo Marítimo allá por el año 1999. Es curioso como hace 20 años exactamente, según qué cosas se hacían (en según que proyectos/municipios, cierto es) mejor que hoy en día. No olvidemos nunca el caso del parking de Suances, ejemplo fundamental para comprender lo que NO hay que hacer ni desde las corporaciones locales ni desde la administración central.

    Pero volviendo a este yacimiento, se excavó (parcialmente y de urgencia) desde el "cruce" del camino hasta la zona donde hoy se ubica el banco, en una zanja de unos 2 metros de anchura por la que hoy discurre el camino. Y verdaderamente los resultados fueron espectaculares, ya que obtuvieron miles de piezas cuyo origen nos remonta desde el Paleolítico Inferior, pasando por el Paleolítico Superior (Solutrense) para llegar por último al Neolítico. Y hoy, en 2019, ni siquiera un panel explicativo al respecto. Solo la certeza de que año tras año, en la noche de San Juan, miles de personas estarán celebrando una fiesta milenaria en un lugar más milenario si que sepan nada…Cantabria Infinita lo llaman.

    Bibliografía: "Actuaciones arqueológicas desarrolladas en las obras del paseo marítimo de san Juan de la Canal (Soto de la marina, Santa Cruz de Bezana)" 2002 - Jose Manuel Morlote, Emilio Muñoz, Silvia Santamaría y Ramon Montes.
  • CUEVA DE LA CASTAÑERA

    Visitando la cueva de La Castañera no pude dejar de pensar en Marcelino Sanz de Sautuola. No por el mero hecho de que esta cavidad este casi con toda certeza conectada geológicamente con Altamira, sino porque aún en nuestros días muchos expertos en la materia nieguen incluso la hipótesis o hablen banalmente de la posibilidad de "conectarla" por fin con la capilla sixtina del arte rupestre. Décadas y décadas sospechándolo, exactamente los mismos años de controversia en el sector más conservacionista. En esencia, algo similar a lo que le ocurrió al botánico cántabro cuando presentó en sociedad el gran panel de los bisontes, donde los especialistas de la época le acusaron de haber mentido y ridiculizaron su hallazgo y teoría. Supongo que actuasen así posiblemente irritadísimos porque un aficionado había hecho el descubrimiento que la historia les tenia "reservado" a ellos. Y volviendo a La Castañera, sabiendo que ha podido haber pruebas más allá de lo geológico que así lo atestigüen, al menos de pequeñas dimensiones..

    Y no será porque diferentes equipos humanos no lo hayan intentado a lo largo de la historia reciente. A finales de la década de los 70 / principios de los 80 miembros de la S.E.S.S. (Sección de Espeleología del Seminario Sautuola) se introdujeron en sus entrañas para intentar buscar la tan ansiada conexión, realizando una gran labor topográfica y de investigación pero sin el resultado final esperado. En el año 1981 Virgilio Fernández Acebo y Mª Teresa Viar (miembros de la citada S.E.S.S. y también de la A.C.D.P.S) hacen una incursión por un estrecho meandro que parte de la pared izquierda de la galería final de La Castañera, quedándose a escasos metros por "debajo" de la conocida sima final de la cueva de Altamira, ubicada en el sector de "La Cola de Caballo". Paralelamente miembros del C.A.E.A.P. - Colectivo para la Ampliación de Estudios de Arqueología Prehistórica - realizan una prospección por el interior de La Castañera, localizando materiales en superficie a lo largo del cauce del rio subterráneo que recorre parte de la cueva.

    Y desde entonces poco más podemos decir de las investigaciones en su interior, al menos que esté publicado. Se estima que entre la parte más baja de la sima de La Cola de Caballo (en Altamira) y la parte más alta (y cercana) de la cueva de La Castañera hay una diferencia de entre 5 y 12 metros, siendo un valor más que aceptado el de 8,5 metros. Menos de 10 metros que harían que La Castañera hubiese pasado a la historia como la "puerta de atrás de Altamira", no como el vertedero y basurero que históricamente ha sido siempre. Hace no mucho tiempo, un año aproximadamente, la boca de La Castañera se cerró definitivamente después de décadas de decadencia y olvido..¿Por qué?. Quien sabe si por fin ocupará el lugar que merece, sobre todo gracias a la hipótesis formulada hace décadas a la que nadie quería prestar mucha atención..

    Bibliografía: "La cueva de La Castañera. Memorias de la A.C.D.P.S. 1980-81". Virgilio Fernández Acebo y Mª Teresa Viar
  • LOS HORNOS

    A medida que me dirigía hacia la cueva de Los Hornos no podía dejar de pensar en la grandísima cantidad de cuevas sepulcrales que existen en Cantabria. Y sobre todo del increíble abanico de miles de años que abarcan desde la Prehistoria hasta época visigoda, pasando por épocas especialmente abundantes como son la de la Prehistoria Reciente y que nos ocupa. Y es curioso como además, suelen ser las más desconocidas. "Si no tienen pinturas o grabados, no interesan a las administraciones" dice un buen amigo mío (por desgracia no le falta razón). Y mientras iba haciendo esta reflexión, me pare a observar el espectacular paisaje y la ruta tan bonita que nos conduce hasta la boca de la cueva de Hornos, un espectacular yacimiento en un entorno envidiable en lo paisajístico a menos de 15 minutos de Santander.

    Su valor arqueológico fue descubierto a finales de la década de los 60 (1969) por J. Herreros, quien encontró en su interior varios cráneos humanos. Este hallazgo fue recogido posteriormente por J. León García en el catálogo espeleológico de Cantabria. Décadas más tarde, ya en los años 80 del siglo pasado, el C.A.E.A.P. - Colectivo para la Ampliación de Estudios de Arqueología Prehistórica – se adentra en sus entrañas y encuentra nuevamente materiales arqueológicos.

    Y desde entonces hasta nuestros días…nada más. Supongo que su protección y estudio pueda posponerse en favor de cuevas mucho más "atractivas" en lo arqueológico o periodístico. Todo aquello que pueda dar un excelente titular (aunque luego se cierre y no se vuelva a saber) supongo que sea mucho más interesante, donde va a parar. Independientemente de que la ruta que nos lleva hasta la humilde boca de la cueva de Los Hornos sea espectacular para cualquier turista al que le guste la naturaleza, ¿para que gastar dinero en un pequeño panel con su historia?. Cantabria Infinita lo llaman..

    Bibliografía: "Algunos hallazgos antropológicos en cuevasde Cantabria". Sautuola, V. Pedro Rasines del Río

  • ABRIGO DE EL CUCO

    El abrigo de El Cuco es uno de los yacimientos más espectaculares de toda Cantabria. Así de sencillo y con total seguridad. Mucha gente pensará que esta afirmación puede ser banal o estar fuera de contexto, pero creedme que es así. Cierto, cuesta pensar que una "pared" sin ningún tipo de grabado o pintura, al lado de un campo de cultivo en terrenos privados, pueda obtener esta categoría. Pero a diferencia de lo que muchos piensan, en ocasiones los lugares más desconocidos proporcionan información VITAL para el conocimiento de la Cantabria prehistórica. Es como si dentro de 40.000 años (vete tu a saber como está la Tierra…o si está) los investigadores fuesen a buscar nuestro modo de vida en las catedrales, o en el Centro Botín. El resumes es claro: No podrían. De poder investigar lo harían en nuestras casas, en nuestros pueblos…pues un poco como en el abrigo de El Cuco, donde por extensión podría encajar perfectamente un pequeño poblado. Y es curioso que el testigo arqueológico que hoy nos queda, utilizado como almacén de aperos de labranza hace no muchos años, no sea más que una pequeña extensión de terreno que ha sobrevivido a la labor agrícola (se puede apreciar perfectamente el "escalón") que nos ha dado la oportunidad de conocer el modo de vida prehistórica de un modo espectacular.

    El yacimiento fue descubierto por Miguel Ángel García Guinea en la década de los 60 del siglo pasado, siendo explorado nuevamente por miembros del C.A.E.A.P. - Colectivo para la Ampliación de Estudios de Arqueología Prehistórica – en el año 1989. Ya en el año 1996, la arqueóloga Yolanda Diaz Casado realiza un sondeo dentro del estudio general de las cuevas (tiene dos como veremos posteriormente) de El Cuco donde obtiene una estratigrafía muy abundante en cuanto a industria lítica y fauna. Hacia finales del año 2005 se efectuaron bajo la dirección de Pedro Rasines del Rio, y promovidos por el ayuntamiento de Castro Urdiales, dos sondeos arqueológicos. En uno de ellos se encontraría una de las secuencias estratigráficas de mayor interés en el estudio de los albores del Paleolítico Superior de toda la cornisa cantábrica, reconociéndose trece niveles. Por último, en el año 2017, un equipo de investigación dirigido por Igor Gutiérrez realizó una serie de dataciones en los materiales encontrados en el nivel inferior de lo que se creía que era de época Auriñaciense. Concretamente se dataron los carbonatos formados sobre las conchas de molusco encontradas en gran cantidad, transportándonos a una cronología de 45.000 años de antigüedad. Siendo así, nos encontraríamos ante las primeras evidencias documentadas (y datadas) del consumo de moluscos por parte de los neandertales en la cornisa cantábrica. El análisis de la industria lítica del mismo nivel estratigráfico, realizado por Joseba Ríos Garaizar, reafirma que nos encontramos en época Musteriense en vez de Auriñaciense.

    En resumidas cuentas, el abrigo de El Cuco es un testigo de excepción en el cambio de era en el sector oriental de nuestra comunidad e incluso a nivel de toda la cornisa Cantábrica. Es curioso como yacimientos como este mismo o el de la cueva de Covalejos sean fundamentales en conocimiento y transición desde época Musteriense (neandertal) a la Auriñaciense en adelante (sapiens) y tengamos que comernos todos los años las "Garma-noticias" del mismo yacimiento, sean de ese año o guardadas de otros. Unos enclaves que a buen seguro podrían dar noticias año tras año y que permanecen en el olvido para que otros sigan alimentando alguna que otra portada en la prensa regional cada vez con menos sentido..Cantabria Infinita lo llaman.

    Bibliografía:"The role of shellfish in hunter–gatherer societies during the Early Upper Palaeolithic: A view from El Cuco rockshelter, northern Spain".Igor Gutiérrez-Zugastia, David Cuenca-Solana, Pedro Rasines del Río, Emilio Muñoz, Silvia Santamaría y Jose Manuel Morlote
    Agradecimientos: GAEM Arqueólogos
  • CUEVA DE LAS SALINAS

    La cueva de Las Salinas es una cavidad prácticamente desconocida, donde el apogeo de la actividad que la da nombra a punto estuvo de hacerla desaparecer. Y es curioso porque la misma acción extractiva que se produjo a sus pies, y que conforma en la actualidad un espacio lagunoso más que visible, hace del conjunto (laguna/abrigo/cueva) un paisaje con cierta belleza natural sino fuese porque se ha convertido en una especie de vertedero clandestino donde arrojar la basura y restos diversos. Además, justo encima de su boca para ser más exactos..muchos argumentarán que así está más protegida e inaccesible.

    El valor arqueológico de la misma fue descubierto por el equipo de camineros de la Diputación, quienes realizarían un sondeo de alrededor de un metro cuadrado al fondo del vestíbulo. Sería el C.A.E.A.P - Colectivo para la Ampliación de Estudios de Arqueología Prehistórica- quien a finales de la década de los 70 (en el año 1979) la estudiase nuevamente, encontrando diferentes materiales que veremos posteriormente. Años después, tal y como se aprecian en las imágenes satélite de mapas.cantabria.es, se comienza a observar el "nacimiento" de la laguna ubicada a escasos metros.

    No cabe duda de que su registro arqueológico es lo suficientemente importante para tener entidad propia ya que, como veremos posteriormente, existen materiales desde época Aziliense, pasando por el Mesolítico/Neolítico y llegando a la Edad del Bronce en su vertiente funeraria.

    Bibliografía:"La población infantil y juvenil inhumada en las cuevas sepulcrales de Cantabria durante la Prehistoria Reciente". Universidad de Cantabria. Leyre Arróniz Pamplona
  • EPIGRAFE DE LA LOMA

    El caso de la aparición y posterior olvido del epígrafe romano de la Loma refleja perfectamente todo lo que ha sido el despropósito continuado en la gestión arqueológica de la antigua colonia romana de Flaviobriga y su entorno. Casi igual que la gestión urbanística que ha llevado en estos días al banquillo a decenas y decenas de personas en un caso más que mediático en el entorno del hallazgo: La Loma. Además, la aparición de esta pieza está englobada en la época del auge constructivo en la zona, que tantas evidencias arqueológicas se llevó por delante. Si, si, así de claro (e incómodo): Tramos de la vía romana de Pisoraca / Flaviobriga, estructuras romanas del entorno de la conocida colonia y un sinfín de despropósitos cuando ya estaba instaurada la Ley de Patrimonio de Cantabria 11/1998 (y el posterior Real Decreto 36/2001 que la endurecía). Y hablando de leyes y Castro Urdiales. La misma Ley que por aquel entonces le quisieron aplicar al conocido Félix González Cuadra y que dejo a Cantabria sin recuperar una colección ÚNICA que ni siquiera el MUPAC alberga. Eso sí, para el seguimiento y construcción de urbanizaciones en Castro Urdiales mucha gente se pasó la misma ley por allí debajo. No voy a negar tampoco la banalidad de que algunos de los que tacharon al sr. González Cuadra (ya fallecido) de todo lo peor, hayan justificado no hace mucho tiempo en comisión de Patrimonio que se siguiese adelante con la destrucción del entramado romano del Parking de Suances sin que pase nada. ¡Y ojo!, no justifico que un particular de Castro Urdiales o su familia puedan tener una colección mejor que el propio Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria obtenida como fuere, que nadie se equivoque. Lo que si cuestiono es que aquellos que lo demonizaron por aquel entonces, apoyen en nuestros días la destrucción de patrimonio (o la obvien como en La Loma)para pagar, presuntamente, favores prestados. Si fuese así, yo tengo claro que preferiría que los restos arqueológicos de Parking Blendium estuviesen en cualquier lugar…menos en un punto limpio donde en parte están

    Pero esto nada tiene que ver con la pieza que nos ocupa. En el año 2001, en la excavación dirigida por Pedro Rasines de un camino de época moderna que aprovechaba el antiguo trazado de la vía denominada "Pisoraca / Flaviobriga", Juan Tomás Molinero encontró en las inmediaciones de la misma una piedra con la inscripción que luego detallaremos. Concretamente en un tramo donde el actual camino (como bien comentamos medieval y que históricamente ha sido atribuido como romano) ya desdibujado en dirección a Santullán. Un epígrafe que no hace más que refrendar que estamos ante un entorno claramente relacionado con el núcleo de Flaviobriga y que a buen seguro habrá sido dañado (con o sin conocimiento de causa, el resultado es el mismo) hace no muchos años. Desde su hallazgo fue publicado por Fernando Fernández Palacios y el propio descubridor en "La Colonia romana de Flaviobriga y su territorium (primera parte)" del año 2005 y más recientemente en la publicación Sautuola XX, dentro del análisis de Alicia Ruiz: "Epigrafía romana de Cantabria: balance de la investigación (2003-2016)"

    No cabe duda de que estamos ante un epígrafe que no destaca ni por su monumentalidad ni por su campo epigráfico. Pero no debemos de olvidar que esta entrada, además de proporcionarnos una información muy valiosa de una pieza desconocida para el público, nos habla de un despropósito aun mayor: De la total dejadez por parte de las administraciones ya no solo del patrimonio conocido de Flaviobriga sino también del que el gran público desconocemos. ¿De verdad que no os gustaría conocer alguno de los áureos (monedas de oro romanas) del Norte de la antigua Hispania? A mi verdaderamente si, pero…Cantabria Infinita lo llaman.

    Bibliografía: "La colonia romana de Flaviobriga y su territorium (primera parte)". Fernando Fernández Palacios / Juan Tomás Molinero (2005)




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